La mezcla de agentes químicos artificiales con efectos sobre el sistema hormonal a la que todos estamos expuestos produce un efecto sobre el cerebro más perjudicial de lo que se sabía hasta ahora.

Según una investigación liderada por el Instituto Karolinska de Estocolmo, el cóctel de disruptores endocrinos podría favorecer los trastornos del espectro autista, así como las discapacidades intelectuales.

Los científicos de las siete universidades suecas, cinco europeas y una estadounidense que participan en el proyecto EDC-MixRisk, financiado por la Unión Europea, consideran que las leyes y la evaluación de riesgos que se siguen en la actualidad no son capaces de descubrir todos los daños causados por los contaminantes ambientales.

Hay por lo menos dos razones para que los riesgos se estén pasando por alto. Según estos investigadores, la toxicología se basa en la exposición a sustancias individuales, cuando en realidad estamos expuestos a una combinación.

Los cócteles químicos actúan durante la gestación

Por otra parte, no se está estudiando adecuadamente la acción del cóctel durante la gestación. El efecto de los disruptores endocrinos durante la etapa fetal resulta "especialmente preocupante, porque puede provocar cambios irreversibles en el desarrollo de órganos y tejidos y aumentar la vulnerabilidad a patologías en etapas posteriores de la vida", explican.

En el proyecto EDC-MixRisk han intentado subsanar estar deficiencias mediante un enfoque nuevo, basado en la identificación y la prueba de mezclas de sustancias químicas artificiales relacionadas con efectos adversos sobre la salud.

Los científicos recurrieron a una base de datos epidemiológicos compuestos por más de 2.300 mujeres embarazadas (la denominada cohorte SELMA), crearon mezclas de químicos similares a las que se encuentran en las mujeres embarazadas y las probaron en cultivos de neuronas y en animales de laboratorio.

Hallaron que los disruptores endocrinos, en concentraciones similares a la vida real, interfieren con redes neuronales y con la expresión de genes relacionadas con trastornos del espectro autista y la discapacidad intelectual.

Interfieren sobre la glándula tiroides

Pudieron comprobar asimismo que los cócteles químicos actúan sobre la tiroides y sobre genes cuya expresión depende de la hormona tiroidea. Esta investigación en concreto fue llevada a cabo por el equipo de la profesora Barbara Demeneix, de la Universidad de París (Sorbona).

"La hormona tiroidea es esencial para el desarrollo del cerebro y los niños de madres con un deficiencia de esta hormona tienen un riesgo aumentado de sufrir un desorden del espectro autista o una disminución del cociente intelectual”, concretó Demeneix.

El professor Åke Bergman, coordinador del proyecto, ha explicado que “la utilización de mezclas nos ha permitido establecer el número de madres que se hallan en riesgo de que sus hijos sufran trastornos del desarrollo neuronal y sexual, el metabolismo y el crecimiento".

Disruptores endocrinos

Son ingredientes del cóctel químico estudiado sustancias como los ftalatos que se hallan en los plásticos blandos y en productos cosméticos, los pesticidas agrícolas o los retardantes de llama con que se tratan mucho bienes de consumo (desde electrodomésticos a colchones y muebles).