La palabra "desayuno" define muy bien esta comida pues se trata de romper el ayuno, uno de los momentos fisiológicamente más delicados de ayunar.
Y aún más complicado si tenemos en cuenta la sociedad en la que vivimos, que posee comida en exceso, pero a menudo demasiado refinada y de dudosa calidad.
Nuestro organismo es el fruto de generaciones acostumbradas a soportar y a sobrevivir a periodos más o menos largos de ayuno, a realizar mucho ejercicio para conseguir alimentos, y a sobrevivir y mantenerse con poca comida, pero rica en nutrientes esenciales.
Tenemos un organismo diseñado genéticamente para acumular grasa, un material idóneo para el transporte de calorías, siendo capaz de almacenar una gran cantidad de ellas (9 calorías por gramo) y con poco peso.
Es esencial conocer lo que le sucede al organismo durante el periodo de ayuno, pues de este modo somos más conscientes de la importancia que tiene desayunar bien.
qué pasa en tu cuerpo durante el ayuno nocturno
Durante el ayuno nocturno el hígado desempeña una función básica: desintoxicar el organismo para preservar su buena salud.
Esta limpieza resulta aún más productiva si el hígado no tiene que hacer el trabajo extra de asimilar una cena copiosa. De ahí que popularmente se diga que "un buen desayuno empieza con una buena cena".
Pero además, la primera comida después del ayuno debe respetar unas pautas que vienen indicadas por la acción de los jugos gástricos, la circulación, el metabolismo del agua y la función intestinal.
JUGOS GÁSTRICOS
En el ayuno disminuye la producción de jugos gástricos.
Al ingerir de nuevo alimentos los jugos vuelven a aumentar para facilitar la digestión. Para favorecer esta secreción hay que masticar bien los alimentos y que éstos sean preferentemente crudos, frutas ácidas (naranja, limón o manzana cruda), ácidos lácticos como los del yogur o hierbas aromáticas.
CIRCULACIÓN
Un tercio del trabajo que realiza el aparato circulatorio es abastecer la digestión.
Durante el ayuno esta tarea no se lleva a cabo y sí se activa al ingerir la primera comida del día. Esta actividad gástrica puede hacerse notar con una disminución de la vitalidad o un ligero mareo tras el desayuno.
Para contrarrestar esta reacción orgánica conviene reposar las comidas tumbado sobre el lado izquierdo y con aplicación de calor en el vientre para después desperezarse antes de empezar a moverse.
METABOLISMO HÍDRICO
El organismo después del ayuno vuelve a retener agua, con un doble objetivo: producir jugos digestivos y humedecer las mucosas y estabilizar la circulación.
Esta retención no debe impedirse tomando diuréticos, sino que hay que beber más agua sin tomar sal, que aumenta la acumulación hídrica.
FUNCIÓN INTESTINAL
Hay que darle tiempo al intestino para que regule su actividad sin recurrir a laxantes. Una alimentación rica en fibra facilitará su labor.
El desayuno ideal para romper el ayuno
Depende de cada persona, pues lo importante no es la cantidad sino la calidad de lo que se toma en el desayuno, pues la dietética es fruto de cada cultura y de su entorno.
En la nuestra recomendaría fruta fresca. Después sugiero tomar un yogur, una buena infusión, un puñadito de frutos secos, muesli o una rebanada de pan con aceite de oliva.
¿Es útiI fraccionar el desayuno en dos tomas?
Muchas personas toman un desayuno ligero a primera hora y un segundo desayuno, más completo, a mitad de la mañana.
Sí puede hacerse así, teniendo en cuenta que lo que se tome debe ir acorde a la actividad física que desempeñe cada persona para que el aporte calórico sea el adecuado.
¿Cuánta energía debe aportar el desayuno?
Desde mi punto de vista, la primera comida del día debe proporcionar la suficiente energía para romper el ayuno, lo que se puede traducir en unas 450 calorías, que pueden fraccio narse en dos tomas, una a primera hora y otra a media mañana como ya hemos citado.
¿Existen alimentos perjudIciales QUE DEBAN EVITARSE EN EL DESAYUNO?
Aunque mucha gente tiene la costumbre de desayunar huevos o embutido y vino, es contraproducente hacerlo, pues el alcohol, la proteína animal y las grasas pueden suponer una carga excesiva para el hígado sobre todo tras el ayuno.
Tampoco es sano tomar café ni medicación después de ayunar, ya que pueden dañar el sistema digestivo.
¿Qué papel desempeña la fruta en el desayuno?
La fruta fresca, a poder ser de la estación y el entorno cercano, mejora la producción de jugos gástricos, el metabolismo hídrico y la regulación intestinal, lo que convierte a este alimento en una extraordinaria ayuda para romper el ayuno nocturno, que en algunos países donde se cena temprano puede ser de hasta 13 o 14 horas.
¿Deben ser alimentos biológicos?
La dieta vegetariana es una de las mejores desde el punto de vista preventivo y curativo.
Por ello conviene que los alimentos apenas tengan sustancias tóxicas o, mejor aún, que procedan de la agricultura ecológica, que garantiza la ausencia de estas sustancias, más aún cuando se trata de la primera comida del día.
¿Y si no se tiene hambre a primera hora?
En realidad, no es necesario comer mucho a primera hora de la mañana, todo dependerá de cada persona. Hay quienes prefieren tomar un zumo de naranja y no comer nada hasta media mañana.
Lo importante es que una de las tres comidas principales sea completa, equilibrada y con alimentos de calidad que preserven sus nutrientes.
¿Es adecuado tomar bollería o galletas?
No es recomendable por la grasa saturada y los azúcares de absorción rápida que contienen pues, a pesar de que la industria alimentaria fomenta su consumo con publicidades atractivas, la composición nutricional de estos productos se aleja mucho de lo que sería un alimento sano y equilibrado.
¿Qué tomar en caso de estreñimiento?
Se puede favorecer el tránsito intestinal si se toma un vaso de agua en ayunas o bien se incluyen ciruelas, higos secos, muesli o pan integral en el desayuno.
La fruta fresca también estimula la evacuación, así como realizar un poco de ejercicio antes de desayunar. Asimismo hay que evitar las prisas, los nervios y la vida sedentaria.
¿Qué hábitos se han de adoptaren el desayuno?
Básicamente, es importante tomar conciencia de que la primera comida del día debe ser agradable y sana, en un entorno tranquilo y sin prisas, aunque a veces resulte difícil destinar un tiempo a esa actividad.
Asimismo la variedad de alimentos puede ser un reclamo para abrir el apetito, sobre todo el de los más pequeños de la casa.