Las lentejas son una fuente excelente de proteína (23,5% del peso en seco), vitaminas del grupo B y minerales como hierro, magnesio, selenio y zinc. Si el aporte proteínico es elevado, el de hidratos de carbono prácticamente lo dobla, superando la mitad de su peso en seco. Esto significa un gran aporte de energía tanto para las actividades físicas como para alimentar el cerebro en la concentración y el estudio.
Se trata, además, de hidratos de carbono complejos y de absorción lenta, por lo que la glucosa pasa a la sangre de forma progresiva sin originar picos de glucemia. Esto resulta particularmente beneficioso para las personas diabéticas. Su índice glucémico, entre 21 y 30 según la variedad, se sitúa muy por debajo de la media.
Finalmente son extraordinariamente ricas en fibra digestiva, tanto soluble como insoluble, que contribuye a esa lenta absorción de la glucosa. La fibra proporciona, además, un elevado poder saciante, facilita el tránsito intestinal, ejerce un efecto prebiótico sobre la microbiota y reduce el riesgo de cáncer de colon. También ayuda a eliminar sales biliares y colesterol.
Las 7 variedades más apreciadas de lentejas