Las olas de calor se suceden en los veranos del cambio climático y los récords de temperaturas registradas se superan. En España, en los últimos cinco días, del 10 al 15 de julio, se han registrado 360 fallecimientos relacionados con el calor.

La ola de calor del mes de junio pasado, que pasará a la historia por ser de las más tempranas y largas de la historia de España, costó la vida a 714 personas, según los registros del MoMo (sistema de vigilancia diseñado para detectar excesos de mortalidad en las diferentes épocas del año).

En mayo hubo otras 58 muertes por calor, otra señal más de lo rápido que ha llegado el calor este año. En 2021, en MoMo sólo se registraron 2 fallecimientos asociadas a las temperaturas elevadas en el mes de junio.

Las previsiones de la Asociación Española de Meteorología (AEMET ) para este verano llaman a la cautela porque se prevé que será muy cálido y seco.

¿Cómo afecta a la salud una ola de calor?

Las altas temperaturas del aire y la intensa radiación solar favorecen la formación del gas irritante ozono cerca del suelo. En esos días, muchas personas sufren de lagrimeo, tos y dolores de cabeza, independientemente de la actividad física. Los síntomas desaparecen cuando cesa la ola de calor.

¿Se puede morir de calor?

Si estás expuesto al sol durante mucho tiempo sin sombrero, corres el riesgo de que se acumule calor en el cerebro. También puede irritar las meninges, causando que el tejido cerebral se inflame.

Las consecuencias son dolor de cabeza y de cuello, náuseas, mareos y vómitos. En casos extremos, también se puede provocar un edema cerebral, lo que puede provocar pérdida del conocimiento e incluso la muerte. Los niños y los hombres mayores están particularmente en riesgo.

Si todo el cuerpo se sobrecalienta, la temperatura puede subir a más de 40 grados en poco tiempo. Un "golpe de calor" de este tipo puede resultar fatal.

¿Por qué a veces se sobresatura el cuerpo con el calor?

Para describir los procesos de control de la temperatura corporal, el concepto esencial es "enfriamiento por evaporación", que se da cuando el sudor se evapora de la piel para enfriarla. Sin embargo, la producción de sudor -y, por tanto, el enfriamiento- puede verse restringida en personas enfermas o ancianas.

Los medicamentos también pueden provocar que alguien sude menos de lo que debería. Además, la circulación sanguínea en la piel disminuye con la edad, por lo que se puede liberar menos calor a través de la piel.

El mecanismo de autoayuda del cuerpo puede llegar a sus límites: si ya no es posible refrescarse sudando a temperaturas muy altas o por un calor prolongado, existe el riesgo de acumulación de calor.

Los vasos sanguíneos de los brazos y las piernas se dilatan, la presión arterial desciende, y la reducción del flujo de sangre al cerebro puede provocar una pérdida de consciencia.

¿Cómo prevenir el golpe de calor?

  • Mantente hidratado bebiendo al menos dos litros de agua, que puede ser fresca.
  • No te expongas al sol en las horas centrales del día. Permanece todo el tiempo que puedas en interiores o a la sombra.
  • Lleva sombrero
  • Si estás acalorado, échate agua fresca por la cabeza y por la nuca y pon en remojo las manos y los pies.

¿Quién está en riesgo por el calor?

Los médicos están de acuerdo en que las personas mayores corren un riesgo particular por el calor, especialmente si no beben lo suficiente. Las sociedades médicas advierten de que su sensación de sed se reduce y, a veces, se olvidan de beber por completo.

Pero la tolerancia al calor también puede variar significativamente en las personas más jóvenes. Las infecciones y enfermedades agudas hacen a las personas más vulnerables a la deshidratación.

El exceso de ejercicio, la insuficiente adaptación al calor y el consumo de medicamentos también favorecen enfermedades como la insolación, el colapso por calor o el golpe de calor.