Los oxalatos, sales del ácido oxálico, son sustancias presentes en los alimentos de origen vegetal que, en dosis elevadas, pueden ser nocivas para la salud, ya que favorecen la formación de cálculos renales y pueden dificultar la función renal.

Se sabe, además, que aunque los oxalatos y el ácido úrico son sustancias diferentes, al actuar los dos sobre la función del riñón pueden tener un efecto sinérgico, y la presencia de uno agravar los problemas derivados del otro.

Se sabe que hasta el 80% de los cálculos están formados de oxalato de calcio, pero solo el 10-20% del oxalato presente en la orina es de procedencia dietética, el resto lo genera el propio organismo. Entonces, ¿hay alimentos prohibidos para las piedras en el riñón? Aunque popularmente se dice que los alimentos con oxalatos están prohibidos para las piedras en el riñón, en realidad no es necesario eliminarlos por completo de la dieta. Simplemente no hay que abusar de los alimentos que los contengan en cantidades notables.

Por ello, cuando hay tendencia a formar cálculos de oxalato, es importante conocer qué alimentos tienen oxalato y cómo se producen, para adoptar algunas medidas para evitar su acumulación en el organismo.

Cálculos en el riñón de oxalato: por qué se producen

Los cálculos renales son una patología frecuente: en la mayoría de países subdesarrollados su incidencia se calcula en un 5% de la población; en Europa, alrededor de un 10%; en EE UU, un 12%; y en Arabia Saudí hasta un 20% de la población padece este problema.

Los cálculos se producen por la presencia de una orina anormal (modificada en su composición por causas metabólicas), que ocasiona que haya en esta una mayor cantidad de ácido úrico, calcio y oxalatos, lo que aumenta la predisposición a formar microcristales salinos que, al aglutinarse, generan cálculos renales.

Se sabe también que ciertas sustancias presentes en la orina (citratos, nefrocalcina y glicaminoglicanos) actúan como inhibidores de la formación de cálculos.

De esas cifras en un 60%-80% de los casos se trata de cálculos por oxalato de calcio; así, la incidencia de cálculos de oxalato casi se ha duplicado en los últimos 50 años y ha ido parejo al incremento del gasto en la cesta de la compra.

Curiosamente, el aumento por grupos de alimentos no ha ido a la par con el de oxalatos dietéticos, pues la mayoría de vegetales con oxalatos se consideraban alimentos de "gente pobre" (espinacas, acelgas...). Por lo tanto, aún no se conoce si existe una relación directa entre cálculos oxálicos y oxalatos ingeridos con la dieta.

Los cálculos renales están ligados a condicionamientos genéticos y a aspectos como el acúmulo de sustancias en el riñón, como el ácido úrico.

Existen familias de formadores de cálculos, reforzando la idea de que existe una predisposición familiar y una cuestión de transmisión de hábitos, como beber más o menos líquidos, un factor dietético importante en la formación de cálculos renales.

Por eso, además de moderar el consumo de alimentos ricos en oxalatos es conveniente seguir una dieta baja en purinas, que son ricas en ácido úrico.

Alimentos prohibidos para las piedras en el riñón

Esta tabla muestra el contenido en oxalatos por 100 g de alimento. Fuente: Universidad de Justus von Liebig de Giessen (Alemania). Aunque no son alimentos prohibidos para el riñón, sí conviene limitar al máximo su consumo.

Espinaca571 mg
Ruibarbo537 mg
Cacao en polvo385 mg
Remolacha72,2 mg
Judía verde43,7 mg
Pan moreno20,9 mg
Frambuesa16,4 mg
Fresa15,8 mg
12,5 mg
Zarzamora12,4 mg
Ciruela11,9 mg
Chocolate con leche11,2 mg
Grosella roja9,9 mg
Berenjena9,5 mg
Alcachofa8,8 mg
Uva7,9 mg
Col lombarda7,4 mg
Cereza7,2 mg
Pan blanco6,9 mg
Albaricoque6,8 mg
Apio6,8 mg
Coliflor6,6 mg
Naranja6,2 mg
Pera6,2 mg
Col de Bruselas6,1 mg
Zanahoria6,1 mg
Perejil5,7 mg
Mermelada5,7 mg
Col rizada4,9 mg
Vino3,1 mg

Dieta para evitar los cálculos de oxalatos

​Si se tiene en cuenta lo anteriormente dicho se puede recomendar que si se ha padecido en alguna ocasión de piedras en el riñon por acumulación de oxalatos la dieta más adecuada debe basarse sobre todo en el consumo de alimentos vegetales. Además, hay que tener en cuenta otras consideraciones:

  • El consumo de proteínas de origen animal, sin embargo, sí favorece la aparición de cálculos, por eso debe moderarse su consumo. Conviene reducir al máximo los alimentos cárnicos (carnes rojas, embutidos...).
  • La cocción puede reducir entre un 10-15% los oxalatos, pero también merma el contenido vitamínico.
  • Cuando existe una predisposición a sufrir cálculos oxálicos se recomienda no abusar de los alimentos ricos en sales de ácido oxálico. Sin embargo, no está demostrada ampliamente esta relación. Además, las sales de ácido oxálico apenas son solubles al agua, por lo que permanecen en el alimento y pueden formar cálculos. Si estas sales tuvieran una gran solubilidad en el agua, simplemente se eliminarían por la orina.
  • La vitamina C es ácido ascórbico, y los ascorbatos, por vía metabólica, pueden transformarse en oxalatos. Esta vía sólo es importante cuando se consumen grandes cantidades de vitamina C, como sucede cuando se sigue una suplementación de 500 mg a 1 g diarios, por ejemplo, para tratar un resfriado.
  • Se aconseja beber de 2,5 a 3 litros diarios de agua fina (entre 400 mg y 1 g de residuo seco), preferentemente por la noche para evitar que se acumulen las sales en los riñones. Beber mucho líquido ayuda a expulsar los cálculos de oxalatos, aunque los cálculos de ácido oxálico son afilados y espinosos, por lo que su expulsión es bastante dolorosa.
  • ¿Mucho calcio genera piedras en el riñón? La expulsión excesiva de calcio puede deberse a un aumento del consumo de proteínas, que necesitan este mineral para su absorción metabólica, lo que puede generar cálculos renales, calambres por un déficit de calcio u osteoporosis. Pero esto puede suceder tanto si hay un exceso de calcio en el organismo como si no.

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