Tomar el sol representa siempre una situación de estrés para la piel, sobre todo la de las zonas más sensibles. Aunque la sensibilidad depende del tipo de piel, la hora del día y la latitud, se puede decir que a partir de los 15-20 minutos sin protección solar la piel empieza a sufrir. El tiempo se alarga si nos ponemos cremas protectoras con filtros solares (preferentemente, filtros minerales como los que se encuentran en las cremas naturales o ecológicas certificadas).

Si hemos estado al sol y hemos rozado el límite de tolerancia, conviene ponerse luego una crema aftersun con propiedades calmantes. En ningún caso se debe pensar que no importa quemarse un poco porque luego podemos ponernos un aftersun.

La publicidad de productos aftersun a menudo sugiere que las quemaduras solares no son tan malas, porque, después de todo, existe una maravillosa loción para después del sol. Los aftersun no son milagrosos, no pueden arreglar un desastre, solo sirven para continuar con el cuidado de la piel. Pero no sirve cualquiera. Muchos productos comerciales convencionales contienen conservantes, fragancias y emulsionantes derivados del petróleo con efectos secundarios. No es lo adecuado cuando la piel más necesita desinflamarse y frescura.

Lo malo en los aftersun convencionales

El objetivo de una crema aftersun es proporcionar frescura, reducir la hinchazón y aliviar cualquier molestia que pueda aparecer como consecuencia de la exposición de la piel a la radiación solar.

Los aftersun convencionales suelen contener parafinas (grasas derivadas del petróleo) y aromas sintéticos que pueden contener disruptores endocrinos, como el lilial (butylphenyl methylpropional), que fue prohibido por la Unión Europea el pasado mes de marzo, pero que todavía se encuentra en muchos productos.

Como muchos otros productos cosméticos, tambien contienen polietilenglicoles (en la lista de ingredientes verás que empiezan por PEG- o terminan por -eth), que aumentan la vulnerabilidad de la piel a las sustancias extrañas.

La alternativa con ingredientes naturales

Por suerte, los productos naturales con alguna certificación natural o ecológica reconocida (como Ecocert, Cosmos, NaTrue, Cosmébio, etc.) no contienen estos ingredientes y recurren a sustancias naturales con propiedades antiinflamatorias como el gel de aloe vera, grasas vegetales que reparan la capa lipídica, como la mantequilla de karité, o los aceites de coco, almendras o soja o glicerina vegetal.

Haz tu propio spray aftersun

Te proponemos uno aftersun casero elaborado con cuatro ingredientes que ayudan a la piel a recuperarse después de haber estado expuesta al sol.

Ingredientes (para una botella de spray de 100 ml):

  • 75 ml de hidrolato (agua de flores), por ejemplo, agua de lavanda, agua de hamamelis o una infusión de té verde (fría).
  • 2 cucharadas de gel de aloe vera puro.
  • 15-20 gotas de vitamina E (tocoferol, disponible en farmacias)
  • 5-8 gotas de aceite esencial de lavanda, bergamota o árbol de té

Mezcla los ingredientes en una botellita de cristal, previamente desinfectada al baño maría, dotada de pulverizador.

Este spray casero tiene una vida útil de cuatro a seis semanas. Si has usado té verde, la duración se reduce a 5-6 días. Guárdalo en la nevera para conservarlo y para aumentar la sensación de frescor al aplicarlo.

Antes de cada aplicación, agítalo brevemente para que todos los ingredientes se vuelvan a mezclar bien. Luego rocía la piel generosamente y disfruta de la agradable sensación que deja. Si es necesario, el procedimiento se puede repetir varias veces al día.

Para un tratamiento intensivo, puedes agregar medio pepino frío a la mezcla. Tritúralo todo en una procesadora y luego pasa la mezcla por un colador de malla fina.