La búsqueda de la belleza ha corrido muchas veces paralela a la de la felicidad. Se cree que estar más delgado o tener la piel tersa, al hacernos más atractivos ante los demás, puede acercarnos a ella.

Pero buscar la belleza en unas características físicas concretas, cuya apreciación varía según la cultura y las modas, puede ser un error de estrategia: no todos somos iguales y aspirar a serlo es ir contra nuestra propia naturaleza.

¿Y si el camino fuera el inverso? ¿Y si fuera la felicidad o cierto grado de equilibrio lo que procurara la belleza?

A priori parece un objetivo más difícil de alcanzar, incluso que requiere un mayor esfuerzo. Sin embargo, no es eso lo que dice el ayurveda, la medicina tradicional de la India.

Ayurveda: qués es y cómo se aplica a la belleza

Ayurveda significa en sánscrito "ciencia de la vida" y alude a los conocimientos sobre el mantenimiento de la salud que durante seis mil años han cultivado generaciones de médicos en la India.

Para el ayurveda, la belleza surge de manera natural cuando se está en equilibrio. Es un aspecto más de la salud y por eso se ocupa de ella. Buscarla es legítimo porque es aspirar a ser uno mismo, a vivir de acuerdo con la propia naturaleza y en armonía con el entorno, para dejar que la belleza del interior se refleje en el exterior.

El principio es simple: todo lo que existe en la naturaleza existe también en el hombre en proporción armónica, pues forma parte de ella, pero el paso del tiempo y los malos hábitos pueden alterar esa proporción y provocar un problema de salud que se refleje en el exterior. Porque para el ayurveda, la piel es el principal órgano a través del cual se expresa el cuerpo y todo problema de piel es síntoma de un desequilibrio interior que conviene corregir.

La dieta, el estilo de vida y los masajes con aceites de aromaterapia son los instrumentos principales de los que se vale el ayurveda para devolver al organismo su equilibrio, lo que se reflejará en el aspecto de la piel y el cabello, y en una mayor vitalidad.

Los cuidados diarios de belleza y los cosméticos son un complemento para conseguirlo e inciden en tres aspectos básicos: limpieza, nutrición y protección.

Ayurveda, dosha y tipo de piel

Las recetas universales no existen en ayurveda. Para esta ciencia milenaria cada persona posee una constitución propia desde que nace. Esa constitución influye en su aspecto físico, metabolismo y forma de pensar y sentir, haciéndola más o menos propensa a ciertos desequilibrios.

Se conoce como prakruti y depende de cómo se combinan en la persona los tres humores o doshas que rigen la naturaleza y, por lo tanto, el funcionamiento de su cuerpo y de su mente: vata, pitta y kapha. Estos doshas están formados a su vez por los cinco elementos que componen el universo: tierra, agua, fuego, aire y éter.

Existen personas claramente vata, pitta y kapha, si bien lo más habitual es tener una constitución mixta: vata-kapha, pitta-vata... Del dosha predominante depende el tipo de piel y cómo le afectan el estrés, las alergias y otros factores que favorecen la aparición de acné, rojeces, manchas o líneas de expresión.

Cuando alguien está en equilibrio su piel y cabello presentan las características propias de su dosha, pero están sanos: las personas vata tendrán la piel algo seca; la piel de las pitta será más sensible y las hapha segregarán más grasa, Pero a veces, por causas internas o externas, como el clima o la dieta, los doshas se desequilibran y aparecen alteraciones.

Ningún prahruti es mejor que otro; simplemente da información de cómo funciona el cuerpo y cómo tratarlo para lograr el equilibrio y potenciar su belleza.

El secreto de la belleza según el ayurveda reside, pues, en vivir en armonía con esa combinación propia de energías o prahruti . Para ello le da al cuerpo lo que le falta y trata de contrarrestar lo que le sobra con su opuesto.

Cómo el ayurveda puede mejorar la piel

En ayurveda el primer paso para recuperar el equilibrio es depurarse. La acumulación de desechos o ama se refleja en la piel y en el funcionamiento del metabolismo.

Para evitar esa acumulación es indispensable mejorar la digestión, no solo optando por una dieta equilibrada sino procurando comer descansado, relajado y en buena compañía.

Un masaje ayurvédico que promueva el drenaje linfático a través de manipulaciones y el uso de aceites muy penetrantes, buscará eliminar esos desechos para revitalizar el organismo, y el resultado se reflejará en la piel.

En cuanto a los cuidados específicos de belleza, aunque cada persona debe adecuar sus rutinas a su constitución, existen unos cuidados generales que ayudan a mantener la piel y el cabello sanos. En el caso de la piel, una buena limpieza seguida de un masaje que active la circulación, una exfoliación suave que elimine la piel muerta y una buena tonificación e hidratación son, según el ayurveda, los cuidados básicos que esta precisa a diario.

