La resiliencia es la capacidad de adaptación y de retomar el día a día, tras las condiciones adversas o de una experiencia traumática, ya sea por problemas familiares o de salud, o bien por situaciones complicadas en el ámbito laboral. El mundo en el que vivimos es más complejo, lo cual provoca situaciones de estrés que no sabemos manejar, y en muchos casos, nos lleva a un desequilibrio entre nuestra vida laboral y personal. De ahí, que sea tan importante saber gestionar las cargas de trabajo y el entorno profesional.

El libro Los secretos de la resiliencia. Combatir el estrés en un mundo ambiguo e inciertodel doctor en Recursos Humanos y Psicología del trabajo por la Universidad de Minnesota, Simon L.Dolan, y Javier de Pablo, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid– es una guía basada en una investigación de varias décadas dirigida a aquellos personas que quieren fortalecer las resiliencia y mejorar su autoestima (también en el ambiente laboral), así como su bienestar físico y emocional. Hablamos con ambos autores para que nos den algunas claves para mejorar el estrés y ser más resilientes.

–¿Por qué sufrimos estrés?

Javier de Pablo: Porque la presión constante de nuestra vida cotidiana, en todos sus aspectos, supera nuestra capacidad de resistencia.

Simon L. Dolan: Desde el nacimiento, y debido a la vida cotidiana tenemos obstáculos, tenemos retos, tenemos demandas, y conjuntamente, el estrés empieza cuando no podemos superar y no podemos resistir. El estrés es parte de la vida, el estrés se puede medir desde cero, cuando no supone un peligro, y hasta diez, cuando supone un riesgo para la salud mental y la salud física. Lo que es interesante es que el estrés tiene dos fuentes: hay una que es más objetiva y otra que es más subjetiva; nosotros en el libro, hablamos, sobre todo, de nuestra forma de interpretar qué pasa en nuestra vida y qué nos genera ese estrés.

–Normalmente se asocia al trabajo, de hecho vosotros os centráis en el entorno laboral como fuente de estrés. ¿Por qué sufrimos tanto estrés en el trabajo?

Javier de Pablo: ¿Recuerdas lo de: ganarás el pan con el sudor de tu frente? Pues eso…

Simon L. Dolan: Porque hoy por hoy, y además, en el pasado, el trabajo es exigente o tenemos la percepción de que es exigente. La gente no es consciente de su exigencia y sufrimos porque la mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo activos, en el lugar de trabajo, mucho más del que pasamos con nuestra familia o en tiempo de ocio. Hoy por hoy, pensamos que podemos ser superhombres o supermujeres, y podemos serlo una semana, un día, un mes, pero no toda la vida.

–¿Tiene algo que ver el tipo de “jefe o jefa”?

Javier de Pablo: Mucho. Un jefe con valores éticos, empático, justo y humano aunque sea exigente puede hacer del trabajo un lugar positivo en el que desarrollar tu vida profesional y personal. Un líder tóxico, tirano, despectivo y, motivado sólo por la rentabilidad, puede hacer del trabajo un infierno y, a la larga, arruinarlo.

Simon L. Dolan: Estoy de acuerdo con Javier. En la mayoría de las empresas tienen una jerarquía y esa jerarquía nos pone un jefe o jefa. Además, a veces son los jefes del jefe, a veces tenemos 3, 4, 5 o incluso 6, y a veces todos exigen, a veces de manera directa, y a veces, indirectamente.

Hay jefes o gerentes que son tóxicos, quiero decir que exigen casi lo imposible, que utilizan mucho la retroalimentación negativa, que nos amenazan con perder el trabajo, perder salario, perder promociones, etc. Hay muchas formas de penalizar a la gente que no está conforme y eso genera mucho estrés.

–¿Qué modelo de líderes necesitamos para mejorar la salud mental en el entorno laboral?

Simon L. Dolan: Yo diría que son el tipo de líderes que genera confianza y cuando digo confianza me refiero a que tengan un nivel de fiabilidad muy alta, que hace lo que dice; personas que son coherentes. En segundo lugar, que muestren su preocupación, eso quiere decir, que entienden que no somos máquinas, que los seres humanos tenemos necesidades… Y, en tercer lugar, es muy importante que generen un buen ambiente de trabajo, es decir, armonía, que eviten conflictos y que hagan que la gente sienta que su trabajo es apreciado, que se favorece el trabajo en equipo, etc.

Javier de Pablo: Yo añadiría, que estén bien preparados profesionalmente, que sean empáticos, rigurosos pero no exigentes sin medida, con valores éticos y humanos y no obsesionados solamente con obtener beneficios.

 

–Habéis hablado de la armonía en el trabajo, en este sentido, ¿cómo podemos conseguir una mejor calidad de vida en el trabajo?

Javier de Pablo: Yo creo que siendo responsables y profesionales en nuestro trabajo, ordenados y conscientes de nuestros derechos y obligaciones.

Simon L.Dolan: ¡Es la pregunta del millón! No existe una receta perfecta, pero yo diría que hay que generar conciencia de lo que está ocurriendo en nuestro trabajo, y si notamos que el trabajo genera más malestar que bienestar, tenemos que hacer algo. Por ejemplo, pedir ayuda a un coach, a un consultor o a un mentor.

