La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 17 tabletas de turrón de chocolate crujiente y ha suspendido a 9 productos, pero el resto no son buenos, sino decepcionantes.

El turrón de chocolate crujiente es uno de los más consumidos, más que los tradicionales turrones de almendra, de Alicante o Jijona, pero en muchos casos la calidad deja bastante que desear, según la OCU.

Los expertos de la OCU han revisado la información presente en la etiqueta, los ingredientes, los aditivos y la información nutricional. Además han contado con la valoración de un grupo de expertos pasteleros.

Aquí te contamos sus conclusiones y te damos ideas para hacer tus propios turrones en casa. 

En este vídeo te damos la receta para que puedas hacer tu propio turrón crujiente de quinoa:

Turrones de chocolate crujiente: descubre si son de calidad

Una de las características que puede distinguir un turrón de chocolate crujiente bueno de otro malo es la grasa elegida.

En un chocolate o en un turrón de chocolate de calidad la grasa debe ser la manteca de cacao. Sin embargo, en muchos casos los fabricantes la mezclan con otras grasas de menor calidad organoléptica, como el aceite de girasol, la grasa de palma o la manteca de karité. Para compensar su poco sabor, añaden aromas.

De los 17 turrones investigados, solo dos contenían exclusivamente manteca de cacao.

Un aditivo dañino para la microbiota intestinal

Otra característica de algunos turrones de mala calidad es que contienen aditivos desaconsejables, como el E476 (polirricinoleato de poliglicerol), un texturizante que, según la OCU, puede alterrar la microbiota y la mucosa intestinal. Otros aditivos emulsionantes como las lecitinas no tienen este problea y son considerados aceptables por la OCU.

Por otra parte, en la degustación realizada por los expertos pasteleros, en general, los turrones son considerados excesivamente dulces. Además, el chocolate no tiene brillo, no se funde en la boca (porque no tienen suficiente manteca de cacao), faltan aromas y las masas de arroz inflado (en realidad, un extrusionado de harina de arroz, maíz y sal) que les dan textura crujiente no están distribuidas uniformemente, son duras o se pegan en las muelas.

Solo el turrón de El Corte Inglés consigue un buen resultado en la degustación, aunque le falta sabor. Además, su precio es competitivo. Otro turrón, el de Picó, destaca porque utiliza solo manteca de cacao.

Puedes hacer tu turrón de calidad en casa

La chef Virginia García explica que el de chocolate es uno de los turrones más fáciles de hacer en casa. "Básicamente consiste en hacer una tableta gruesa con frutos secos a elección o cereales inflados (arroz inflado es “el de toda la vida”). Solo necesitas los ingredientes que más te gusten y chocolate para derretir", describe.

Se puede hacer con 250 g de frutos secos pelados y crudos (por ejemplo, almendras, pistachos y avellanas), que se tuestan en casa, y 200 g de chocolate negro con el 85% de cacao o más.

Otra alternativa casera deliciosa son los turrones raw, tal como los prepara Javier Medvedosky.