Da igual si es en casa o fuera de ella, los pequeños accidentes ocurren cuando menos te lo esperas y te dejan un hematoma antiestético y doloroso. Para que los moratones se reabsorban rápidamente se suele acudir a pomadas de farmacia, pero puedes preparar una en casa que te proporcione todos los beneficios de la consuelda, una planta medicinal de probada eficacia.

Solo necesitas dos ingredientes para elaborar tu propia pomada de consuelda, muy eficaz para tratar la inflamación causada por las contusiones e incluso en los dolores de espalda. También posee propiedades antisépticas, por lo que se puede aplicar sobre pequeñas heridas, alternando con preparaciones antisépticas como la povidona yodada o la cristalmina.

Consuelda: una planta medicinal contra los hematomas

Las propiedades de las hojas y raíz de consuelda ya fueron descritas por Paracelso (médico del siglo XVI) y por Hildegard von Bingen (mística y sabia del siglo XII), que la recomendaban para molestias articulares, musculares, contusiones e incluso fracturas.

Para la elaboración de la pomada casera contra los moratones es preferible recurrir a la raíz, cuyas propiedades están más concentradas. Lo mejor es recogerla en primavera o otoño, cuando la planta ha acumulado sus propiedades beneficiosas en la raíz, pero también puedes conseguirla en el herbolario durante todo el año.

En caso de que puedas recoger consuelda silvestre, no arranques toda la raíz. Deja un trocito en la tierra para que la planta pueda volver a crecer. Y no recojas más raíz de la que necesitas. La norma de una cosecha respetuosa en el campo es que no se note que has pasado por allí.

Receta para hacer la pomada de consuelda

El primer paso consiste en elaborar un extracto de la raíz en aceite. Puedes utilizar aceite de girasol o de oliva.

  1. Lava bien la raíz y córtala en trozos pequeños.
  2. Deja que se seque al sol encima de papel de cocina absorbente. Si no está perfectamente seca cabe la posibilidad de que se desarrollen mohos.
  3. Coloca los trozos de raíz en un tarro desinfectado con tapa de rosca y echa suficiente aceite para cubrir la raíz. Cierra el tarro.
  4. Ábrelo diariamente y mira si hay agua de condensación en la tapa. En caso afirmativo, sécala, vuelve a cerrar el tarro y agítalo.
  5. Deja reposar la raíz en el aceite entre cuatro y seis semanas.
  6. Transcurrido este tiempo, pasa la mezcla por un filtro de café o un paño de lino.
  7. Vierte el aceite en un tarrito y pon el nombre y la fecha.

A continuación ya puedes elaborar la pomada. Es muy importante que lo hagas con las manos bien limpias.

Ingredientes y utensilios:

  • 100 ml del aceite de consuelda que has preparado
  • 12-15 g de cera de abeja
  • 5 gotas de aceite esencial de incienso
  • Una olla pequeña
  • Un recipiente de vidrio
  • Una cuchara de madera larga o un palo de cristal
  • Un tarrito de cristal con tapa para guardar la pomada

Preparación:

  1. Coloca el aceite de consuelda en el recipiente de cristal limpio y seco y caliéntalo al baño maría.
  2. Añade la cera de abejas y remueve hasta que se haya fundido por completo.
  3. Toma una o dos gotas de la pomada y ponlas en un platito para probar su consistencia. Dependiendo de cómo la veas, puedes espesarla con más cera o diluirla con más aceite.
  4. Una vez conseguida la consistencia deseada, agrega el aceite de incienso.
  5. Vierte la pomada ya acabada en el tarrito y deja que se enfríe.
  6. Una vez fría, cierra el tarrito y ponle una etiqueta con la fecha de fabricación.

Si la guardas en un lugar fresco y seco, esta pomada se conserva durante unos seis meses.

Utiliza tarritos pequeños para conservar la pomada y emplea un palito de madera para sacar la cantidad que quieras del tarro. No la toques con las manos.

Ten siempre esta pomada en tu botiquín natural, te será muy útil.