Los llamados "brotes de soja", muy populares, no se obtienen en realidad de la soja sino de la judía mungo. Tal vez la confusión proceda de que a esta legumbre asiática se la conoce como "soja verde", pese a no estar emparentada con la soja auténtica.

Aunque guisada también resulta sabrosa, es una de las semillas más fáciles de germinar. Sus germinados son los más ricos en proteínas después de los de la soja, si bien son más fáciles de digerir.

Además proporcionan abundantes vitaminas C y del grupo B, en especial ácido fólico. Su textura crujiente resulta ideal para las ensaladas, pero también pueden añadirse a sopas o saltearse.

Tres pasos muy sencillos

Su textura crujiente resulta ideal para las ensaladas, pero también pueden añadirse a sopas o saltearse. Para germinarla tendrás que dejarlas en remojo previamente y enjuagar unos días.

  1. Deja las judías en remojo de 8 a 12 horas.
  2. Elimina el agua y deposita las judías en un bote tapado con una gasa. Deja el bote inclinado boca abajo en un lugar donde no le dé la luz directa.
  3. Enjuaga las judías en agua dos o tres veces al día y vuelve a colocar el bote boca abajo. A los tres o cuatro días estarán listas, en función de la longitud del brote que quieras.