Celidonia

El látex de celidonia es un eficaz remedio contra las verrugas. Aunque puede tomarse en infusión para distintos dolores, es potencialmente tóxica y se recomienda su uso externo.

 

¿Qué es la celidonia y para qué sirve?

La celidonia mayor (Chelidonium majus), emparentada con amapolas y fumarias, es una planta habitual en terraplenes, herbazales y roquedos de ambientes umbríos y húmedos.

Su denominación genérica de Chelidonium procede del vocablo griego chelidon por «golondrina», porque se creía que esta planta florecía coincidiendo con la llegada de estas aves en primavera y se solía marchitar más o menos cuando éstas volvían a marcharse.

La celidonia es una planta perenne, de tallos frágiles y hojas grandes, divididas en segmentos ovales, lobulados o dentados. Las flores son amarillas, dispuestas en umbelas terminales, y los frutos son agujas largas y erectas pobladas de semillas en su interior.

Es común en el tercio norte de la península Ibérica y de ella se cosechan las sumidades floridas y el látex que exuda la planta, algo irritante al contacto, y que fluye con sólo partir los tallos o las hojas.

La celidonia se vende en las herboristerías en polvo, en planta seca para infusión, tintura, en extracto fluido y el látex fresco. Es también un valorado remedio homeopático.

Propiedades medicinales de la celidonia

  • Toda la planta es rica en alcaloides, como la quelidonina, sustancia responsable de su intensa acción antiespasmódica, lo que le permite mediar en toses persistentes y catarros. Se ha indicado también para favorecer la sudoración y combatir la jaqueca, los dolores menstruales y los cálculos biliares. No obstante, es potencialmente tóxica.
  • Los herbolarios prefieren destinar su uso a los remedios externos, ya que la celidonia se ha mostrado muy útil para sanar eccemas, forúnculos, callos, ulceraciones, llagas y otras anomalías cutáneas como hongos, papilomas y tumores.
  • Pero la mayor utilidad de esta planta es la de eliminar con éxito las verrugas. El látex fresco presenta una clara acción antimicótica, queratolítica y antiviral. Se ha mostrado efectiva para tratar tanto las verrugas planas –que aparecen en los dedos de la mano–, las plantares –en las palmas de los pies–, como las verrugas pediculares, que suelen manifestarse en el cuello, las axilas o en la cabeza. Aplicado de forma regular, favorece la descomposición de la excreción que compone la verruga, impidiendo el crecimiento de las células.

Cómo usar la celidonia para las verrugas

Se trata de untar la verruga con el látex, ayudándose de un bastoncito de algodón, pero evitando que toque la piel. Es conveniente utilizar unos guantes protectores y cubrir el área circundante de la verruga con un esparadrapo o una gasa. Bastarán dos aplicaciones al día, hasta que la verruga desaparezca.

Otra opción más suave es preparar una decocción con 2 cucharadas de la sumidad florida triturada por 250 ml de agua.

Cómo prepararla: Se hierve durante 5 minutos, se deja reposar y se cuela. Después se aplica la decocción practicando unos toques suaves sobre las verrugas, tres veces al día.

Precauciones y contraindicaciones de la celidonia

El látex de la celidonia, de color anaranjado, consistencia grasa, olor fuerte y sabor acre, puede causar una irritación severa y la aparición de ampollas sobre la piel sana.

En caso de que accidentalmente caiga látex sobre la piel, es preciso lavarla con agua fría.

Asimismo, su alto contenido en alcaloides desaconseja su ingestión por vía oral, pues puede provocar vómitos y mareos.
 

Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»

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