El aumento de las temperaturas se ha convertido, en los últimos años, en un factor de malestar físico, e incluso en un agresor para la salud de muchas personas que sufren hipotensión.

Con el calor se produce un incremento de la vasodilatación periférica del organismo y, como consecuencia, desciende la presión arterial, con los síntomas que ello conlleva. Además, durante el verano, con más luz y más vitamina D procedente del sol, la presión arterial tiende también a reducirse significativamente. ¿Qué hacer si se produce una lipotimia por calor?

lipotimia por calor: qué es y por qué ocurre

La hipotensión vasovagal, es un desmayo o lipotimia que ocurre en situaciones en que hay una superestimulación del sistema nervioso parasimpático por exceso de calor, fiebre, dolor intenso, una mala noticia, etc. Para entender por qué ocurre, debemos comprender cómo funciona la tensión arterial.

La tensión arterial es la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de los vasos sanguíneos, tanto en la fase de impulso, cuando sale del corazón (sístole), como en la fase de retorno y llenado (diástole). La presión sistólica o tensión máxima oscila entre los 90/120 mmHg, mientras que la presión diastólica o mínima alcanza valores entre 60/90 mmHg.

Con el calor, los vasos sanguíneos  se ensanchan y eso hace que la sangre circule a menos presión, lo que hace que la tensión baje.

Cuando una persona tiene la tensión arterial baja, el corazón no está impulsando la sangre con la suficiente fuerza. Si la lectura de la presión sistólica es menor de 90 mmHg, se considera hipotensión. En este caso, la diastólica también suele estar baja, por debajo de 60 mmHg.

Estos valores indican que los órganos no están recibiendo suficiente cantidad de sangre y que, por lo tanto, las células no obtienen todo el oxígeno y los nutrientes que necesitan. Tampoco los desechos son eliminados correctamente, y se producen síntomas como pesadez, falta de vitalidad, visión borrosa, náuseas, inestabilidad e incluso desmayos. Aunque, claro está, no es lo mismo presentar un episodio esporádico de hipotensión que tenerla baja de forma continua.

Quiénes puden sufrir una lipotimia por calor

Lo que se considera presión arterial baja para unos puede ser normal y no provocar ningún tipo de síntoma, mientras que para otros es motivo de debilidad, mareos y desmayos.

Algunas personas pueden tener predisposición a la hipotensión, especialmente si son de la llamada tipología asténica. Esas personas suelen tener, junto a una tensión arterial baja, un tejido conjuntivo laxo, musculatura flácida, huesos delgados y frágiles, y en general una piel pálida. Refieren a menudo cansancio físico y psíquico, necesidad de dormir mucho, manos y pies fríos y una gran excitabilidad nerviosa.

La temperatura es un factor ambiental que incide directamente sobre el equilibrio circulatorio.Pero también existen otras situaciones transitorias que predisponen a padecer hipotensión:

  • Deshidratación. La falta de agua es una de las causas más habituales de baja presión. La fiebre, los vómitos, las diarreas, el uso excesivo de diuréticos y el ejercicio extenuante pueden provocar debilidad y una caída de la tensión.
  • Edad. Tanto las mujeres jóvenes de bajo peso o con menstruaciones abundantes, como las personas mayores de 65 años la sufren con mayor frecuencia.
  • Carencias dietéticas. Un déficit de hierro, de vitamina B12 o de folatos puede provocar que el cuerpo no produzca suficientes glóbulos rojos (anemia), lo que genera presión arterial baja.
  • Estar embarazada. Las bajadas de tensión son más frecuentes en mujeres en estado de gestación, ya que el sistema circulatorio se expande durante el embarazo.
  • Medicamentos. La ingesta de ciertos fármacos como ansiolíticos, antidepresivos, antihistamínicos, diuréticos… pueden provocar episodios de baja presión.
  • Padecer ciertas enfermedades. Sufrir una infección, una hemorragia, dolencias gástricas, diabetes, sobrepeso, hipotiroidismo, problemas cardíacos, así como conmociones psíquicas graves, puede afectar a la presión.
  • Estrés emocional. El sistema circulatorio puede verse alterado cuando una persona debe enfrentarse a situaciones estresantes, padece baja autoestima o también si experimenta un gran disgusto o recibe un shock emocional.

lipotimia por calor: Remedios de urgencia

Ante un golpe de calor o una caída brusca de la presión (lipotimia), estas pautas ayudan:

