Albaricoquero

Del albaricoquero no solo se obtienen los nutritivos albaricoques: también podemos aprovechar sus hojas en infusión como diurético, o el aceite esencial de sus semillas, que regenera la piel.

El árbol del albaricoque: usos nutricionales, medicinales y cosméticos

Los albaricoques llegan a la mesa a partir de junio, cuando el calor comienza a apretar y apetecen comidas más gustosas y refrescantes. Y, en efecto, estos frutos nos convienen, no solo porque son exquisitos y ayudan a calmar la sed, sino porque aportan vitaminas y preparan la piel para recibir el sol. No debería faltar como postre, incorporado en ensaladas imaginativas o transformado en zumo, mermelada, jalea o confitura.

Ahora bien: aunque el fruto deshidratado se encuentra en el herbolario, no es la única parte del albaricoquero con propiedades medicinales. También se emplean sus hojas secas en infusión, por su efecto diurético, y en cosmética es muy apreciado el aceite de sus semillas como regenerador de la piel en cremas, pomadas y geles, y para elaborar jabones y perfumes.

Características del albaricoquero

El albaricoquero (Prunus armeniaca) es originario de China y se sabe que los romanos lo plantaron en Europa, procedente de Asia Menor, hacia el siglo I antes de Cristo. Se cultiva en toda Europa, y en España existen grandes extensiones en Levante y Andalucía, aunque Turquía, Italia e Irán son los principales productores del mundo.

Son árboles algo más robustos que los ciruelos y melocotoneros, y alcanzan 8 metros de altura fácilmente. Tienen las hojas oval lanceoladas, dentadas y agudas, las flores son blancas o rosadas, y el fruto, muy aromático, carnoso y de piel aterciopelada, amarilla o anaranjada. 

Propiedades del albaricoque: vitaminas para la piel

Los albaricoques contienen azúcares, pectina, abundantes betacarotenos, vitamina C y pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B, además de sales minerales.
Además de aportar vitaminas, estos frutos resultan útiles frente a las infecciones y protegen las mucosas digestivas y respiratorias.

En verano su consumo es muy recomendable, pues el betacaroteno ayuda a la piel a adaptarse a los rayos del sol y a broncearse sin peligro. Por su contenido en pectina, actúan además como un laxante suave, útil frente al estreñimiento y la retención de líquidos.

Los albaricoques deshidratados u orejones son una fuente privilegiada de minerales, en especial de hierro.

Orejones de albaricoques

Propiedades medicinales del árbol del albaricoque

  • Las hojas del albaricoquero también se han cosechado por ser un buen diurético, es decir, por su capacidad para eliminar líquidos, y como apoyo para tratar edemas e infecciones urinarias. 
  • Las semillas contienen, por su parte, glúcidos, ácidos fenólicos, heterósidos cianogenéticos como la amigdalina y taninos. De las semillas se obtiene un aceite por emulsión con propiedades similares a las del aceite de almendras, muy apreciado por la industria cosmética. Es emoliente, hidratante y dermo-regenerador, y se aplica en masaje sobre pieles agrietadas y envejecidas o en casos de dermatitis e ictiosis. 

Infusión diurética con hojas de albaricoquero

Los herbolarios suelen combinar las hojas del albaricoquero con otras plantas diuréticas como la cola de caballo, la gayuba y la grama para eliminar líquidos y combatir infecciones urinarias.

Cómo prepararla: Se mezclan las cuatro plantas a partes iguales y se emplean dos cucharadas soperas de la mezcla por cada medio litro de agua.

Cómo tomarla: Se deja hervir un minuto, que repose otros diez y se cuela. Se puede ir bebiendo la infusión a lo largo de todo el día. 

Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»

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