La orina es un líquido compuesto principalmente por agua (entre un 91 y un 96%) y productos de desecho de nuestro organismo. La formación de orina comienza en los riñones, que filtra los desechos y el exceso de agua de la sangre. Desde los riñones baja por los uréteres hasta la vejiga, donde se almacena hasta que orinamos.

En general, la orina no tiene olor o este es ligero. Un olor fuerte en la orina puede tener diversas causas y no tiene por qué preocuparte, pues en la mayoría de casos no es algo grave. No obstante, conviene estar alerta si el olor se acompaña de otros síntomas o si es algo que se repite con frecuencia. A continuación, repasamos cuál puede ser el origen de un olor más fuerte de lo habitual en la orina.

Olor fuerte en la orina debido a la alimentación y la deshidratación

La deshidratación es, tal vez, el motivo más habitual por el que la orina tiene un olor fuerte, pues, cuando no tomamos la suficiente agua, la orina se concentra.

Algunos alimentos y bebidas pueden alterar notablemente el olor de la orina. Los espárragos son, quizás, los más conocidos, pero hay otros que también pueden hacer que la orina tenga un olor fuerte, como:

  • El café
  • El ajo
  • La cebolla
  • Las crucíferas (brócoli, coles de Bruselas…)
  • Los alimentos que contienen vitaminas del grupo B también pueden afectar el olor de la orina, pues son solubles en agua y su exceso se excreta a través de la orina.

Beber suficientes líquidos, en especial agua, te ayudará a diluir la orina y reducir su olor.

Olor fuerte en la orina debido a infecciones urinarias

Uno de los síntomas habituales de la infección de orina (cistitis) es un olor más fuerte en la orina.

La cistitis es una infección urinaria que causa la inflamación de la vejiga, habitualmente causada por bacterias (aunque de forma excepcional puede deberse a hongos o virus). Además de un olor fuerte o inusual en la orina, también puede provocar ganas frecuentes de ir al baño, escozor o molestias al orinar, fiebre, náuseas

Hay tratamientos naturales que pueden ayudar a abordar el origen de las infecciones urinarias, aunque en casos graves puede ser necesario el uso de antibióticos.

Olor fuerte en la orina debido al embarazo

En el embarazo es frecuente notar cambios en el olor de la orina, que pueden deberse a diversos factores como la deshidratación debida a las náuseas matutinas (habituales especialmente en el primer trimestre) o el consumo de vitaminas.

Durante el embarazo también aumenta el riego de sufrir infecciones urinarias que, como hemos visto, pueden alterar el olor de la orina.

Por otro lado, es frecuente que las embarazadas sean más sensibles a los olores y noten un olor más fuerte en la orina sin que este haya cambiado en realidad.

Olor fuerte en la orina debido a cálculos renales

Las piedras en el riñón o cálculos renales pueden causar un olor fuerte en la orina por diversas razones:

  • Pueden detener o retrasar el flujo de orina, con lo que pueden acumularse sustancias que provoquen un olor más fuerte.
  • Aumentan la probabilidad de infecciones de orina.
  • Algunas están hechas de cistina, una sustancia que contiene azufre y puede alterar el olor de la orina.

Otros síntomas de las piedras en el riñón son: dolor en los costados, la espalda o la ingle, sangre en la orina, molestias o dolor al orinar, ganas frecuentes de ir al baño, náuseas o fiebre.

Olor fuerte en la orina debido a la diabetes y otras enfermedades

Algunas enfermedades pueden provocar cambios en el olor de la orina, como la diabetes, las enfermedades hepáticas y algunos trastornos metabólicos.

  • Un olor dulce o afrutado en la orina y en el aliento puede ser síntoma de una diabetes mal controlada. Se debe a la acumulación de cetonas, sustancias químicas que el cuerpo produce cuando quema grasa, en lugar de glucosa, para obtener energía.

Olor fuerte en la orina debido al uso de medicamentos

Los medicamentos y suplementos de vitaminas también pueden afectar el olor de la orina. 

Entre los medicamentos que con más frecuencia alteran el olor de la orina están las sulfonamidas, un tipo de antibióticos que se usan habitualmente para tratar infecciones como las que afectan al tracto urinario.

También algunos medicamentos para la diabetes y la artritis reumatoide pueden afectar el olor de la orina.