Las personas que recurren a la sal con más frecuencia pueden morir antes que las personas que rara vez lo hacen. Reducir la cantidad de sal y aumentar el consumo de frutas y hortalizas puede ayudar a reducir el riesgo de muerte prematura.

A los 50 años, la costumbre de añadir sal a las comidas podría reducir la esperanza de vida en 2,28 años para los hombres y 1,5 años para las mujeres, en comparación con quienes no agregan sal, según un estudio publicado en el European Heart Journal.

Reducir el consumo de sal mejora la salud

El autor principal del estudio, el doctor Lu Qi, profesor de la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans (Estados Unidos), explica que reducir el uso de la sal en la preparación de las comidas produce probablemente beneficios sustanciales para la salud.

Pero para reducir el consumo de sal no basta con dejar en paz el salero. De hecho, la mayor parte de la ingesta se produce a través de los alimentos envasados ​​y preparados, como pizzas, conservas, charcutería y productos ultraprocesados.

Aunque tomar una cierta cantidad de sodio es necesario para la salud en general, su exceso está asociado con el desarrollo de presión arterial alta y esta con el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

El estudio dirigido por el doctor Lu analizó el impacto de la sal añadida en más de medio millón de personas. Para examinar la asociación entre la frecuencia con que se agrega sal a los alimentos y el riesgo de mortalidad prematura y esperanza de vida, los investigadores hicieron que las personas que componen el Biobanco completaran un cuestionario dietético que incluía información sobre el consumo de sal.

El Biobanco del Reino Unido es un recurso de salud internacional que incluye muestras de sangre, orina y saliva, junto con información de salud detallada, de más de medio millón de personas en Inglaterra, Gales y Escocia entre 2006 y 2010, para ayudar a la investigación en un amplia gama de enfermedades.

Los investigadores ajustaron los factores que podrían afectar la mortalidad, incluida la edad, el sexo, la raza, el índice de masa corporal, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la actividad física, la dieta y las afecciones médicas como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardíacas y vasculares.

Los participantes fueron seguidos durante un promedio de nueve años y la muerte prematura se definió como morir antes de los 75 años.

Las personas que siempre añaden sal tienen un 28% más de riesgo de morir antes de los 75 años

Los investigadores encontraron que, además de una menor esperanza de vida, el grupo que "siempre añade sal" tenía un 28 por ciento más de riesgo de morir prematuramente.

Muchos estudios indican que el exceso de sodio puede tener un efecto negativo en la salud general y reducirlo puede producir beneficios a largo plazo. En un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, los investigadores encontraron que el uso de un sustituto de la sal en lugar de sal en la cocina y los condimentos domésticos se asoció con un riesgo reducido de accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y muerte.

La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo de accidentes cerebrovasculares y enfermedades del corazón. Si la presión arterial no se controla y permanece alta, el riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca será elevado; una dieta baja en sodio puede ayudar a reducir la presión arterial.

Las frutas y verduras contrarrestan el efecto de la sal

Por otra parte, comer muchas frutas y verduras, que son ricas en potasio, mitiga los efectos de la sal añadida. El potasio reduce la presión arterial y alivia la tensión que se ejerce sobre las paredes de los vasos sanguíneos. Son especialmente recomendables las frutas cítricas, plátanos, tomates, espinacas y brócoli.

No obstante, como este estudio es el primero en informar de la relación entre agregar sal a los alimentos y la mortalidad, se necesitan más estudios para validar los hallazgos antes de hacer recomendaciones.

Aunque el tamaño del estudio fue bastante grande, los autores notaron algunas limitaciones que deben tenerse en cuenta al evaluar los hallazgos. Debido a que el Biobanco del Reino Unido es voluntario, no aleatorio, no es necesariamente representativo de la población general. También es posible que agregar sal a los alimentos sea un marcador de un estilo de vida poco saludable en general o de un nivel socioeconómico más bajo, aunque los investigadores trataron de controlar esos factores.

Aunque los participantes informaron con qué frecuencia salaban sus alimentos, el estudio no captó la cantidad de sal que se agregaba y, finalmente, agregar sal podría estar relacionado con la cantidad de alimentos que consumían las personas, lo que también podría afectar los hallazgos.

Referencias científicas: