Hay que evitar a toda costa sufrir una quemadura solar porque no solo es muy dolorosa, sino que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Todos sabemos que existe un riesgo con la exposición directa al sol, pero creemos estar protegidos por los cristales cuando viajamos en coche, autobús o tren.  En realidad, ¿no sería mejor ponerse una crema protectora también en esos casos?

Quemaduras por el sol en el coche

En general, es poco probable que te quemes con el sol en el automóvil, pero es posible. El vidrio no puede bloquear completamente las radiaciones del sol. Incluso en el automóvil, los rayos del sol pueden afectar a tu piel a través del vidrio y causarte quemaduras solares.

Hay tres tipos diferentes de radiaciones ultravioletas (UV): UV-A, UV-B y UV-C. La capa de ozono nos protege de los rayos UV-C, pero los rayos UV-A y UV-B penetran hasta la superficie terrestre y pueden afectar nuestra piel:

  • Los rayos UV-B: estimulan la pigmentación en la superficie de la piel, provocando que la piel se broncee. La sobreexposición a los rayos UVB es la que puede causar quemaduras solares.
  • Rayos UV-A: Estos rayos penetran más profundamente en la piel y contribuyen a que la piel envejezca más rápido y aparezcan arrugas. También broncean y son los responsables del riesgo de cáncer.

Los vidrios frenan casi al cien por cien la radiación UV-B. Sin embargo, el 60 por ciento de los rayos UV-A son capaces de atravesar un vidrio común como los que se emplean en las ventanas.

En los coches actuales, los vidrios parabrisas frontales incorporan una lámina que también bloquea los rayos UV-A.  Pero los vidrios de las puertas laterales no se incorporan en todos los modelos. En este caso, el sol que entra por las ventas si que puede quemarte después de varias horas. Por eso, para los viajes largos se recomienda colocar láminas de protección solar o llevar ropa de manga larga. Las láminas también hacen que el interior se caliente menos. 

Ponte crema si te va a dar el sol más de media hora

El consejo general sería que si se va a recibir una radiación solar intensa por las ventanas laterales y estas no están dotadas de filtro, conviene ponerse una crema de protección solar, sobre todo si tienes una piel clara, para reducir el riesgo de cáncer de piel y de envejecimiento de la dermis.

Un riesgo mayor: el golpe de calor

De todos modos, el mayor riesgo dentro del coche es sufrir un golpe de calor, sobre todo si no se dispone de aire acondicionado. Las medidas de prevención básicas son: 

  • Evita las esperas dentro del coche bajo el sol. Cuando la temperatura exterior es de 35 ºC, el interior se puede poner a 55 ºC. Te en cuenta que a partir de los 40 ºC el cuerpo tiene dificultades para mantener su temperatura estable. Ten en cuenta que los niños y los animales son especialmente vulnerables al calor. Nunca los dejes solos dentro del coche. 
  • Al  aparcar, pon un parasol en el parabrisas para evitar que los plásticos se calienten y que la temperatura interior se dispare. Si el volante o la palanca de cambio de marchas se calientan por encima de los 45 ºC te pueden provocar quemaduras (si no están protegidos, el sol puede calentarlos hasta los 80 ºC). 
  • Antes de entrar en el coche, deja que se ventile abriendo las puertas o ventanillas durante unos minutos. 
  • Antes de poner el aire acondicionado, enciende solo los ventiladores durante al menos un minuto. Luego pueden poner en marcha el aire acondicionado. De esta manera facilitas su funcionamiento y alargas su vida útil.
  • No te pases con el aire acondicionado: pasar de un interior fresco a un exterior caliente y viceversa provoca malestar y una bajada de las defensas. Si fuera hace mucho calor, no lleves la temperatura interior por debajo de los 24 ºC.