Vata, la energía que seca la piel

La energía vata está formada por aire y éter. Es el dosha responsable del movimiento y la eliminación. Su característica distintiva es la sequedad. Por eso cuando se dispara el vata la piel se vuelve áspera, se agrieta, presenta falta de tono o brillo, durezas, eccema seco...

  • ¿Cómo son? La piel, además de seca, presenta un aspecto mate y poros pequeños. Está poco oxigenada, con el frío y la sequedad le salen rojeces, y tiende a envejecer prematuramente.
  • Alimentación. La dieta ha de ser caliente, pesada, húmeda, nutritiva y relajante. La digestión de las personas vata es débil, por lo que conviene que coman tranquilas. Deben evitar los alimentos muy fríos y los atracones. Un té o un postre caliente al final les sentará bien.
  • Ejercicio. Aunque les atraen los deportes rápidos, los vata precisan también trabajar la fuerza y la resistencia mediante ejercicios lentos y suaves. Pueden practicar natación, caminar, probar bailes suaves, el taichi... El yoga puede ayudarles a contrarrestar la hiperactividad y combatir el estrés.
  • Masajes. Los vata son muy sensibles al tacto. Prefieren masajes suaves, lentos, con aceites nutritivos y calientes que ayuden a relajarse. Son ideales el aceite de sésamo, almendra u oliva, con plantas o esencias tónicas y caloríficas, como la canela o el ciprés. También aceites esenciales dulces o ligeramente ácidos que relajen la mente, como el sándalo o la rosa. Su piel seca pide abundante aceite y hay que dárselo.
  • Baños. En cuanto al baño, conviene que sea caliente pero debe terminarse con una ducha de agua fría para cerrar los poros y estimular la circulación periférica. Esto ayuda a que pies y manos se mantengan calientes.

Pitta, la energía de las pieles sensibles

Pitta es fuego y agua, responsable del metabolismo y la digestión. Se distingue por el calor. Cuando sobra pitta aparecen erupciones, inflamaciones, arrugas prematuras, acné, puntos negros, más grasa de la zona T y decoloraciones en la piel.

  • ¿Cómo son? La piel es muy sensible, muchas veces mixta. Se irrita e inflama fácilmente, sobre todo con el calor. Las varices, la mala circulación y la dilatación de pequeños capilares son propias de pitta.
  • Alimentación. Digieren muy bien, lo que a veces les lleva a acostumbrarse a los excesos. Agradecen la comida fría, algo seca, sin mucho caldo o aceite, y les conviene moderar el consumo de sal.
  • Ejercicio. Les atrae el ejercicio intenso, pero no les conviene cansarse mucho, pues eso aumenta su irritabilidad. Y deberían relajarse después de practicarlo, con una sauna o un baño en agua fría, por ejemplo. Son adecuados los deportes de equipo y de agua.
  • Masajes. El automasaje les ayuda a tomar conciencia de su cuerpo. Les sientan bien los masajes con poco aceite, templado, o incluso sin aceite, como el shiatsu. Se recomiendan aceite de coco o neutros como el de oliva o sésamo, con esencias refrescantes y reequilibrantes que enfríen el temperamento, como sándalo o jazmín.
  • Baños. Los baños y las duchas frías ayudan a bajar el calor corporal.

Kapha, la energía grasa

Tierra y agua forman kapha, responsable de la estructura corporal y los fluidos. Su rasgo distintivo es la pesadez. Por eso si hapha se dispara se gana peso y se retienen líquidos. Una piel apagada y congestionada, muchos puntos negros y un exceso de grasa también pueden indicar que hapha está elevado.

  • ¿Cómo son? La piel suele ser suave y grasa, con los poros abiertos y propensión al acné, pero envejece bien. La retención de líquidos y la celulitis son propias de kapha.
  • Alimentación. En general deben comer poca sal y pocas grasas, mucha fibra y alimentos poco hechos. El desayuno puede ser muy ligero. No les conviene dormir tras las comidas para evitar la pesadez y, en cambio, sí dar un paseo.
  • Ejercicio. Son poco amigos de la actividad física. Deben realizar ejercicios enérgicos que activen y ayuden a perder líquidos, a mantener el peso corporal adecuado y estimular el metabolismo. Elegir ejercicios que les atraigan les ayudará a ser más constantes.
  • Masajes. Aceptan masajes vigorosos, pues tienen la piel y la carne fuerte y gruesa. Les sientan bien los que mejoran la circulación y el drenaje linfático, con poco aceite, que podría aumentar la sensación de pesadez. Puede ser aceite de mostaza o jojoba, con aceites esenciales penetrantes, ligeros, cálidos y estimulantes, como cedro, eucalipto o salvia.
  • Baños. Se recomiendan baños calientes, acompañados de un masaje con cepillo o esponja para activar la circulación.

Para más información

  • Ayurveda; Pratima Raichur, Ed. Amat
  • Cuidados de belleza ayurvédicos; Melanie Sachs, Ediciones Obelisco