Los niños que comen más alimentos ecológicos y menos comida rápida disfrutan de un mejor desarrollo intelectual, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV-CERCA).

La investigación, que ha analizado la incidencia de varios factores de riesgo ambientales antes del nacimiento y en los primeros años de vida sobre el desarrollo neuropsicológico de los niños, concluye que alimentarse mal, convivir con muchas personas o respirar un aire interior contaminado son factores que se relacionan con una peor función cognitiva.

Más inteligencia fluida y mejor memoria de trabajo

El consumo de alimentos ecológicos se asocia con puntuaciones más altas en las pruebas de inteligencia fluida (capacidad de resolver problemas nuevos) y de memoria funcional o de trabajo (la que permite al cerebro retener nueva información mientras se necesita a corto plazo).

El doctor Jordi Júlvez, primer autor del estudio, explica que “las dietas saludables, entre las que se encuentra la ecológica, son más ricas que las de fast food en nutrientes necesarios para el cerebro, como ácidos grasos, vitaminas y sustancias antioxidantes, lo que de forma conjunta puede favorecer las funciones cognitivas en la infancia”.

Por el contrario, la comida rápida, el hacinamiento en el hogar y la exposición al humo del tabaco se relacionan con resultados más bajos en los test de inteligencia fluida. Además, la exposición a partículas finas (PM2.5) en interiores se asocia con puntuaciones más bajas de memoria funcional.

El estudio, que ha sido publicado en la revista Environmental Pollution, se ha realizado con los datos de 1.298 niñas y niños, de entre 6 y 11 años, investigó la incidencia de 87 factores ambientales a los que los niños están expuestos durante su vida uterina e infancia, como contaminación del aire, tráfico, ruido, diferentes sustancias químicas y estilo de vida) y otros 122 factores de tipo no ambiental.

De todos los factores estudiados, el consumo de alimentos ecológicos fue el único que mostraba dos efectos positivos (mejor inteligencia fluida y mejor memoria de trabajo).

Estudio del exposoma: todos los factores ambientales

El objetivo del estudio fue determinar la influencia que todas las exposiciones pueden tener sobre el desarrollo del cerebro humano durante la infancia, cuando es especialmente sensible a la toxicidad, incluso a niveles bajos. A este conjunto de exposiciones se le denomina exposoma.

Hasta el momento se había investigado poco la relación entre el tipo de dieta y la función cognitiva, pero ya se sabía que existía una asociación entre la comida rápida y las notas escolares. Asimismo otros estudios relacionaban los alimentos ecológicos con mejores resultados en los test de habilidades intelectuales. El estudio de ISGlobal confirma estas asociaciones y lo hace con una muestra muy amplia que incluye niños de seis países (Reino Unido, Francia, España, Grecia, Lituania y Noruega). La investigación forma parte del proyecto europeo Human Early-Life Exposome (HELIX).

Por qué los alimentos ecológicos son más saludables

Otros estudios han probado que los alimentos ecológicos no solo están prácticamente libres de residuos tóxicos de pesticidas, que pueden alterar el equilibrio hormonal o presentar toxicidad neuronal, renal o hepática, sino que son más densos en nutrientes.

Por ejemplo, una investigación realizada en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), publicado en PlosOne y que forma parte de la tesis doctoral de Ana María Ribes-Moya, ha comprobado que los pimientos ecológicos contienen un 15% más de vitamina C y un 12% más de compuestos fenólicos antioxidantes.

En el estudio de la UPV participó María Dolores Raigón, que también ha realizado investigaciones sobre las diferencias entre alimentos ecológicos y convencionales, que han sido publicadas por la Junta de Andalucía en el libro Alimentos ecológicos, calidad y salud.

Referencia científica: