Estas 7 verduras originales con notables propiedades saludables te ayudarán a innovar en la cocina y a preparar exquisitos y saludables platos. De esta manera podrás aumentar el consumo de verduras, cuyo consumo es esencial en la dieta. 

  • Aportan sustancias vitales para el organismo.
  • Con ellas es imposible excederse en la cantidad de grasas y calorías.
  • Son ricas en vitaminas, minerales y fitoquímicos. 
  • Los productos frescos de la huerta se asimilan fácilmente, refuerzan el sistema inmunitario, ayudan a depurar, bajan el colesterol y reducen la tensión arterial.
  • Al aportar energía y nutrientes con pocas calorías están indicadas en las dietas depurativas.
  • Además, se digieren con suma facilidad.

 

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Borraja

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Foto: Anna García

Borraja

La borraja de flor blanca es fervorosamente apreciada en la ribera del Ebro. Sus tallos hervidos y aderezados con aceite y un ajo frito resultan exquisitos.

Ligera, suave y digestiva, se recomienda en convalecencias, infecciones respiratorias y enfermedades febriles por sus propiedades depurativas y sudoríficas.

Es remineralizante y muy rica en vitamina C (100 g cubren el 60% de la que se necesita al día), en betacarotenos (25% de las necesidades diarias de provitamina A) y ácido fólico.

El aceite de sus semillas es muy valioso por su riqueza en ácidos grasos omega 3 y 6, buenos para el colesterol.

00153258 O. Apionabo

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Foto: Anna García

Apionabo

Se trata de una raíz esférica del tamaño de un puño, y a veces mucho más, de piel rugosa. La carne es blanca compacta, muy suculenta y con un acusado sabor a apio, pero aún más dulce y perfumada.

Se usa, en tiras o rallado, en ensaladas, guisos, sopas y purés. Para pelarlo se corta en rodajas con un cuchillo afilado.

Es agua en un 88%, por lo que resulta muy ligero y poco calórico. Además aporta fibra (4,2%), fósforo, calcio, potasio y dosis destacables de vitaminas C y E.

Rallado y aliñado con una mayonesa a la mostaza constituye una de las delicias de la cocina francesa.

Grelos

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Foto: Anna García

Grelos

Son los brotes tiernos de las hojas del nabo que aparecen en la planta justo antes de su floración.

Acompañan varios de los platos tradicionales de la cocina gallega, como el caldo de grelos, aunque hoy se pueden encontrar también en los mercados de otras zonas de España.

Para evitar su particular sabor amargo se han de escaldar unos minutos en agua hirviendo antes de prepararlos en cocidos, guisos o tortillas.

Ricos en fibra (4%), vitaminas A y C, ácido fólico, hierro y calcio, también aportan los elementos antioxidantes de la familia botánica de las crucíferas.

Okra

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Foto: Anna García

Okra

También llamada quingombó, esta hortaliza de origen africano parece un pimiento verde anguloso.

Destaca su aporte de ácido fólico (200 g cubren el 88% de las necesidades diarias), y de magnesio, calcio y fósforo, así como de vitaminas del grupo B (en especial la B1) y vitamina C.

Su mucílago protege la mucosa digestiva, inhibe la absorción del colesterol y retrasa la absorción de la glucosa.

Las vainas, de sabor y textura delicados, se aliñan con limón, se cortan en forma de punta para que queden cerradas, y se guisan solas o combinadas con otras verduras.

Col china

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Col china

Se parece a una lechuga pero es una col y, como tal, rica en antioxidantes y en ácido fólico (una ración de 200 g cubre el 66% de las necesidades diarias) .

Además, ayuda a prevenir el cáncer y, si se consume con regularidad, tiene un efecto protector sobre la flora intestinal.

Sus hojas tiernas y firmes, de sabor delicado, conservan todo su valor nutritivo y resultan más digestivas si se comen crudas en ensalada, aunque también pueden cocerse al vapor, saltearse o hervirse al dente.

Salsifí

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Salsifí

Es una raíz cilíndrica de color castaño oscuro, de unos 25 cm de largo y 3 de diámetro. Su interior, carnoso y blanco, tiene un sabor delicado y vivo que recuerda al de los espárragos y, según algunos, al de las ostras (en inglés se la conoce también como "oyster plant").

Bien cocidos con su piel y después pelados, los salsifís se pueden comer en ensalada o saltear y agregar a guisos.

Destacan por su alto contenido en fibra (8%), en vitaminas E (100 g cubren la mitad de las necesidades diarias), B1 y B2 , y en hierro y fósforo. Resultan diuréticos y laxantes, y muy aptos contra el reúma y la gota.

Col romanesco

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Col romanesco

La col romanesco sorprende por la estructura piramidal de sus ramilletes, que recuerdan caracolas o filigranas del coral.

Es rica en los fitoquímicos antioxidantes característicos de las coles, así como en vitaminas A y C y ácido fólico.

Como pariente del brécol, se considera que ayuda a prevenir el cáncer de pulmón, estómago, colon y piel.

Se cocina levemente (mejor al vapor) para preservar su sabor dulce y su vistosa apariencia. Cortada en pequeños manojos, se puede entonces saltear con ajos o servir en ensalada acompañada, por ejemplo, de una salsa de almendras.