El dato es contundente: la producción de leche de avena representa entre la mitad y un tercio de las emisiones de CO2 que genera la producción de leche de vaca, según los análisis del ciclo de vida realizado por los Institutos de Investigación de Suecia, dependientes del gobierno.

Por tanto, elegir leche de avena es una manera de reducir la contribución personal y familiar al cambio climático.

La dieta vegetal sin productos lácteos es más sostenible

Las industrias lácteas y cárnicas son responsables del 14,5% de las emisiones mundiales de gases con efecto invernadero. Este porcentaje es mayor que la suma de emisiones de trenes, aviones, coches y barcos.

En cambio, los alimentos vegetales tienen un impacto ambiental menor, pues requieren menos tierra, agua y recursos energéticos,

y producen menos emisiones de gases de efecto invernadero que los productos basados en animales.

Los granjeros se pasan de la vaca al grano

Las ventajas ambientales de la avena y su interés nutricional para un número creciente de personas están favoreciendo que muchos productores, especialmente en el norte de Europa, abandonen la ganadería en favor de los cultivos de avena y otros granos.

Un ejemplo es Adam Arnsesson, entrevistado por The Guardian. Este granjero prefiere "cultivar avena para alimentar a los seres humanos en lugar de dar de comer a las vacas para obtener sus productos".

Los análisis realizados por investigadores de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas en la granja de Arnesson han probado que una hectárea de cultivo de avena produce el doble de calorías para consumo humano que si se dedica a alimentar a las vacas.

Por otra parte, el propio gobierno sueco realiza campañas para informar a los ciudadanos de que no es sano comer demasiados productos lácteos.

La leche de avena, prebiótica y rica en micronutrientes

Por otra parte, desde el punto de vista nutricional, la bebida de avena no aporta tanta proteína o calcio como la de vaca (si no está enriquecida), pero ofrece fibra prebiótica, magnesio y vitaminas del grupo B.

Muchas personas eligen las leches vegetales como la de la avena porque son intolerantes a la lactosa de la leche de vaca, son alérgicos a su proteína,

Buena para bajar el colesterol

La avena (Avena sativa) contiene proteínas de un valor biológico mayor que otros granos y es rica en grasas insaturadas. Además contiene carbohidratos y fibras soluble e insoluble.

Esta composición nutricional –sobre todo por su contenido en un tipo de fibra denominado betaglucano– la indican en las dietas para controlar o reducir el colesterol, así como la subida de la tasa de azúcar en la sangre después de las comidas.

Asimismo es un ingrediente recomendable en los regímenes de adelgazamiento porque favorece la sensación de saciedad.