Nuestro cuerpo, como todas las casas, precisa limpieza con cierta regularidad. Durante una cura depurativa ofrecemos un descanso físico, una especie de tregua a nuestro sistema digestivo y la limpieza tiene la oportunidad de llegar hasta el último rincón de nuestros tejidos. Es una excelente manera de emprender con un poco de orden un nuevo ciclo que empieza.

Realizar una dieta depurativa tiene, además, su contrapartida emocional, mental e incluso espiritual, pues nos desprendemos del lastre que no precisamos y eso nos permite caminar más ligeros y proponernos metas más elevadas. En cierto modo durante unos días somos un poco más ángeles y menos humanos.

En este vídeo te ofrecemos un resumen de cómo se hace la cura de sirope de arce con zumo de limón, de la que encontrarás más detalles abajo, al final de este artículo:

Por qué limpiar el cuerpo con una dieta depurativa es saludable

Las toxinas de las que nos desprendemos pueden proceder de los alimentos que comemos, de los fármacos o de sustancias estimulantes. Quien realiza una cura puede observar, por ejemplo, que las secreciones corporales desprenden un olor diferente, más fuerte.

Sin embargo, otras veces pueden tener incluso cierto origen emocional, es decir, una emoción que nos ha preocupado de forma prolongada puede haber conseguido tensar, contraer o inhibir alguna zona de nuestro cuerpo, lo que a la larga ha acabado provocando su mal funcionamiento.

Eso desemboca en las llamadas enfermedades o alteraciones "funcionales", en las que celularmente todo parece correcto pero el cuerpo no acaba de marchar a la perfección.

Al realizar una dieta depurativa pueden aclararse también aspectos de esa esfera emocional. Por este motivo resulta tan tranquilizador realizar una limpieza, pues se renueva el cuerpo pero también lo hacen la mente, las emociones y el espíritu.

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Por qué limpiar el intestino con una dieta depurativa

Una de las claves de la salud se encuentra en el intestino delgado.

Según el naturismo clásico, nuestro organismo se "intoxica" por sustancias que le llegan del mundo exterior, es decir por alimentos que no siempre son de buena calidad o que contienen residuos tóxicos -también presentes en el agua del grifo y sobre todo a consecuencia de los excesos de la dieta.

Sin embargo, la falta de tiempo o la simple desidia impiden el mantenimiento del intestino en condiciones adecuadas de limpieza, lo que es causa de fermentaciones, acúmulo de residuos en su interior y digestiones lentas, que pueden conducir a un verdadero estado de autointoxicación.

Para la medicina naturista, ese estado no se evidencia en forma de una enfermedad concreta sino en una suma de posibles síntomas, no especialmente graves pero sí bastante incómodos.

Puede tratarse de alergias, cansancio crónico, piel excesivamente seca o grasa, insomnio, malhumor, etc. Y aunque las consecuencias de una dieta inadecuada se acaban reflejando también en el funcionamiento del intestino grueso, su capacidad para procesar el material que le llega es pequeña comparada con la gran actividad que presenta el intestino delgado.

La anatomía del intestino delgado ya indica la complejidad de su función. De entrada, su longitud presenta una gran variabilidad entre las personas, pues oscila entre cuatro y siete metros, y está formado por diferentes capas, repletas de células de diferente estirpe y muy especializadas en su función.

La capa interna del intestino delgado presenta repliegues, que a su vez están formados por vellosidades intestinales, con una textura similar a la de una toalla.

Con un microscopio potente, se observa que cada bucle de esa toalla está formado por multitud de células que contienen unas microvellosidades, responsables de la absorción de los principios activos de la alimentación.

Los pliegues y repliegues que finalizan en esas microvellosidades intestinales (¡unas 200.000/mm2!) hacen que la dimensión teórica de la superficie de nuestro intestino delgado (apenas 15 m2) pase a adquirir una superficie media de absorción real de 300 m2.

Qué tipo de dieta depurativa hacer

Tradicionalmente, la medicina naturista aconseja realizar una limpieza corporal con una dieta que contenga abundantes líquidos.

Por ejemplo, a base de zumos de fruta, mucha agua, infusiones o bien algún alimento con propiedades depurativas (fresa, uva, cereza, limón...). Eso significa tomar cuantiosas ensaladas y macedonias de fruta.

Sin embargo, este tipo de dieta no es adecuada para todo el mundo. Viene a ser una especie de "café para todos" que, si bien es cierto que ha liberado a muchas personas de problemas que venían arrastrando durante años, a otras no les ha ido tan bien.

