Pocos seréis lo que no hayáis disfrutado de niños saboreando una ramita de regaliz, el palo dulce o palodul. Menos aún los que no hayáis tomado alguna vez pastillas o caramelos que contengan esta dulce planta.

El regaliz es un ingrediente muchas veces indispensable en las infusiones para contrarrestar el mal sabor de otras plantas, así como en productos para el mal aliento. También se utiliza como endulzante en repostería, en bebidas y licores, y hasta para aromatizar el tabaco.

Pero el regaliz tiene también sus propias propiedades medicinales y no son pocas. Vale la pena conocerlas y saber cómo utilizarlo, con sus indicaciones y contraindicaciones.

Una raíz dulce y medicinal

Te sorprenderá saber que el regaliz es una leguminosa, como las legumbres. Su denominación científica, Glycyrrhiza glabra, es explícita: deriva del nombre griego glukos (dulce) y rhizos (raíz). El sabor dulce de la raíz es tan potente que marca el nombre de la planta.

Quizá estés muy familiarizado con el aspecto de la raíz, pero no tanto con el de la planta del regaliz, un arbusto esbelto, de hasta un metro de alto, con hojas compuestas, flores azuladas, reunidas en racimos densos. Crece cerca de los cursos de agua, en la zona del Mediterráneo y en Asia occidental.

La raíz es, hablando con más precisión, un rizoma largo y liso, de color amarillento una vez se ha limpiado.

Con fines medicinales se cosechan los rizomas de tres o cuatro años de vida en octubre o noviembre. En muchos casos se someten a un proceso de transformación, cociéndolos a fuego lento o en cámaras al vapor, hasta que forman una masa negra y consistente.

Propiedades del regaliz

En la composición del regaliz detaca un saponósido, la glicirrina, que se considera hasta cincuenta veces más dulce que el azúcar. El regaliz contiene también ácido glicirricínico, flavonoides como el glycirol, isoflavonas, cumarinas, ácidos málico y salicílico, proteínas, sales minerales y vitamina C y B, entre otros.

La glicirrina es la sustancia responsable de su poder edulcorante, pero también de sus efectos antiinflamatorios, balsámicos, antivirales, antialérgicos, antiácidos y antiulcerosos. Ciertos flavonoides actúan asimismo como antiespasmódicos, digestivos, carminativos y antiulcerosos.

¿Qué significa todo esto? Pues que el regaliz está indicado en numerosos trastornos y molestias, especialmente digestivos. Así, se recomienda en primer lugar como remedio:

  • en trastornos de la digestión
  • para combatir la acidez o ardor de estómago
  • para aliviar el molesto reflujo gastroesofágico
  • en dispepsias hiposecretoras, es decir, digestiones difíciles por una falta o disminución de jugos gástricos
  • contra los espasmos gastrointestinales
  • frente a la gastritis
  • para aliviar la pesadez estomacal tras una comida copiosa o fuerte, los gases, meteorismos y flatulencias
  • como un buen apoyo en caso de úlceras gástricas y duodenales

Al ejercer una intensa función antiinflamatoria, el regaliz se convierte también en el mejor recurso de herbolario para la úlcera gástrica. En combinación con determinadas plantas medicinales de efecto laxante ayuda a reducir el estreñimiento.

Por otra parte, tiene la capacidad de hacer más fluidas las secreciones bronquiales y frenar la infección. Por ello se aconseja en caso de procesos gripales, resfriados, laringitis, bronquitis y como apoyo en ataques asmáticos leves.

Cómo tomar el regaliz para aprovechar sus beneficios

Existen dos tipos de regaliz:

  • El estándar se destina sobre todo al tratamiento de trastornos respiratorios, alergias y procesos virales como el herpes.
  • El regaliz deglicirrinado, que comercializan algunos laboratorios, tiene un contenido menor o nulo de glicirrina para evitar posibles riesgos, como veremos. Es apto para tratar úlceras gástricas y otros trastornos de la digestión.