  • Busca una sombra y procura tumbar a la persona de lado en un lugar fresco y aireado. Afloja su ropa y eleva sus piernas a 45º para favorecer el retorno de la sangre y oxigenar mejor el cuerpo, en especial el cerebro.
  • Se puede aplicar hielo o un paño mojado en la nuca o en la frente para reactivar la circulación de la sangre.
  • El exceso de calor hace que el organismo pierda mucho líquido a través del sudor y sufra una mayor vasodilatación. Si está consciente, dale a beber un vaso de agua fresca, pero no fría.
  • A medida que la persona se recupera, lo mejor es darle un alimento salado, como unas almendras saladas, unas aceitunas o pan con aceite y sal.

cómo prevenir la lipotimia por calor

Estas rutinas ayudan a las personas que tienen tendencia a sufrir síntomas de hipotensión:

  • Remineralizarse. Una buena opción es añadir una ampolla de agua de mar (10 ml) al primer vaso de líquido de las mañanas.
  • Comer alimentos ricos en hierro, vitamina B12 y ácido fólico como las legumbres, las verduras de hoja verde, las espinacas, las frambuesas y la quinoa.
  • Tomar infusiones de jengibre o regaliz, y evitar aquellas con efecto diurético como la cola de caballo, la ortiga, el diente de león…
  • Practicar ejercicio y mantener un peso equilibrado.
  • El yoga y la respiración consciente ayudan a equilibrar el flujo energético del cuerpo y a mejorar las dolencias circulatorias.

Aceites esenciales para prevenir bajadas de tensión

La aromaterapia puede ser de ayuda a las personas con tendencia a la presión baja. Los aceites esenciales se pueden ingerir, respirar o aplicar por vía tópica. Consulta a un profesional para que te aconseje el más adecuado según sea la causa de tu hipotensión y cómo tomarlo.

  • Lavanda vera (Lavandula angustifolia) ayuda cuando la hipotensión es resultado de una situación estresante o un ataque de ansiedad.
  • Menta (Menta arvensis). Mitiga algunos síntomas derivados de la hipotensión, como las náuseas, los mareos y las cefaleas.
  • Pino (Pinus sylvestris). Posee propiedades hipertensoras, inmunoestimulantes y expectorantes. Ideal cuando hay astenia por infecciones respiratorias.
  • Romero (Rosmarinus officinalis). Tonifica, activa la circulación y ayuda a la recuperación muscular.

otros tipos de hipotensión (presión baja)

Aunque tener la presión baja se considera más saludable que tenerla alta, si se sufren bajadas de tensión habitualmente y no responde a una situación puntual provocada, por ejemplo, por un exceso de calor, es preciso averiguar qué tipo de hipotensión se padece para tratarla de forma adecuada:

  • Hipotensión ortostática o postural. Dura unos segundos y se produce al levantarse después de estar acostado o al hacer un cambio repentino de postura. Es más habitual en personas mayores que han perdido la capacidad de regularla al realizar un cambio postural.
  • Hipotensión postpandrial. Se presenta entre 1 y 2 horas después de la comida, debido a que el flujo sanguíneo se concentra mayormente en el sistema digestivo.
  • Hipotensión neural. Consiste en un descenso de la presión arterial después de permanecer de pie durante un periodo de tiempo prolongado. Afecta principalmente a adultos jóvenes y niños.
  • Hipotensión multisistémica. Es poco frecuente y se conoce como síndrome de Shy-Drager, afecta al sistema nervioso que controla las funciones involuntarias como la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la respiración y la digestión.

Complementos naturales para la presión baja

En los casos de hipotensión crónica resultan útiles algunos suplementos naturales que ayudan a elevar la tensión de manera natural.

  • Bioflavonoides: Son moléculas antioxidantes que ayudan a mantener los vasos sanguíneos en buen estado. Los cítricos, los frutos rojos, las cebollas, el brócoli, el té verde y el cacao son ricos en bioflavonoides. En forma de complemento dietético, la dosis oscila de 500 a 1.500 mg al día.
  • Coenzima Q10: Es esencial para la producción de energía en las células. Favorece la oxigenación de los tejidos y es antioxidante. Combate la fatiga, protege el corazón y mejora la tolerancia al esfuerzo. Dosis: de 100 a 300 mg al día.
  • Eleuterococo: Esta planta adaptógena, que se conoce también como ginseng siberiano, es efectiva para tratar las bajadas de tensión, así como el cansancio, la falta de concentración y la debilidad asociados a esta condición. Dosis: 300 a 600 mg diarios.
  • Vitamina C: Actúa como antioxidante y protectora del endotelio que envuelve los capilares y vasos sanguíneos, por lo que es muy recomendable cuando hay problemas circulatorios. Dosis: 1.000 mg diarios.