La acupuntura aporta más información al respecto, pues considera que este tipo de dieta depurativa resulta excesivamente "fría" o excesivamente yin. Por este motivo es adecuada para aquellas personas que presentan un desequilibrio de "exceso de fuego" o "exceso de yang", como sueño agitado, gastritis, reflujo ácido, gingivitis, piel seca, etc.

Pero puede ser perjudicial para las personas que sufren síntomas por exceso de "frío", como por ejemplo determinadas diarreas, bradicardias, sensación de cabeza pesada, distensión del abdomen, edemas en los pies, etc.

De manera que lo ideal sería obtener en primer lugar un correcto diagnóstico de cuál es la situación real de partida.

Un buen acupuntor puede orientar al respecto. Nos hará unas cuantas preguntas, observará nuestra lengua, nos tomará el pulso, presionará determinados puntos de nuestra superficie corporal y establecerá un diagnóstico energético.

Si eso no es posible, uno mismo también puede obtener ciertas pistas. Para ello existen algunos puntos clave. Por ejemplo, si somos frioleros (yin) o más bien calurosos (yang). Observando nuestras preferencias podemos llegar a la conclusión correcta.

Según nuestro carácter o nuestras preferencias:

  • Si a menudo nos apetece un caldo calentito de verduras, abrigarnos en la cama y tendemos a la somnolencia nuestra situación es más bien yin o "fría".
  • En cambio, si somos inquietos y padecemos insomnio, tenemos alta sensibilidad para percibir olores, somos extrovertidos y nos desagrada el calor, tendemos a estar en una situación yang o "caliente".

Según las molestias típicas:

  • La rinorrea acuosa (la típica «gota» nasal), molestias al tragar, orina excesiva y clara y la piel pálida son algunos de los síntomas típicos yin o de "frío".
  • Los episodios breves de epistaxis (sangrado nasal), la rinitis alérgica, el asma alérgico (que empeora con la subida de yang en primavera), una orina oscura y concentrada, la piel seca y la urticaria son fenómenos típicamente yang o "calientes".

La medicina convencional no suele dar demasiada importancia a estas diferencias y combate una rinitis crónica con nebulizadores de cortisona, tanto si tiene unas u otras características. Pero tampoco la medicina naturista clásica considera esas diferencias. Y a la vista están los resultados.

Un amigo mío, naturista consecuente, realizó hace unos años una dieta depurativa a base de zumos de fruta, la cual evolucionó hacia una colitis con diarrea y dolor abdominal, que le obligó a guardar cama (con varias mantas) y permanecer de baja laboral durante un par de meses.

Según interpreta la acupuntura, mi amigo estaba en una situación yin y la dieta depurativa que tenía que haber realizado era más bien a base de remedios "calientes" (infusiones, caldos, sopas, etc.). De ello se desprende que en primer lugar conviene tener claro de qué situación partimos.

Además, hay que ser algo pacientes. Eso significa que debemos entrenar el organismo para que sea capaz de sobrellevar la limpieza de manera cómoda.

Lo ideal es realizar antes de la dieta una preparación previa, por ejemplo cenando muy ligero durante una semana, a base de zumos, caldos, infusiones, etc.

Cómo hacer la dieta depurativa para limpiar el organismo

El poder curativo del organismo actúa desde dentro hacia afuera, y no al revés.

Esta es una norma importante: toda cura comienza desde dentro hacia afuera y los síntomas que nos molestan suelen desaparecer en orden inverso de como se presentaron.

Además, por así decirlo, en el cuerpo existe un "departamento" encargado de dar salida a todo lo inservible o tóxico que ha sido introducido o producido en él.

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Una especie de drenaje que cuando le damos la oportunidad se emplea a fondo para eliminar todo lo que nos sobra. En este sentido es importante, cómo no, la evacuación correcta del intestino. Sin embargo, éste no es el único canal de desintoxicación.

Es muy importante pero también hay que mantener en buenas condiciones los sistemas renal y linfático, así como la piel y los pulmones, pues todos estos órganos participan también en la eliminación de toxinas.

3 hábitos para que la dieta depurativa sea más eficaz

Estos consejos ayudan a que la dieta depurativa para limpiar el cuerpo desde dentro sea más eficaz:

1. Descansar bien

Es obvio que necesitamos alimentos para vivir. Es cierto que para mantener el cuerpo en condiciones es preciso moverlo, estirarlo y hacer que sude.

