La investigación revela que las mujeres que experimentan con más frecuencia e intensidad síntomas de la menopausia como los sofocos tienen más hiperintensidades de la materia blanca, un biomarcador cerebral que indica un mayor riesgo de desarrollar problemas cognitivos.

Los expertos recomiendan a las personas no alarmarse ante estos hallazgos, sino utilizar la información para plantearse formas de prevenir y mejorar su salud. 

Hay una relación entre los síntomas de la menopausia y la demencia

La idea de que la menopausia puede afectar la salud mental de las mujeres no es nueva. Estudios anteriores han sugerido que después de la menopausia, las mujeres tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y también son más propensas al alzhéimer.

El estudio involucró a 226 mujeres con una edad promedio de 59 años. Durante tres días, las participantes usaron un monitor que podía detectar sofocos y sudores nocturnos por la temperatura de la piel, y también un dispositivo de muñeca que rastreaba el sueño. Además se les pidió que informaran sobre sus síntomas.

Al final del estudio, se sometieron a análisis de sangre y escáneres cerebrales que midieron las hiperintensidades de la materia blanca en seis regiones del cerebro. Los investigadores ajustaron los resultados por edad y riesgos como la presión arterial alta y la diabetes.

Descubrieron que cada sudor nocturno adicional aumentaba las hiperintensidades de la materia blanca en el cerebro en un 6%. Los sofocos y los sudores nocturnos se asociaron principalmente con hiperintensidades de la sustancia blanca en el lóbulo frontal, que es la parte del cerebro relacionada con el movimiento voluntario, el lenguaje expresivo y las habilidades de organización.

Ejercicio y dieta para prevenir el alzhéimer 

No obstante, las mujeres que pasan por la menopausia con sofocos y los sudores nocturnos no deben preocuparse. Laurence Miller, psicóloga clínica y profesora adjunta en Florida Atlantic University, señala que hay formas en que las mujeres pueden reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares, demencia y deterioro cognitivo después de la menopausia. Los consejos son similares a los que le daría a cualquier persona, independientemente de su edad o sexo:

  • Hacer ejercicio. El ejercicio aeróbico está asociado con microestructuras de materia blanca preservadas, especialmente en áreas del cerebro que juegan un papel en la memoria y el control sensoriomotor.
  • Seguir una dieta nutritiva. Un estudio con más de 59,000 mujeres con una edad promedio de 52 años sugirió que las modificaciones dietéticas sostenidas podrían reducir el riesgo de accidente cerebrovascular total de 26 años en aproximadamente un 23%. Estas modificaciones incluyeron eliminar por completo las carnes rojas procesadas.
  • Realizar actividades mentalmente atractivas y socializar. Un pequeño estudio sugirió que hacer rompecabezas podría ayudar a prevenir el deterioro cognitivo a largo plazo.

Regular los estrógenos podría ayudar

Otro estudio, dirigido por investigadores de Mass General Brigham, una organización que engloba a médicos y hospitales de Boston (Estados Unidos), arroja luz sobre la relación entre el riesgo de enfermedad de Alzheimer y la edad de la menopausia y el uso de la terapia hormonal (TH). 

Los resultados, publicados en la revista médica JAMA Neurology, indican que la menopausia prematura puede ser un factor de riesgo para demencia, pero que las mujeres que recibieron terapia de reemplazo hormonal desde el principio no mostraron un mayor riesgo. La menopausia prematura se define como aquella que ocurre espontáneamente antes de los 40 años o debido a una intervención quirúrgica antes de los 45 años.

Sin embargo, la terapia hormonal a largo plazo se ha relacionado con mayor riesgo de derrollar problemas de salud: 

  • Cáncer de mama: el uso prolongado de la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
  • Coágulos sanguíneos: la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos puede aumentar el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos, que pueden ser peligrosos.
  • Enfermedad cardíaca: el uso prolongado de la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos también puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.
  • Accidente cerebrovascular: la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
  • Cambios en el estado de ánimo: algunas mujeres pueden experimentar cambios en el estado de ánimo, como depresión, ansiedad e irritabilidad, cuando toman terapia de reemplazo hormonal con estrógenos.

alternativas naturales al tratamiento hormonal

Existen varias alternativas naturales a la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia y prevenir las enfermedades que puedan estar asociadas.

  • Alimentación saludable: una dieta rica en frutas, verduras, proteínas vegetales (tofu, garbanzos, etc.) y grasas saludables puede ayudar a reducir los síntomas de la menopausia. 
  • Plantas medicinales: hay varias hierbas que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia, como la cimicifuga, la dong quai y el trébol rojo.
  • Terapias: la acupuntura, la meditación y el masaje pueden aliviar los síntomas y favorecer el equilibrio hormonal.

Antes de intentar cualquier alternativa natural, siempre es importante hablar con un profesional de la salud para determinar cuáles son las mejores opciones en el caso personal.