El masaje tiene como finalidad la recuperación y rehabilitación física de los procesos patológicos o las lesiones.

Muchas jurisdicciones (como la española) lo consideran un acto sanitario y, como tal, debe ser realizado bajo prescripción médica por personal acreditado.

Hoy los profesionales que dan masajes en sus diferentes modalidades son médicos, fisioterapeutas, masajistas, quiromasajistas y esteticistas.

Aprender a dar masajes

Es importante entender que bajo las manos hay una piel, un músculo, un tendón, una arteria, una vena, un nervio, un hueso: una persona que tiene nombre. Si no se la conoce, mal se la puede tratar.

Hay que aprender sobre el cuerpo, sobre lo que se toca con las manos. A veces lo que cuenta no es tanto la profesión como lo que se sabe.

Es necesario reglar quién debe dar masajes, pero mientras no esté reglado ¿ quién puede hacerlo? La respuesta es obvia: todo aquel que sabe darlo, y el que no sepa puede comenzar a practicar para aprender.

¿Cómo debe entenderse el masaje? ¿Como una práctica médica que los médicos casi no ejercen? ¿ Como una práctica de fisioterapeutas o de expertos?

Hace unos años, un profesor de medicina me decía: "Los médicos se están quedando inútiles, han perdido las manos, apenas las usan para diagnosticar y menos para tratar; salvo los cirujanos" . Y tenía razón.

Es importante que el médico sea experto en el manejo de las manos para curar. Pero el acto de masajear está en la base de la salud. Es preciso que esté al alcance del médico, pero también de todos sus pacientes.

Pero también hay que pensar que el propio paciente y su familia son a veces los mejores terapeutas. Es bueno que se promocione la enseñanza a los pacientes.

Masajes en los bebés: beneficios

Desde que se nace, los abrazos y las caricias de la madre son el primer contacto, la génesis del amor maternal y de las relaciones humanas. El masaje ayuda al niño a sentirse querido, vinculado a su madre y estimulado.

Le ayuda en su desarrollo y en la absorción del alimento, favorece el aumento de peso y la cicatrización de heridas, alivia los traumatismos, mejora el sueño y el descanso, disminuye las hormonas de estrés y calma el dolor.

En el ayurveda de la India y en otras tradiciones, el abuelo le enseñaba al niño y era costumbre que todo el mundo practicase y diese el masaje. A lo largo de la historia cada país ha desarrollado su sistema y escuela, adaptando su práctica a las características climáticas y temperamentales de cada pueblo.

Recomendaciones para dar y recibir masajes

Algunas recomendaciones que pueden seguirse en cualquier caso a la hora de dar un masaje o recibirlo son las siguientes:

  • Las maniobras de un masaje no tienen que causar dolor, por lo que conviene estar atento a las reacciones de quien recibe ese masaje, aplicando un contacto progresivo y extenso al principio y centrándose luego en las áreas más limitadas y tensas.
  • No realices nunca maniobras que no estés seguro de controlar y pregunta siempre a quien recibe el masaje cómo las siente.
  • No te dejes tocar por personas que no te inspiren confianza.