Las flores de hibisco son más conocidas como un componente de las mezclas de infusiones que se utiliza para darles un aroma afrutado y un intenso color rojo, pero también tienen un sabor muy aromático por sí solas y numerosas propiedades curativas, por lo que vale la pena incorporar las flores en el menú con más frecuencia.

¿Qué tipos de hibiscos son comestibles?

Las flores de todas las variedades de hibisco son comestibles, tanto crudas como cocidas. Sin embargo, las flores de la mayoría de los arbustos ornamentales disponibles tienen un sabor bastante suave y no tienen propiedades curativas. Por lo tanto, vale la pena prestar atención a la variedad al comprar plantas.

El tipo de hibisco más famoso utilizado para el consumo es la flor de Jamica (Hibiscus sabdariffa), que se utiliza en Egipto para hacer una infusión llamada karkadé.

Otra especie importante de hibisco es el hibisco rosa chino de hoja perenne (Hibiscus rosa-sinensis).

Ambas especies no son a prueba de invierno y deben permanecer en el interior durante los meses fríos.

Si no tienes un hibisco en tu jardín o balcón puedes comprar flores de hibisco enteras secas y flores de hibisco trituradas en herboristerías o tiendas online.

Usa hibisco en la cocina

Todas las partes de la planta de hibisco son comestibles y se pueden utilizar de muchas formas en la cocina. El más conocido es el uso de los cálices, que adquieren un color rojo brillante cuando las semillas están maduras. Los cálices son aromáticos y tienen una nota ligeramente amarga.

Los principios activos curativos del hibisco se encuentran en todas las partes de la planta. Entre otras cosas:

  • Ayuda a combatir el cansancio primaveral gracias a su efecto estimulante del metabolismo y mejorador del estado de ánimo.
  • Sus propiedades expectorantes hacen del hibisco un compañero ideal para los resfriados.
  • Es aconsejable evitar el hibisco durante el embarazo, ya que reduce el nivel de estrógeno y estimula el flujo sanguíneo al útero.

Las hojas y flores de hibisco son un complemento sabroso para ensaladas y platos de verduras. Las hojas también se pueden preparar como guarnición como si fueran espinacas. Las flores completamente abiertas dan a los postres y platos contundentes una nota afrutada.

Los cálices de color rojo vivo también son muy decorativos y se pueden utilizar como adorno en bebidas, por ejemplo. Para ello son adecuados los cálices en almíbar. Las flores también se pueden utilizar para hacer una bebida de verano refrescante y saludable.

Receta de jarabe de hibisco casero

Se pueden utilizar tanto las flores enteras como las trituradas para hacer un jarabe aromático.

Ingredientes (para 500 ml de jarabe):

  • 500 ml de agua
  • 300 g de azúcar
  • 20 g de flores de hibisco (frescas o secas)
  • 2 granos de pimienta de Jamaica
  • 1 rodaja de limón

Elaboración:

  1. Aplasta ligeramente los granos de pimienta y cocínalos junto con agua, azúcar y limón en una cacerola durante cinco minutos.
  2. Apaga el fuego, agrega las flores de hibisco y déjalas reposar tapadas durante varias horas o toda una noche.
  3. Retira la tapa y lleva la infusión a ebullición nuevamente y cocínala a fuego lento durante 10 a 15 minutos. Si prefieres un almíbar más intenso, puedes hervir a fuego lento un poco más de tiempo.
  4. Vierte el almíbar terminado con las flores calientes en frascos o botellas esterilizadas con una abertura amplia y cierre inmediatamente. Cuando uses flores trituradas, primero cuélalas.

Al servir, pon una flor y un poco de almíbar en un vaso y llénalo con agua. Dependiendo de la intensidad deseada, una o dos cucharadas de almíbar son suficientes para 250 ml de agua. Guardado en el frigorífico, el almíbar se puede conservar durante varias semanas.

Infusión de hibisco refrescante y saludable

Una infusión hecha del cáliz rojo del hibisco tiene un sabor amargo agradable que recuerda a la cereza o la grosella. La infusión es rica en flavonoides, pectinas y ácidos de frutas y tiene efectos antihipertensivos y estimulantes del sistema inmunitario, entre otras cosas.

Ingredientes (para 1 taza de 250 ml):

  • 250ml de agua
  • 1 cucharada de flores secas

Elaboración:

  1. Vierte los 250 ml de agua hirviendo sobre una cucharada de flores secas y déjela reposar durante ocho minutos.
  2. El tiempo de preparación no debe ser superior los diez minutos, de lo contrario, la preparación será amarga.
  3. Cuela la infusión y endúlzala como más te guste. La puedes disfrutar tanto caliente como fría. Bebe hasta cuatro tazas al día para beneficiarte de sus efectos salutíferos.