Si ya se está familiarizado con el yoga, practicar en casa es una de las mejores maneras de beneficiarse de él, ya que se puede hacer con mayor regularidad y de acuerdo con los horarios y necesidades personales.

Se considera que los mejores momentos para hacer yoga son a primera hora de la mañana o a última de la tarde.

La práctica matutina resulta muy útil para desentumecer los músculos y preparar la mente y el cuerpo para el día.

Mientras que al final de la jornada, cuando el cuerpo se mueve con mayor facilidad y flexibilidad pero la mente está cansada, la práctica puede servir para relajarse y aliviar las tensiones y el estrés acumulados durante el día.

Cada uno puede decidir qué posturas y horas le van mejor y así sacar más provecho a la práctica.

Es importante disfrutar, no imponerse una disciplina rígida. Y prestar atención a cómo se siente uno en cada ocasión, para ajustar la práctica en consonancia.

Posturas de yoga adecuadas para la mañana

Por la mañana se pueden practicar saludos al sol, posturas invertidas y alguna torsión de la columna vertebral.

Las posturas de yoga que doblan la espalda hacia atrás, como "la cobra" y "el arco", producen una sensación de vitalidad.

Ocurre lo mismo con el "guerrero" y las posturas que expanden el pecho, que favorecen una respiración más profunda.

¿Cómo se hace la postura del guerrero?

  1. De pie, estira los brazos por encima de la cabeza y junta las palmas de las manos sin levantar los hombros.
  2. Lleva una pierna atrás y flexiona la otra formando un ángulo recto entre muslo y pantorrilla. La rodilla ha de estar en la vertical del talón. Y las dos plantas de los pies, en el suelo.
  3. Si te sientes estable, levanta la barbilla, estirando la columna y dirigiendo la mirada hacia las manos.
  4. Mantén la postura entre 4 y 8 respiraciones y repítela hacia el otro lado.

Posturas de yoga adecuadas para la noche

Por la noche, es preferible optar por posturas erguidas y de flexión hacia delante.

Una postura de efecto balsámico para el cuerpo y la mente es la "del niño" (o fetal), que relaja la zona lumbar.

La torsión de la columna tumbado en el suelo también alivia el dolor de espalda y masajea los órganos abdominales.

Sea la hora que sea, al final de cada práctica es bueno dedicar los minutos finales a la postura del "cuerpo muerto" o savasana.

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