–En el libro habláis de las grandes paradojas del estrés. ¿Podrías resumirlas brevemente?

La paradoja es la siguiente: aunque todo está mejorando la tecnología, las condiciones de trabajo, el salario, la esperanza de vida…el estrés está aumentado, o así lo dice la evidencia mundial -sobre todo en el mundo de Occidente-.

Hablamos de dos consecuencias del estrés, la salud física y la salud mental. No hablamos mucho de la salud mental y la razón principal es que el estrés que conocemos es el estrés agudo y no el estrés crónico; porque el estrés crónico aunque existe, no sabemos hasta hoy cómo medirlo y cómo tratarlo.

El estrés agudo sí, pero llegamos tarde porque la gente ya ha perdido su equilibrio; el estrés crónico está tan oculto que es muy difícil de detectar. Por lo tanto, la paradoja es que todo está aumentando: la tecnología, la higiene, las condiciones de trabajo, los sueldos y al mismo tiempo, el estrés también, pero no todo el mundo es consciente de esto hasta que es tarde para intervenir.

–Además del trabajo, ¿qué otros factores de estrés tenemos normalmente?

Javier de Pablo: Los derivados de la vida familiar que pueden ser favorables o muy negativos y, cada vez más, los derivados de la mal llamada vida social en las redes, que hacen que la gente no dependa de sí misma, sino de la aprobación de los demás, en muchos casos desconocidos.

Simon L.Dolan: Hay dos grupos de factores, los primeros son factores de estrés que no tienen que ver nada con el trabajo, pero tienen que ver con la vida social y con la familia, incluso con los socios. Nosotros lo llamamos el “efecto Spillover”: si hay problemas con la familia, con la pareja, con los amigos, o incluso por un asunto económico como es el de renovar una hipoteca, eso tiene impacto sobre la persona y también afecta al trabajo. Además, a lo largo de años, hemos comprobado que también influye la vulnerabilidad personal, es decir que algunas personas son más vulnerables a padecer estrés que otras.

–Podemos revertir el estrés, pero ¿debemos renunciar a nuestra vida tal y como la tenemos montada?

Podemos, pero si la vida que tenemos montada, a cualquier nivel -laboral, familiar o social- nos genera estrés es evidente que tenemos que renunciar a ella o modificarla solos o con ayuda si es necesario.

 

–¿Cómo afecta el estrés en nuestro cuerpo? ¿Y en nuestras emociones?

El estrés es siempre negativo, pero la cuestión es el nivel. Nosotros, en nuestro libro, explicamos que medimos las consecuencias en nuestro cuerpo y en nuestra mente con una definición que se llama “la densidad del estrés”.

La densidad significa la frecuencia que algunos síntomas y signos ocurren multiplicada por la intensidad. La densidad es algo nuevo, es una medida que hemos creado después de muchos años de investigación. Cuando hay factores que generan estrés, si tienes la capacidad de superarlos, es que no hay estrés.

–¿Qué enfermedades genera y cómo podemos saber que derivan del estrés?

Hay multitud de factores que desencadenan una enfermedad, no solo el estrés, pero hay muchos estudios que señalan que el estrés afecta a la salud cardiovascular. Si estás estresado, y, además, tienes factores de vulnerabilidad, comes mal, no duermes, fumas o bebes, etc., entonces, todo suma.

Nosotros decimos que el estrés es un factor determinante en la generación de enfermedades porque rompe la homeostasis del cuerpo humano y esta homeostasis está conectada con la generación de hormonas, que si no controlamos, pueden provocar enfermedades como la hipertensión, el ictus, problemas cardiovasculares, problemas digestivos, incluso cáncer. Eso a nivel físico, a nivel psicológico hablamos de depresión, ansiedad, irritación e incluso suicidio.

–¿Cuáles serían los consejos para reducirlo?

Javier de Pablo: Analizar si nuestro tipo de vida es coherente con nuestros valores, mejorar si es posible nuestra autoestima y modificar, si se puede, que no es siempre, los aspectos de nuestra vida laboral, familiar y social causantes del estrés.

Simon L.Dolan: Yo diría que no existe una aspirina para reducir el estrés, siempre digo que el primer paso para reducirlo es tomar conciencia de que existe. En este sentido, nosotros hemos creado “el mapa del estrés” que ayuda a las personas a entender qué está pasando en su vida, sobre todo de forma crónica y repetitiva.

–¿Cuál es el secreto de la resiliencia y cómo se relaciona con el estrés?

El secreto de la resiliencia es que en la vida hay retos, hay que saber superarlos. Los retos se superan, terminarás con una cicatriz pero te recuperarás, eso es resiliencia.

La resiliencia es un estado que ayuda a la gente a volver rápido a encontrar algo que se llama vida: la vida laboral, la vida familiar u otro tipo de vida.

No debes ser resiliente en todos los retos de la vida, hay veces que hay cosas objetivas como una muerte, una enfermedad, que son difíciles de superar, pero el 90% de las cosas de la vida, sí. No hay una aspirina, pero sí hay factores conocidos que pueden ayudarnos en este proceso, no se puede ser resiliente al 100% pero si estamos resiliente al 90% tampoco está nada mal.