Vitales y rebosantes de valiosos nutrientes, las semillas germinadas son un pequeño tesoro para el organismo. Incluirlas en la dieta es una buena manera de consumir vegetales frescos y de premiarse no sólo con su delicado sabor sino con su poder antioxidante y revitalizante.

Germinados: propiedades poderosas

¿Pero qué ocurre durante la germinación para que se concentre en ellas tanta energía?

Las semillas, al ponerse en remojo, duplican su volumen, la cáscara se ablanda y se abre, y las enzimas se activan gracias al agua y al oxígeno.

A los pocos días de conservarlos en un ambiente húmedo y cálido, los brotes se van alzando hacia la luz en un proceso de intensa labor metabólica que transforma y aumenta los nutrientes que atesoran los granos en su interior.

Esos nutrientes son los que precisa la planta para crecer, pero en los germinados se activan espectacularmente, se muestran más disponibles y resultan más fáciles de digerir.

  • Los hidratos de carbono son predigeridos por las enzimas, que los transforman en azúcares simples más asimilables.
  • Las grasas se transforman en ácidos grasos y las proteínas se descomponen en cadenas más simples y, por tanto, más aprovechables.
  • Las vitaminas se multiplican y los minerales se vuelven más fáciles de asimilar.

Además se activa la clorofila, de alto poder antioxidante.

Las semillas germinadas han formado parte de las ancestrales culturas culinarias de todo el mundo.

Beneficios de los germinados

Sus beneficios para la salud son notables.

  • Su consumo regular regenera la flora intestinal y mejora la digestión.
  • Son reconstituyentes, remineralizantes y desintoxicantes.
  • Estimulan el metabolismo y los jugos pancreáticos.
  • Fortalecen las defensas y apenas aportan calorías...
  • Su energía de crecimiento nos beneficia, sobre todo en los cambios estacionales.

Tipos de germinados

Se puede germinar la mayoría de semillas, incluidos los cereales y las legumbres, que podrían considerarse categorías en sí mismas, con tiempos de remojo y crecimiento diferentes.

¿Cómo germinar semillas en casa?

Germinar es crea las condiciones idóneas para despertar la vida. Estos son los pasos y las precauciones que deben seguirse para conseguirlo.

Material. Sólo se precisa un tarro de vidrio o de plástico y una tela tipo gasa o tapa agujereada. Hay germinadoras de barro o plástico con bandejas perforadas que se superponen sobre una base.

  1. Remojar las semillas. Se lavan las semillas y se dejan en remojo en agua tibia (en el tarro o la base de la germinadora) y en un lugar oscuro de 8 a 12 horas, según la variedad (avena, berro y mostaza sólo se enjuagan para que no se enmohezcan). Si se usa un tarro, se tapa con la tela o tapa agujereada para que no se cuelen insectos. Luego se escurren y se reparten por la pared del tarro ligeramente inclinado o en la primera bandeja de la germinadora (la tela o la tapa sirven de colador).
  2. Germinar. El primer día se deben enjuagar o regar las semillas 2-3 veces con agua tibia para eliminar residuos metabólicos, y el último día sólo una vez y descartar el agua. Las últimas dos horas, cuando los brotes alcanzan la longitud óptima, se exponen a la luz para que desarrollen la clorofila y queden más sabrosos. En la germinadora, los brotes se van subiendo a bandejas más altas y se riegan a diario.
  3. Conservación. Una vez recogidos, se eliminan los restos de cáscara sumergiéndolos en agua, se secan y se guardan en la nevera en un tarro. Duran días, pero se enrancian y humedecen; es mejor organizarse para obtener germinados frescos casi a diario y no almacenarlos más de 3-4 días.
  4. ¿Y si no funciona? Puede deberse a que las semillas sean muy viejas o estén muy tratadas o demasiado húmedas (regarlas menos), que la temperatura sea insuficiente (colocar cerca de un radiador), que el agua no sea muy pura (elegirla de botella) o que la germinadora tenga bacterias por falta de higiene (lavar con agua y vinagre y enjuagar bien.)

¿Cuánto tarda en germinar cada semilla?

¿Cuánto tarda en germinar cada tipo de semilla? Aquí puedes consultarlo:

Tipo de semillaRemojo (horas)Germinación (días)Longitud del brote (cm)
Alfalfa6710
Azuki1240.5
Berro-33
Calabaza72-30.3
Garbanzo123-40.5
Girasol621
Lenteja732
Mostaza-60.5
Mungo123-42-5
Rabanito550.3
Trigo1232-3

Cómo comer germinados

En los brotes crudos la cantidad de vitaminas es mucho mayor, por lo que conviene comerlos recién germinados y crudos o solo ligeramente cocidos, sea salteados o escaldados. También es en crudo cuando mejor despliegan su sabor y permiten jugar más con su textura crujiente.

Su destino natural son las ensaladas, donde abren la puerta a muchas y sofisticadas combinaciones. Sin embargo, tienen muchos otros usos:

  • Las legumbres pueden usarse en salteados ligeros con otras verduras.
  • Combinan muy bien con huevos, ya sea en revueltos, tortilla o incluso rellenos de leche y huevo (en quiches o budines).
  • Los germinados pueden servir de guarnición. Para combinarlos debe prestarse atención al sabor y al color.
  • Berro, mostaza, sésamo y remolacha son excelentes con todo tipo de quesos.
  • Los germinados aportan ligereza a arroces, pastas y cereales integrales.
  • Son un buen complemento para los bocadillos, pues se mantienen en buenas condiciones pasadas unas horas.
  • En postres y desayunos, granos y semillas son adecuados con yogur o fruta.
  • Para usarlos en croquetas, rellenos, buñuelos o hamburguesas, hay que picarlos bien con una trituradora eléctrica.
  • Un pellizco de germinados sobre una sopa cremosa, un canapé o un arroz da un punto de sofisticación y un contraste de sabor, color y textura.