Parecen una sustancia homogénea, a menudo son transparentes, pero los aceites esenciales que se utilizan con fines terapéuticos son sustancias químicamente muy complejas donde se combinan hasta 300 moléculas distintas.

Gerhard Buchbauer, profesor de química farmacéutica en la Universidad de Viena, ha investigado los aceites esenciales utilizados en aromaterapia y destaca como protagonistas de su composición a los compuestos orgánicos volátiles que percibimos a través del olfato.

El doctor Wolfgang Steflitsch, vicepresidente de la Asociación Austriaca de Aromaterapia, explica que existen evidencias científicas de alta calidad sobre la efectividad de los aceites esenciales para tratar infecciones virales, bacterianas, fúngicas y parasitarias, y para aliviar las dificultades para dormir y el dolor. Los aceites también pueden mejorar los estados de ánimo, como la ansiedad, la depresión y reducir el estrés.

¿Por qué resultan efectivos? La respuesta parece estar en la forma en que sus compuestos volátiles llegan al organismo a través del olfato y la piel.

Cómo actúan a través del olfato y la piel

Los aceites esenciales se extraen de las raíces, flores, hojas o semillas de plantas mediante vapor o aplicando una presión física. El calificativo "esencial" se refiere al hecho de que el aceite contiene la "esencia" de la planta (es decir, los productos químicos naturales que proporcionan su olor o sabor distintivo.

  • Cómo se aplican. Los aromaterapeutas recomiendan que los aceites se inhalen directamente de un frasco, un paño o la palma de la mano, o que se masajeen la piel después de diluirlos en un aceite portador, como aceite de oliva o aceite de almendras dulces. También se pueden diluir en el agua de baño o geles, cremas y champús.
  • Cómo se absorben por nariz y piel. Cuando se inhalan, la absorción de los compuestos volátiles por la nariz es tan rápida como una inyección intravenosa, asegura Buchbauer. La absorción a través de la piel es más lenta porque algunos de sus compuestos químicos tienen que atravesar el tejido graso e incluso pueden almacenarse allí.
  • Con precaución. Debido a su potencia, es importante usar solo unas pocas gotas diluidas en otro aceite, porque si se aplican directamente sobre la piel pueden irritarla o aumentar la sensibilidad a los rayos solares.
  • Por qué el olfato juega un papel esencial. El sentido del olfato desempeña un papel importante en la forma en que los aceites esenciales actúan sobre el organismo. Cuando se inhalan, estimulan los receptores del olfato en la nariz, que envían mensajes químicos a través de los nervios al sistema límbico en el cerebro, lo que afecta los estados de ánimo y las emociones, y puede tener algunos efectos fisiológicos.

Evidencias científicas sobre los aceites esenciales

La melisa es capaz de reducir la agitación en pacientes con demencia, según un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychiatry. Otros estudios confirman que los aceites esenciales de cítricos actúan como agentes antiinflamatorios.

Otro aceite de eficacia probada es el de árbol de té, que puede ser un tratamiento eficaz para el acné. En un ensayo clínico, los investigadores compararon el gel que contiene aceite de árbol de té con un producto de peróxido de benzoílo y encontraron que este funcionaba un poco mejor, pero que el aceite de árbol de té tenía menos efectos secundarios.

Algunos trabajos preliminares han sugerido que el aceite de menta puede ayudar con el síndrome del intestino irritable, aunque las indicaciones tradicionales son como descongestionante y para tratar los dolores de cabeza y musculares.

El aceite de lavanda se emplea para la ansiedad, inquietud, insomnio, depresión, dolor de cabeza, malestar estomacal y pérdida de cabello. Algunos estudios indican que puede ser útil, combinado con tomillo, romero y cedro, para combatir la alopecia areata.

Posibles efectos secundarios de los aceites esenciales

La inhalación de los vapores de los aceites esenciales es segura para la mayoría de las personas, si se utilizan correctamente (no excediéndose en las dosis y diluyéndolos en aceites básicos cuando se aplican sobre la piel). No obstante, el uso continuado de algunos puede presentar efectos indeseables, lo que prueba su potencia.

Por ejemplo, los aceites de artbol de té y lavanda contienen pequeñas cantidades de fitoestrógenos que imitan la acción de las hormonas femeninas. Su uso continuado puede causar agrandamiento del tejido mamario en preadolescentes, según un estudio publicado en el New England Journal of Medicine.

Referencias científicas: