Escucha la meditación guiada para dejar de ser autoexigente de Lidia González (no hace falta que te descargues el reproductor).

La voz interna autoritaria que nos exige duramente cumplir ciertos estándares en algunas situaciones de nuestra vida, puede ser una fuente de ansiedad y agotamiento. Con esta meditación guiada aprenderás a manejarla.

Tu autoexigencia te agota, te chupa la energía y te mantiene viviendo bajo un disfraz que te aprieta. Te aleja de ti misma. Te critica y te maltrata. También te ahorra sentir vergüenza y ser apuntada con el dedo. Te ahorra que te pidan explicaciones por tener una manera única de estar en el mundo que dista mínimamente del comportamiento esperado y aceptado socialmente. Pero a un precio muy alto.

Porque todos tenemos una verdad que expresar rebosante de potencial único, que se esconde en la cárcel del “ser correcto”.

¿Por qué nos exigimos tanto?

La voz interna autoritaria o crítico interior es una voz que se desarrolla en nuestros primeros años de vida absorbiendo los juicios de la gente que nos rodea y las expectativas de la sociedad en la que vivimos. Es, básicamente, la voz de la sociedad y la voz de nuestros padres que, una vez nos lanzamos al mundo, la integramos profundamente en nosotros para asegurarnos la pertenencia al grupo. Pertenecer es algo muy arraigado a nuestra condición humana, ya que es lo que ha hecho que sobrevivamos como especie a lo largo de la historia.

Sin embargo, esta voz que vela por nuestra supervivencia y protección nos transmite una visión distorsionada de la realidad y actúa adelantándonos los posibles o remotos juicios o rechazos que los demás pueden tener en relación a nosotros y a nuestra manera de estar en el mundo. Nos critica, nos castiga, y hace que casi todo parezca horrendo. Esto, junto con el hecho de que es imposible complacerla completamente, hace que sea una parte de nosotros tóxica y altamente limitante.

En mis sesiones individuales de Zen Coaching utilizo diferentes acercamientos y maneras de manejar esta voz, ya que a cada persona puede funcionarle uno diferente. En esta meditación guiada te presento uno de ellos que funciona especialmente en mi, y espero que pueda servirte a ti también.

Cómo meditar para manejar la auto-exigencia

  • Puedes empezar encontrando un espacio libre de distracciones en el que regalarte este tiempo sólo para ti y en el que puedas sentarte cómodamente.
  • Cuando lo tengas centra tu atención en tu respiración. Con cada exhalación deja ir lo que estuvieras haciendo y vayas a hacer luego y adéntrate en este momento presente.
  • Desde aquí visualiza un momento en tu vida en el tengas esa autoexigencia, sea en el contexto que sea.
  • Visualiza una voz autoritaria que habla a través de esta autoexigencia y siente cuál es su mensaje. Normalmente el mensaje de esta voz se relaciona con: “Debes hacer/ser más y mejor. No haces/eres suficiente”.
  • Déjate sentir la energía que viene de esa voz, cómo afectan esos pensamientos sensorialmente a tu cuerpo. Acoge las sensaciones con cariño.
  • Ahora te invito a que mires a esa voz autoritaria con cierta compasión. Es una parte de ti que quiere protegerte de ser juzgada y asegurarse el amor y el cariño de los demás de forma desesperada. Sólo quiere ser querida y aceptada.
  • Date cuenta también de que esta energía desesperada de esta voz es más tóxica para ti de lo que pueden ser los juicios externos. Así que desde esta compasión hazle saber a esta parte de ti que estás a salvo.
  • Desde aquí puedes visualizar a tu niña/o interior, esa parte de ti vulnerable y emocional y también llena de energía de juego y pasión por la vida.
  • Siente la energía de esta niña/o interior y déjate sentir las sensaciones en tu cuerpo cuando la imaginas.
  • Desde esta energía visualiza la situación inicial en la que la voz exigente estaba presente e interactúa en ella desde este lugar en ti misma/o de juego y permiso a que tu niña/o interior esté presente. Siente con curiosidad cómo te sientes y cómo percibes la situación.
  • Respira profundamente invitando integración.
  • Cuando lo sientas, puedes abrir tus ojos lentamente y salir de la meditación.