En los colegios enseñan que el agua es inodora, incolora e insípida, pero esto únicamente es cierto en el caso del agua destilada.

Se puede aprender a catar el agua igual que el vino o un buen aceite. Es posible diferenciar hasta treinta sabores, que los catadores profesionales describen con términos precisos, como dulzón, ligero, térreo o flor, metálica, roca...

Cata de agua paso a paso

El primer paso para ser un buen degustador es reconocer el tipo de agua que se está catando. Para ello hay que empezar por la composición química que figura en la etiqueta (aunque cada vez sea más reducida), pues cada uno de los minerales destacados le otorga un sabor y unas cualidades peculiares.

Desde el punto de vista de la salud, las aguas minerales más recomendables son las de mineralización débil o muy débil.

Otras aguas de calidad son las cálcico-magnésicas, mientras que las ricas en determinados minerales se pueden utilizar durante un tiempo para tratar problemas concretos.

Además debes tener en cuenta estos aspectos:

  • La temperatura más adecuada para apreciar el sabor está entre los 18 y los 22 grados. El agua fría oculta su sabor y enlentece la digestión. Por eso no debería tomarse con hielo, que además puede alterar la composición natural del agua mineral.
  • La copa ideal es de cristal fino, liso, incoloro y transparente. La forma alargada permite apreciar las columnas de burbujas en el caso de las aguas minerales con gas.
  • El envase más adecuado para conservar las propiedades del agua es el vidrio. Los plásticos, en ciertas condiciones ambientales, transfieren al agua sustancias propias indeseables e influyen en el sabor.

A partir de ahí, puedes proceder como con cualquier otra cata. Fíjate en el color, en el olor y luego, poco a poco, mójate los labios, mantén el agua en la boca y disfruta del sabor. ¿Cómo es? ¿Te refresca o te seca la boca? ¿Te recuerda a algo?

Tipos de agua y su sabor

Aunque no existen dos aguas iguales, se pueden clasificar en función de los elementos minerales predominantes, que son los que les confiere propiedades terapéuticas peculiares.

Agua de mineralización débil o muy débil

Menos de 50 mg de residuo seco por litro, las muy débiles, y entre 50 y 500 mg las débiles. De sabor dulzón, fino y Iigero, refrescan pero sacian menos la sed que las aguas ricas en minerales.

Tienen un efecto depurativo porque arrastran los residuos y por ello están especialmente indicadas durante las curas depurativas.

Son idóneas para los niños.

Aguas bicarbonatadas o alcalinas

Contienen más de 600 mg de bicarbonatos (CO3H) por litro, con ligero sabor salado si son también sódicas (más de 200 mg por litro de sodio), y con cuerpo y saciantes si son cálcicas.

Están indicadas en las afecciones digestivas crónicas, especialmente las sódicas.

Aguas cálcicas

Más de 150 mg de calcio (Ca) por litro. Para muchas personas son las más agradables por su cuerpo y suavidad.

Aportan una parte de Ia necesidad diaria de calcio, necesario para el mantenimiento en buen estado de los huesos y los dientes, pero no reemplazan por ello a los alimentos.

Aguas magnésicas

Más de 50 mg de magnesio (Mg) por litro. El magnesio se presenta normalmente asociado al calcio y favorece su correcta asimilación. Contribuye a la salud de los huesos,evita los calambres y equilibra el sistema nervioso central con una beneficiosa influencia en la actividad cerebral.

Aguas cloruradas

Más de 200 mg de cloruros (Cl) por litro. Favorecen el equilibrio ácido-base en el organismo y ayudan al hígado a eliminar sustancias tóxicas. Son muy eficaces para rehidratarse.

Aguas sulfatadas

Más de 200 mg de sulfatos (SO4) por litro.Se recomiendan en caso de afecciones del hígado. Las que son también sódicas y magnésicas, que producen sensación de sequedad en el paladar, tienen efecto laxante

Aguas fluoradas

Más de 1 mg de flúor (Fl) por litro . Proporcionan resistencia al esmalte dental y fortalecen la masa ósea, estando también indicadas en caso de osteoporosis. 

Aguas ferruginosas

Más de 1mg de hierro (Fe) por litro. El hierro, que puede conferirles sabor metálico y óxido, es fundamental para el transporte de oxígeno a través de la sangre y los tejidos.

Aguas carbónicas (con gas)

Más de 250 mg por litro de anhídrido carbónico o gas libre. Resultan digestivas porque estimulan las secreciones gástricas.

Tomadas en ayunas combaten la migraña.