La leche de coco es muy popular en la cocina del sudeste asiático, algunas zonas de África y el Caribe, y en los últimos años ha ido ganando cada vez más terreno en la nuestra. Y es que es increíblemente versátil en la cocina, tanto para preparar platos salados como para postres o bebidas.
Si bien es cierto que es rica en calorías, también contiene nutrientes interesantes como minerales, fibra y antioxidantes.
Leche de coco: qué es
La leche de coco es una leche vegetal que se elabora haciendo un puré con la pulpa de coco y luego colándola. El líquido resultante es espeso, cremoso y con un color blanco parecido a la leche y gusto dulzón.
La leche de coco se encuentra fácilmente en la mayoría de supermercados un poco grandes, a menudo en la sección de productos asiáticos, pero si lo prefieres la puedes preparar tú mismo: solo tienes que mezclar el agua del coco con la pulpa machacada o triturada en la batidora, colarlo y añadir algo de agua si es necesario.
A parte de la leche de coco normal, puedes encontrar variedades más cremosas (con una mayor consistencia) y light (con menos grasas). Conviene optar siempre por leche de coco de calidad ecológica para evitar los aditivos y conservantes.
leche de coco: propiedades nutricionales
La leche de coco contiene vitaminas (en especial vitamina C y ácido fólico), antioxidantes y minerales como el manganeso, el potasio, el fósforo, el hierro y el magnesio.
No obstante, es importante destacar que es un alimento rico en calorías y en grasas, en su mayor parte saturadas, por lo que se debe consumir con moderación, en especial si estás intentando perder peso. Según lo diluida que esté, contiene entre un 15% y un 22% de grasa, que aunque es una cantidad significativa, es bastante menos que la que contiene la leche entera, entre el 30% y el 35%.
Cien gramos de leche de coco contienen aproximadamente:
- 192 Kcal
- 17,7 g de grasas (de las cuales 15,7 g saturadas y el resto poliinsaturadas y monoinsaturadas)
- 2,7 g de proteína
- 8,3 g de carbohidratos
- 2,2 g de fibra
leche de coco: beneficios para la salud
Aunque pueda parecer paradójico debido a su alto contenido calórico, se cree que la leche de coco podría ayudar a perder peso. Esto se debería a que los triglicéridos de cadena media (un tipo de grasa saturada que está presente en la leche de coco) pueden estimular la producción de energía a través de la termogénesis, potenciar la sensación de saciedad y aumentar la resistencia al ejercicio, según indican algunos estudios. Sin embargo, la cantidad de estos triglicéridos en la leche de coco es pequeña y por el momento no hay estudios que hayan examinado directamente cómo esta leche afecta el peso, por lo que conviene consumirla con moderación.
Hay investigaciones que también apuntan a que el ácido láurico y los antioxidantes de la leche de coco pueden ayudar a mantener la salud del corazón, reducir la inflamación y mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos. Asimismo, el ácido láurico ayuda a fortalecer al sistema inmunitario.
Cómo usar la leche de coco en la cocina
La leche de coco es muy versátil en la cocina y se utiliza para elaborar una amplia variedad de platos, tanto dulces como salados.
En platos salados, suele añadirse a las sopas para darles un inconfundible toque exótico. También se añade a los platos de curry o guisos, o como alternativa a la leche de vaca en cremas de verduras, purés o salsas.
Respecto a las recetas dulces, puedes añadir la leche de coco en tartas, budines, pancakes… o simplemente para condimentar la fruta fresca (queda especialmente bien con las frutas tropicales).
También puedes añadir leche de coco al té o el café (como alternativa a la leche) o mezclarla en batidos de frutas para darles sabor y cremosidad.