La forma más habitual de tomarlo varía según la presentación:

  • En polvo, hasta 10 g en tres tomas diarias.
  • En decocción, generalmente asociado a otras plantas. Más abajo encontrarás dos ejemplos: una infusión para la gastritis y el reflujo gastroesofágico y una infusión para la acidez y las úlceras de estómago.
  • En extracto líquido, tintura y cápsulas. Los extractos deben tomarse en cantidades que no superen los 500 mg diarios en tres tomas.
  • En los herbolarios también se pueden adquirir trozos de regaliz para chupar, comprimidos masticables y las famosas pastillas para suavizar la garganta.
  • En uso externo, la infusión o la decocción de regaliz puede usarse para empapar compresas y aplicarlas sobre pequeñas heridas y úlceras, en enjuagues de boca, gargarismos y en lavados oculares para conjuntivitis y sobre párpados inflamados.

Estas son dos eficaces infusiones para aliviar trastornos digestivos muy comunes:

Infusión para la gastritis y el reflujo gastroesofágico

Necesitas regaliz, malva, rabo de gato (Sideritis tragoriganum) y anís verde a partes iguales.

Preparación:

  1. Separa 1 cucharada de la mezcla por taza de agua.
  2. Hierve durante unos 3 minutos, deja que repose otros 10 y cuela.
  3. Bebe un vaso de la tisana tras las comidas.

Infusión para la acidez y la úlcera de estómago

Esta tisana ayuda a aliviar y cicatrizar las úlceras estomacales. Necesitas regaliz, poleo, cola de caballo y bolsa de pastor a partes iguales.

Preparación:

  1. Separa 1 cucharada sopera de la mezcla por taza de agua.
  2. Hierve un minuto, deja reposar otros 10 y filtra.
  3. Bebe una taza tras las comidas.

Para neutralizar la acidez se puede, además, ensalivar una barrita de regaliz o palo dulce varias veces al día.

Algunas precauciones y contraindicaciones

Conviene tener en cuenta alguna precaución cuando se consume regaliz. En 2004 la Comisión Europea recomendó no ingerir más de 50 g de regaliz sin tratar durante más de siete días seguidos.

Difícilmente se ingiere esa cantidad si se consume en forma de tisana o en alguna otra presentación de herbolario, pero quizá sí cuando se abusa de caramelos, pastillas, palodulces o barritas para masticar.

El consumo excesivo y continuado de regaliz, por la acción de la glicirrina, produce retención de líquidos y puede llegar a inhibir la actividad enzimática que actúa en el riñón, conduciendo a la larga a bajos niveles de potasio en la sangre y provocando o agravando un cuadro de hipertensión arterial.

El regaliz está desaconsejado, pues,si existe insuficiencia renal y cardiaca, enfermedad hepática y diabetes de tipo II, así como cuando se están tomando medicamentos con los que puede interactuar.

En todos estos casos, hay que consultar con el médico.

Regaliz y embarazo

El uso del regaliz también está contraindicado en el embarazo y durante la lactancia. Tomar regaliz durante el embarazo se ha asociado a aborto y parto prematuro. Además tiene efectos estrogénicos y antiprolactina, por lo que podría disminuir la producción de leche durante las primeras semanas del puerperio.

Sin embargo, es seguro consumido como golosina por los niños, como suavizante de garganta y como endulzante en cantidades moderadas.

Cómo utilizar el regaliz para endulzar

El regaliz se utiliza para dar sabor en infusiones, repostería y panadería. En las infusiones sirve normalmente para mejorar el sabor de otras plantas, pues aporta dulzor y neutraliza el amargor. Para ello se utiliza el regaliz astillado que se vende en herboristerías.

En casa se pueden utilizar para endulzar y dar sabor a exquisitos helados, por ejemplo de fresas y regaliz. O preparar una crema de chocolate con regaliz y trozos de fruta, bizcochos con regaliz, o fresas con nata vegetal, regaliz y pétalos de rosa.

Para ello se utiliza regaliz en polvo, que se debe deshacer al baño maría.