Cuando los dientes no se limpian correctamente son vulnerables ante las bacterias patógenas y aparecen las caries. Si esta enfermedad dental no se trata, las bacterias llegan a la pulpa o nervio del diente y provocan su inflamación. Este proceso es gradual y puede prolongarse durante años.

¿Cómo se reconoce una infección de la raíz dental?

En la mayoría de los casos, el diente atacado por bacterias duele, especialmente al morder o al consumir comidas y bebidas muy calientes o muy frías.

El dolor también se puede sentir repentinamente en reposo o manifestarse en forma de dolores de cabeza y de mandíbula. Un diente inflamado es sensible al golpeteo y la encía circundante se inflama. El mal aliento o el mal sabor de boca también son posibles indicaciones de que las bacterias están presentes.

El dolor puede desaparecer durante un tiempo, lo que no significa que el problema se haya resuelto. Siempre se debe consultar a un dentista si se sufren molestias en los dientes. Una radiografía puede aclarar el estado de una infección en la raíz del diente.

¿Qué sucede durante una endodoncia?

Si la radiografía confirma que el nervio está afectado, hay que limpiarlo. Para llegar a las áreas inflamadas, se tiene que perforar el diente. Luego el dentista limpia los canales en la raíz del diente con instrumentos diminutos y sustancias antibacterianas.

Si la inflamación está muy avanzada, se debe extirpar todo el nervio del diente y luego se sellan los canales con empaste para que no penetren más bacterias. Finalmente el diente se cubre con una funda para protegerlo. El objetivo es eliminar el dolor y conservar la pieza dental.

La mayoría de las personas siente poco o ningún dolor durante la endodoncia. Muy probablemente es más doloroso vivir con un diente deteriorado.

Esperanza de vida de los “dientes muertos”

Si la infección dentro del diente no se elimina a tiempo, el nervio del diente muere. Como resultado, el diente va dejando de recibir nutrientes desde el interior. Es por eso que se le llama erróneamente "muerto".

Sin embargo, la raíz del diente aún está conectada a los nervios y vasos sanguíneos desde el exterior, lo que en realidad mantiene vivo al diente. Si estuviera completamente muerto, el cuerpo lo rechazaría.

La endodoncia es la última oportunidad para conservar el diente. El diente a menudo todavía está en buenas condiciones, lo que significa que sigue siendo completamente funcional durante muchos años después de un tratamiento exitoso.

Según estudios actuales, la probabilidad de supervivencia de un “diente muerto” es la misma que la de un implante.

Con una buena endodoncia no es necesario sacar diente natural y sustituirlo por un implante. Los dientes artificiales también pueden causar inflamación a su alrededor con cuatro veces mayor frecuencia que un diente natural.

Sin embargo, los pacientes con un diente tratado con endodoncia deben tener un poco más de cuidado, ya que el procedimiento puede hacerlo más propenso a fracturarse.

Es por ello que se deben evitar los alimentos extremadamente duros. Si prestas atención a esto, puedes mantener el diente tratado en la boca durante muchos años y ahorrarte un implante costoso.

¿Es peligroso un diente tratado con endodoncia?

Si el dentista ha trabajado meticulosamente, todas las bacterias y áreas infectadas se han eliminado por completo, el diente se ha limpiado y sellado con un empaste, por lo que se puede conservar el diente tratadosin efectos negativos para el cuerpo.

Sin embargo, si la endodoncia no se ha hecho bien y queda tejido infectado dentro del diente, este comenzará a pudrise y esto es un riesgo. Si el diente continúa causando dolor después de la endodoncia, debes consultar al dentista de nuevo, que probablemente realizará una radiografía para determinar si hay infección.

¿Cuál es el peor de los casos?

Si ha quedado tejido infectado dentro del diente, pero no duele, puede pasar mucho tiempo  sin que tomemos medidas y las excreciones tóxicas de las bacterias pueden llegar al torrente sanguíneo y causar problemas en otras partes del cuerpo. Por eso algunas personas no quieren realizarse endodoncias y prefieren eliminar la pieza dental. 

Por tanto, las alternativas a la endodoncia son extraer el diente dañado, sin tratamiento adicional, o reemplazarlo por un implante dental, un puente o una prótesis dental parcial.