Las hamburguesas vegetales llaman la atención. Algunas son muy parecidas a las de carne en aspecto e incluso en sabor. Parecen una buena opción para evitar los riesgos asociados a los productos cárnicos que, según la Organización Mundial de la Salud, son cancerígenos.

Pero, ¿los sustitutos de la carne son automáticamente más saludables? Echamos un vistazo de cerca a lo que hay en los sustitutos veganos y te mostramos los ingredientes que conviene evitar.

Aditivos polémicos en productos veganos

Las salchichas de tofu, el escalope de seitán y las hamburguesas con una mezcla de distintos ingredientes, como proteínas de guisante y remolacha, no son alimentos frescos, sino muy procesados.

Es por ello que en el proceso de elaboración también se utilizan a menudo aditivos emulsionantes, colorantes, potenciadores del sabor, conservantes y espesantes. Muchos de ellos son inofensivos, pero debes prestar atención a los siguientes aditivos:

Espesante: carragenano (E407)

El agente espesante carragenano se obtiene de los carbohidratos de las algas rojas. Además de en los sustitutos de la carne, los fabricantes también lo utilizan en cremas, postres lácteos y otros muchos productos.

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha realizado una advertencia oficial sobre este aditivo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) fijó una dosis máxima de carragenanode 75 mg/kg de peso corporal en 2018. Esta dosis diaria se aplica hasta que se disponga de datos más recientes.

Se sospecha que el carragenano podría favorecer enfermedades intestinales y alergias. En experimentos con animales, la sustancia demostró ser dañina para el sistema inmunitario en grandes cantidades.

Por lo tanto, debes evitar el carragenano en los alimentos si es posible. Las alternativas pueden ser la goma de algarroba, la pectina o la goma guar.

Las asociaciones de agricultura ecológica Naturland, Bioland y Demeter -que son más estrictas que el sello ecológico de la UE- prohíben la controvertida sustancia.

Metilcelulosa: puede alterar la microbiota

La metilcelulosa es seguramente el ingredientes que puedes encontrar en una hamburguesa vegetal que causa más preocupación. 

Este aditivo se utiliza para que los ingredientes de la hamburguesa se mezclen y adquieran una textura similar a la carne de origen animal. 

El problema es que los estudios científicos han demostrado que la metilcelulosa altera el microbioma intestinal y aumenta la inflamación en ratones, y estos cambios pueden aumentar el riesgo de cáncer de colon, aunque aún faltan estudios en humanos.

Aceites minerales presentes en sustitutos de la carne

Desafortunadamente, los consumidores no pueden saber si hay residuos de aceite mineral en un producto. Los componentes del aceite mineral pueden llegar a los productos, entre otras cosas, a través de los aceites lubricantes de las máquinas durante la cosecha, el transporte o el procesamiento posterior.

Esto puede ser peligroso: los hidrocarburos de aceite mineral (MOH) se acumulan en el hígado y en el tejido graso con consecuencias hasta ahora desconocidas. Los hidrocarburos aromáticos de aceite mineral (MOAH) son potencialmente cancerígenos.

el problema de la sal

La sal no es peligrosa ni dañina per se, pero si consumes demasiada, aumenta el riesgo de presión arterial alta y, como resultado, de enfermedades cardiovasculares.

La OMS recomienda una ingesta de cinco gramos de sal (alrededor de una cucharadita) por día. En los países de la UE, sin embargo, comemos alrededor del doble de media.

Los productos procesados deben contener la menor cantidad de sal posible, incluidos los sustitutos de la carne. Por lo tanto, asegúrate de que la sal figure lo más atrás posible en la lista de ingredientes.

Si te fijas detenidamente en la información nutricional del envase, sabrás exactamente cuánta sal tiene el producto. Cuanto menor sea el contenido de sal, mejor.

Los sustitutos de la carne no son perfectos, pero a menudo son una mejor opción

Los productos sustitutos de la carne pueden ser alimentos ultraprocesados, pero también lo son la mayoría de los productos cárnicos. 

Por el bien de tu salud, debes comer alimentos frescos y sin procesar, como frutas, verduras y legumbres con la mayor frecuencia posible.

Pero si, por ejemplo, no quieres prescindir de una salchicha o una hamburguesa a la hora de hacer una barbacoa, la versión libre de animales es definitivamente mejor, por la salud, porque no contiene ingredientes manifiestamente cancerígenos, pero sobre todo desde el punto de vista medioambiental, pues los vegetales contribuyen mucho menos que la carne a la emisión de gases con efecto invernadero o a la contaminación de la tierra y el agua con pesticidas y fertilizantes. 

Si lees atentamente la información del envase y eliges un producto ecológico, no solo se beneficiará el medio ambiente, sino también tu salud.