Diente de león

El diente de león (Taraxacum officinale) es una conocida planta depurativa y protectora del hígado, ideal para usar en curas detox, para combatir la retención de líquidos y para cuidar la piel y el cabello.

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Entre las plantas depurativas mejor valoradas contamos con el diente de león (Taraxacum officinale), un remedio de herbolario tradicional con demostradas propiedades diuréticas y desintoxicantes que aporta grandes beneficios para preservar y potenciar la salud renal y hepática.

El diente de león se utiliza principalmente en el tratamiento de alteraciones hepáticas y para combatir la presencia de cálculos biliares y renales, así como para favorecer la orina. En usos tradicionales, se destinaba a recuperar el apetito y a curas depurativas.

Con fines medicinales se utiliza la raíz y también las hojas, de sabor suave. 

Cómo es la planta, dónde crece y cómo recogerla

El diente de león, en concreto la variedad Taraxacum officinale Weber, es una planta bien conocida que crece en prados, pastos y céspedes; también en riberas, huertos y descampados, en ambientes de una cierta humedad. 

Está presente en toda Europa, pero es una planta cosmopolita, y la podemos encontrar también en otros continentes, como América  y Asia septentrional

Sus capítulos florales amarillos tapizan los prados y, cuando fructifican, se transforman en unas esferas plumosas conocidas como vilanos, un plumón que permite a la planta dispersar sus semillas bien lejos con la ayuda de la brisa o el viento.

Las hojas basales están muy segmentadas, sea partidas o dentadas. Florece durante casi todo el año.

Podemos cosechar diente de león nosotros mismos en los ambientes donde crece silvestre y llevarnos a casa una provisión para nuestras necesidades. Pero es importante evitar campos donde se hayan utilizado pesticidas, márgenes de carreteras o caminos por los que transiten automóviles y la proximidad de vertederos.

También puedes probar a cultivar diente de león en casa, sabiendo que necesita una humedad moderada y un riego abundante en verano. 

Propiedades del diente del león

El diente de león destaca por sus propiedades diuréticas, depurativas y desintoxicantes. Y también, sobre todo, por sus propiedades hepatoprotectoras.

Además tiene propiedades antioxidantes, coleréticas (hace que el hígado segregue bilis), colagogas (facilitando la expulsión de la bilis retenida), vasodilatadoras, digestivas, laxantes y estimulantes del apetito.

Muchas de estas propiedades están refrendadas por estudios científicos y se deben a su particular composición. El diente de león contiene un glúcido –la inulina–, principios amargos como la taraxicina, flavonoides, mucílagos, lactonas sesquiterpénicas, ácidos fenólicos, fitosteroles (beta-sitosterol), lípidos, carotenoides y sales potásicas en abundancia.

En las hojas está presente también cumarinas y vitaminas A, C y del grupo.

Beneficios del diente de león para el hígado

El diente de león, por sus propiedades hepatoprotectoras, coleréticas y colagosas, se destina al tratamiento natural de diferentes alteraciones del hígado, como la inflamación o la insuficiencia hepática.

También se utiliza para prevenir la formación de cálculos biliares y en curas depurativas y desintoxicantes, tras periodos de excesos, empachos, comilonas o sobrecarga hepática.

Otros beneficios del diente de león

Al diente de león se le atribuyen asimismo beneficios para la mujer, para la digestión, para el corazón y para la piel y el cabello.

  • Beneficios para la mujer: El diente de león se incorpora en remedios diuréticos y antisépticos para la cura de infecciones urinarias frecuentes en las mujeres, como la cistitis. Está indicado para combatir los edemas, la retención de líquidos y el sobrepeso por acumulación de líquidos.
  • Beneficios para la piel: Por su efecto depurativo y desintoxicante, así como por su efecto antioxidante, el diente de león combate el deterioro y envejecimiento de la piel y supone un buen remedio para facilitar la eliminación de impurezas, como los eccemas, dermatitis, acné, forúnculos, urticarias y herpes, en aplicaciones por vía interna y externa.
  • Beneficios para el corazón: Como diurético potente y vasodilatador, el diente de león es un apoyo válido para mantener los niveles de tensión sanguínea a raya y para prevenir a la larga la aparición de trastornos vasculares. Se incluye igualmente en tratamientos para la diabetes mellitus del tipo 2.
  • Beneficios para la digestión: Se comporta como laxante y asociado a otras hierbas de propiedades similares, se usa para aliviar el estreñimiento crónico. A causa de su potencial amargo, el diente de león se ha usado tradicionalmente para estimular el apetito.
  • Beneficios para el cabello: Por su aporte en vitaminas A y del grupo B, el diente de león se destina también a fortalecer las raíces del cabello y como remedio natural para prevenir su caída de forma prematura.

