Unas llagas o ampollas alrededor de la boca o la nariz que pican y provocan molestias y que, después de romperse, se transforman en costras amarillentas, pueden deberse al impétigo. Se trata de una enfermedad cutánea común en los pequeños, se estima que representa el 10% de los problemas de piel en los niños. Muchas personas se preguntan si es contagioso el impétigo y lo cierto es que sí, resulta muy contagioso. En este artículo te contamos de qué forma se contagia y cómo evitarlo.

¿Qué es el impétigo?

El impétigo es una infección cutánea bastante habitual causada por bacterias, como Staphylococcus aureus (S. aureus) y estreptococos del grupo A. Suele afectar a bebés y niños pequeños, pero los adultos también pueden contraerla.

Un pequeño corte o rasguño en la piel puede ser la puerta de entrada de las bacterias, aunque no siempre es necesario que haya una abertura en la piel para contagiarse. La infección comienza con llagas de color rojizo que en poco tiempo se rompen y supuran durante unos días. Luego, en el sitio donde estaban las llagas se forma una costra de color amarillento.

Las llagas pueden extenderse fácilmente a otras partes del cuerpo cuando se tocan o rascan y luego se tocan otras zonas, o a partir del uso de ropa  que estuvo en contacto con las llagas.

El impétigo no suele ser grave y por lo general desaparece sin tratamiento al cabo de dos o tres semanas. No obstante, los médicos suelen antibióticos tópicos u orales para curar la infección más rápido y reducir el riesgo de contagiar a otras personas.

¿Es contagioso el impétigo? 

El impétigo es muy contagioso y en la mayoría de casos se contrae a través del contacto directo con la piel de personas infectadas, aunque también se puede transmitir al compartir objetos o ropa con una persona infectada.

Hay algunas medidas que pueden evitar el contagiar el impétigo a otras personas:

  • Lavar las zonas afectadas con un jabón suave y agua corriente y cubrirlas con una gasa.
  • No compartir la ropa (ya sea de vestir, de cama o toallas) con otras personas.
  • Lavar todos los días con agua caliente la ropa que ha estado en contacto con las llagas, así como la ropa de cama y las toallas.
  • Evitar tocarse las llagas y, en caso de hacerlo, limpiarse bien las manos con agua y jabón.
  • Utilizar guantes si se aplica una crema antibiótica sobre las heridas .
  • Evitar el contacto cercano con otras personas hasta que las llagas se hayan curado.

Hay que tener en cuenta que el impétigo es contagioso hasta que la erupción desaparece y las costras se caen.

Síntomas del impétigo

Los principales síntomas del impétigo son llagas rojizas, a menudo alrededor de la nariz y la boca, aunque también pueden aparecer en el cuero cabelludo, las piernas o los brazos. Suelen aparecer unos 3 días después de que las bacterias infecten la piel y pueden provocar picor, dolor y enrojecimiento en la zona. También puede notarse una inflamación de los ganglios.

Hay un tipo de impétigo menos habitual, llamado impétigo bulloso o ampolloso, que provoca ampollas más grandes en el tronco de los bebés y niños pequeños.

Por otro lado, el ectima es una forma grave de impétigo que causa llagas más profundas y dolorosas llenas de líquido o pus. Las costras son más gruesas y pueden dejar cicatrices en la piel.

Impétigo en adultos

Como hemos visto, el impétigo es más habitual en los niños, pero también puede afectar a los adultos. A veces, la infección aparece después de haber sufrido otro problema cutáneo (como la sarna), un resfriado o una infección vírica.

El riesgo de impétigo es mayor en los climas tropicales (con veranos cálidos y húmedos e inviernos suaves), en las personas con un sistema inmunitario debilitado o en aquellas que practican deportes de contacto, ya que es más fácil que tengan cortes o rasguños que pueden entrar en contacto con la piel de personas con la infección