La Luna influye sobre los océanos y los ríos de la tierra con su atracción gravitatoria. La ciencia, además, ha probado que muchos seres vivos son sensibles a las distintas fases lunares. Por ejemplo, como explica la divulgadora científica Jo Marchant en la revista New Scientist, existen eespecies acuáticas se reproducen liberando óvulos y espermatozoides en el agua en correspondencia con las fases lunares. Esta influencia de la Luna también podría extenderse al ser humano. Basándose en esta idea, se han desarrollado dietas cuyo objetivo es armonizar la alimentación con la fase de la luna para favorecer la pérdida de peso o la salud.

El efecto de la Luna en el cuerpo

Las diferentes culturas humanas tradicionales han sostenido que la Luna influye sobre lo que ocurre en la Tierra y en el ser humano. La correspondencia entre la duración del ciclo menstrual y el lunar aparece como una evidencia. La observación del comportamiento también ha encontrado relación entre las fases lunares y los cambios emocionales. La luna llena, por ejemplo, se asocia con un comportamiento más agresivo.

El cuerpo humano es agua en un 60%. Cuando la fuerza gravitatoria de la Luna se suma a la del sol, el efecto es mayor. Esto se produce en periodos de 24 horas durante las fases de luna llena y luna nueva.

Dieta de la Luna: qué es

La dieta de la Luna resurge en la actualidad como un revival de antiguas tradiciones hawaianas. Estas tradiciones, que cuentan con un calendario lunar, el kaulana mahina, ofrecen orientaciones sobre los mejores momentos para cultivar y cosechar los alimentos. Es lógico que también existan instrucciones sobre la manera y el tiempo adecuados para consumirlos en función de la Luna.

Los antiguos hawaianos observaron como las fases de la Luna influían sobre el comportamiento del "agua grande" (como las mareas que traen peces a la orilla) y el "agua pequeña" (que abarca la savia de los árboles o las sustancias que circulan por el cuerpo humano). En consecuencia, elaboraron un calendario que dictaba normas sobre los mejores momentos para pescar o para realizar muchas otras actividades.

En Europa se ha desarrollado un conocimiento similar con el desarrollo de la agricultura biodinámica, que también recoge antiguas tradiciones. El calendario lunar biodinámico es utilizado por muchos agricultores ecológicos europeos y de todo el mundo.

Los seguidores hawaianos de la dieta de la Luna siguen principios similares a los de la alimentación limpia o alimentación natural, un modelo que se sostiene sobre alimentos vegetales ecológicos, de la estación o locales, preparados en casa con métodos respetuosos (al vapor, con temperaturas bajas, etc). También se recomienda cultivar uno mismo los alimentos en la medida de las posibilidades de cada cual. La idea es cosechar y consumir el alimento en su mejor momento, cuando posee más propiedades.

Dieta de la Luna: cómo se hace

La popularización de la dieta de la Luna se relaciona con su uso como método de adelgazamiento o de depuración.

  • El plan básico de la dieta de la Luna consiste en una jornada de ayuno de 24 horas en la que se consume únicamente agua y zumos. Debe tener lugar durante la luna llena o la luna nueva. Durante el día de ayuno, el cuerpo elimina toxinas y se puede perder más de un kg de peso.
  • Un plan más largo comienza con un día de ayuno en luna llena y luego se siguen pautas adicionales para perder peso y comer saludablemente durante cada una de las fases principales de la Luna.

Por ejemplo, durante la luna creciente, puedes comer menos que durante la luna menguante. El consejo es asegurarte de que dejas de comer tan pronto como comienzas a sentirte lleno.

Otra recomendación durante la luna menguante es aumentar la ingesta de líquidos entre las 17 las 18 horas y no comer a partir de las 18 h cuando la Luna comienza a hacerse visible.

En cualquier caso, estas orientaciones no son "leyes", sino sugerencias que se pueden seguir o no a partir de la observación de su efecto en uno mismo, los gustos personales o las posibilidades.

Los dos planes son compatibles con distintos modelos dietéticos. Por ejemplo, la combinación de la dieta lunar con un régimen de restricción calórica puede potenciar la pérdida de peso.

Por otra parte, se pueden tener en cuenta las fases de la Luna para tomar decisiones. Por ejemplo, el período de la luna menguante que sigue inmediatamente a la luna llena suele ser el mejor momento para comenzar a hacer dieta, debido a la disminución en el apetito y los antojos.

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Beneficios de la dieta de la Luna

El objetivo de la dieta de la Luna es sentirse más saludable y más preparado para adaptarse a los cambios estacionales o los que suceden en el entorno.

Se puede perder peso comiendo con la Luna, pero eso es simplemente un efecto secundario bienvenido. Y puede ser momentáneo, porque la pérdida de líquido suele recuperarse en los días siguientes.

Más que como método de adelgazamiento, la dieta de la luna adquiere sentido como forma de seguir un modelo de alimentación consciente con una conexión más profunda con nuestro planeta.

Una dieta para reducir la carga tóxica

Además del potencial de perder un par de kilos en un solo día, esta dieta basada en las fases lunares también es una excelente manera de desintoxicar el cuerpo, reducir la inflamación y mejorar el funcionamiento digestivo e inmunitario. Esta puesta a punto puede favorecer una mejor respuesta en los siguientes días a las dieta terapéuticas.

No existen estudios científicos sobre la eficacia de la dieta de la luna, pero en las redes sociales muchas personas informan de los resultados positivos. Nada relacionado con la dieta de la Luna debe ser considerado como un consejo médico. Por otra parte, hay que tener en cuenta que el ayuno no se recomienda a las mujeres embarazadas o lactantes ni a personas con peso corporal por debajo del óptimo.