Infusiones de diente de león

El diente de león se toma principalmente en forma de decocción de la raíz y las hojas, generalmente asociado a otras hierbas, como tisana depurativa. Se puede tomar en ayunas o también tras las comidas como desintoxicante. A continuación te proponemos tres fórmulas:

1. Infusión depurativa de diente de león para la piel

Esta infusión de diente de león se destina a facilitar la eliminación de impurezas en la piel. Se puede ir bebiendo durante el día, incluso fría de nevera.

Ingredientes: Raíz de diente de león, raíz de bardana, lúpulo, tomillo, zarzaparrilla y anís estrellado. 

Preparación: Mezcla las plantas a partes iguales y separa dos cucharadas soperas de la mezcla por cada medio litro de agua que vayas a preparar. Lo pones a hervir dos minutos, lo mantienes en infusión 10 más y lo cuelas. Se le puede añadir un poco de zumo de limón.

2. Infusión desintoxicante

Esta otra infusión de diente de león es ideal para tomar tras un empacho o una intoxicación alimentaria, como tónico hepático. Se toma una taza tras cada comida principal, hasta que desparezca la sensación de empacho.

Ingredientes: Diente de león, agracejo, centaura menor, boldo y menta piperita. 

Preparación: Mezclas bien estas plantas a partes iguales sobre una superficie plana (por ejemplo, 20 gramos de cada planta). Separa una cucharada sopera de la mezcla por vaso de agua que vayas a preparar. Lo hierves un minuto, dejas que repose 8 minutos más y cuelas. Para atenuar el sabor muy amargo de la fórmula, le puedes agregar sirope de arce o el corrector de sabor que prefieras.

3. Infusión para la retención de líquidos y la cistitis

Esta infusión, de propiedades antisépticas y diuréticas, se destina a tratar infecciones urinarias como la cistitis, y la retención de líquidos. Es apta para mujeres embarazadas.

Ingredientes: Diente de león, helenio, buchú, brecina, hojas de olivo, llantén mayor y anís verde. 

Preparación: Se mezclan las distintas plantas a partes iguales (por ejemplo, 20 gramos de cada) y se separa una cucharada sopera rasa de la mezcla por cada taza de agua. Se hierve dos minutos, se deja en reposo otros diez y se cuela.

Se toman dos tazas al día, mejor en ayunas.

Otras formas de tomar diente de león

En herbolarios y algunas farmacias puedes conseguir fácilmente diente de  león en otras presentaciones, más allá de la planta seca para decocción.

Se encuentra en extracto líquido, para tomar unas 50 gotas en tres dosis diarias, con agua o zumo de frutas. También diente de león en preparados, en forma de comprimidos o cápsulas.

La decocción se aplica en forma de lavado o en compresas sobre la piel irritada o inflamada, o para ayudar a hacer desaparecer las impurezas. También la decocción para aplicar en fricción sobre el cuero cabelludo para fortalecer la raíz el cabello.

El diente de león forma parte de la formulación de algunos champús, cremas y alguna pomada, asociado a veces con romero, caléndula o tomillo.

 

Contraindicaciones del diente de león

Las plantas muy amargas, como el diente de león, pueden provocar rechazo o irritación gástrica en algunas personas especialmente sensibles, cuando se toma por vía interna. Lo ideal sería combinarla con plantas mucilaginosas como la malva, el llantén o el malvavisco.

Si eres hipertenso y sigues un tratamiento farmacológico, consulta con tu médico antes de iniciar un tratamiento de apoyo para la tensión alta con remedios diuréticos que contienen diente de león y otras plantas muy diuréticas.

En la cocina

Podemos aprovechar las hojas de diente de león frescas en las ensaladas o incorporarlas a cremas y sopas vegetales.

Las flores pueden servir para decorar y dar color a estas recetas. Además se pueden conservar en vinagre, como si fueran alcaparras. 

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