Pero hay otro aspecto de la vida que no debemos olvidar, y es el descanso. Para la mayoría de la gente, descansar significa sentarse en el sofá o estirarse en la cama. Sí, efectivamente, así se descansa un poco.

Pero en esta ocasión nos referimos a descansar de manera más profunda, sobre todo cuando el cuerpo lo está pidiendo de manera evidente.

Un resfriado en ciernes, una ligera indigestión, el inicio de una cefalea, etc. son situaciones que se pueden solucionar simplemente metiéndose en la cama. Eso es mucho más saludable e inteligente que tratar de esconder los síntomas con un analgésico o un café para seguir batallando.

Dejemos que el descanso haga el trabajo por nosotros.

2. Darnos masajes

El masaje es otra manera deliciosamente exquisita de relajarse. El estado del sistema nervioso y de la mente se correlacionan con el estado de la musculatura, por lo que el masaje corporal es un camino que nos conduce hacia la mente subconsciente.

Algunos masajes son preferibles a otros. Uno muy eficaz para este propósito es el método Trager, un sistema que utiliza el balanceo de los miembros y ciertos movimientos como de "lanzamiento" de las extremidades, que permiten a la persona entrar en un profundo estado de relajación.

Por otra parte, los masajes orientales, dados por un buen profesional, ofrecen poderosas herramientas para el reequilibrio corporal y emocional a niveles profundos. El masaje ayurvédico, clásico de la India, el shiatsu (japonés), el tuina (chino), el masaje tradicional tailandés y el masaje tibetano resultan muy adecuados en ese sentido.

La persona suele salir de los masajes más abierta, más flexible, más lúcida, más amable y más serena.

3. Beber mucha agua

La hidroterapia es enormemente beneficiosa para las enfermedades del intestino.

Para estimular un intestino perezoso se puede aplicar diariamente, por las mañanas o por la noche, antes de acostarse, una compresa humedecida con agua fría sobre el abdomen (de media a una hora de duración).

Con la sauna se pueden eliminar sustancias tóxicas a través de la piel, siempre que el organismo esté correctamente hidratado. La única precaución que se ha de tomar es tener a mano una jarra con agua e ir bebiendo mientras se suda.

Según la temperatura y el entrenamiento, se puede permanecer en ella de diez a veinte minutos, o bien hasta tener la sensación de haber transpirado bastante.

Al principio de una infección vírica, como el típico resfriado primaveral, una sauna puede curarlo o disminuir su intensidad considerablemente.

Como precauciones, no hay que tomar una sauna en caso de tener la tensión arterial demasiado baja y se ha de reposar y seguir bebiendo líquidos después de tomarla para permitir que los riñones finalicen el proceso de desintoxicación adecuadamente.

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La cura depurativa del sirope de arce con limón

Es una de las más utilizadas por su poder desintoxicante y porque ayuda a "quemar grasas", pero además porque permite que la persona se sienta con fuerzas.

En los últimos años, la cura del sirope de arce se ha popularizado en nuestro país gracias en gran medida a que resulta compatible con la actividad laboral.

Los azúcares y las calorías que aporta el sirope (52 por 20 g) proporcionan la energía suficiente como para que la persona mantenga la mente despierta y no sienta cansancio o debilitamiento.

La combinación de sirope de arce y zumo de limón reduce los depósitos de grasas donde se acumulan las toxinas, disminuye los niveles de colesterol y mejora el aspecto de la piel.

La cura puede servir para adelgazar, para depurarse o para un ayuno de tipo más espiritual. Puede ser más o menos larga (entre tres y siete días).

  • El primer día se puede tomar, por ejemplo, cerca de un litro de agua con 15 cucharadas de sirope, el zumo de un limón y una pizca de guindilla seca en polvo, que contribuye a generar calor interno, además de toda el agua que apetezca.
  • El segundo día puede tomarse un litro de agua, 2 limones, 15 cucharadas de sirope y la guindilla.
  • El tercero, un litro y medio de agua con el zumo de tres limones, 15 cucharadas de sirope y la guindilla en polvo.
  • Del cuarto al séptimo se beben cada día dos litros con el zumo de cuatro limones, 15 cucharadas de sirope y la guindilla. Además, puede beberse agua a voluntad pero absteniéndose de otros alimentos.

La cura de sirope de arce y zumo de limón puede considerarse un ayuno atenuado, pues los azúcares del arce proporcionan cierta energía mientras que el zumo de limón activa la depuración hepática.

Eso la hace más fácilmente compatible con el trabajo. De todos modos, hay que tener en cuenta que en todos los ayunos el aliento empeora y eso también incluye al de sirope de arce.