El síndrome de ovario poliquístico (abreviado habitualmente como SOP) es una patología que afecta a muchas mujeres y que no tiene cura, pero cuyos síntomas se controlan habitualmente mediante anticonceptivos hormonales.

El SOP tiene lugar cuando los ovarios o las glándulas suprarrenales femeninas producen más hormonas masculinas de lo habitual o no las sintetizan correctamente.

Esta desregulación no solo produce quistes de diferente magnitud y gravedad, sino que las afectadas sufren también problemas de fertilidad, amenorrea y fuertes dolores abdominales.

Es muy frecuente que las mujeres que tienen ovarios poliquísticos sufran, además, hirsutismo: ocurre en el 70% de los casos. Esto se debe a una desregulación hormonal. Provoca en las mujeres un crecimiento excesivo de vello oscuro o grueso en cara, pecho y espalda.

Qué es el hirsutismo

Se llama hirsutismo al aumento de vello en lugares del cuerpo femenino donde generalmente predomina el vello masculino: barba, bigote, alrededor de la areola mamaria, encima de la sínfisis del pubis...

Conviene asegurarse de que se trata de hirsutismo y no de una preocupación estética excesiva por vello que crece en lugares menos significativos.

Por otra parte, solo cuando están claramente aumentadas las hormonas masculinas o andrógenos, que también se forman en el ciclo de la mujer, se trata de un verdadero problema de hirsutismo.

Por qué se produce el hirsutismo

La síntesis de hormonas sexuales tiene lugar en el ovario. Estas hormonas (progesterona, estrógenos y testosterona) se producen a partir de un precursor común, el colesterol, que se transforma en pregnenolona.

Aunque pueda parecer contradictorio, en el ovario también se forma testosterona (hormona responsable de los cambios virilizantes) pero si el sistema enzimático funciona bien es transformada en estrógenos.

Cuando la testosterona no se transforma, es frecuente que a las mujeres les crezca vello en zonas tradicionalmente masculinas como el bigote, el cuello, el pecho o la llamada línea alba.

Desde un punto de vista naturista se puede tratar de que la producción hormonal se autorregule con algunas ayudas o cambios en el estilo de vida sin tener que recurrir a los fármacos.

Alimentos que ayudan

En cuanto a la dieta, cuantos menos aditivos y hor-monas se tomen con la alimentación provenientes de animales tratados con ellos, más se evitará una desregulación hormonal en el cuerpo.

Es importante que esté libre de estrógenos de origen animal, que hoy se pueden encontrar en lácteos y carnes, y alimentos muy ricos en grasas saturadas (bollería industrial).

Es preferible suprimir por completo estos alimentos o, si se siguen consumiendo, que sean biológicos.

Oligoelementos para la regulación hormonal

La combinación Zinc-Cobre ayuda a la regulación hormonal.

Si no se cubren las carencias con la dieta, los suplementos de herbolario pueden ser de utilidad.

Fitoterapia antiandrogénica

El sabal (Sabal serrulata) tiene propiedades antiandrogénicas: evita que se forme demasiada testosterona, que es la que hace crecer el vello.

Se toma en extracto dos veces al día y después de las comidas para evitar que produzca molestias gástricas. Al cabo de dos meses seguidos se descansa quince días.

El epilobio (Epilobium parviflorum) ejerce funciones parecidas aunque menos específicas para el hirsutismo. Se toma en infusión, solo o mezclado con menta, que parece tener cierto poder estrogénico.

Otras plantas con capacidad hormonal feminizante serían la salvia, el hinojo y el sauce.

El aguaje o Mauritia flexuosa es una palmera que crece en Perú en la zona del Amazonas y se consume su fruto. Además de aportar muchas vitaminas (A, B1, B2 , B3), podría tener un efecto hormonal feminizante, aunque de momento no se ha probado científicamente.

Como uso tópico para el vello que crece en exceso se puede usar la celidonia, la misma planta cuyo látex cáustico se utiliza para eliminar las verrugas.

Homeopatía como opción

También existe la posibilidad de investigar con un homeópata qué remedio podría ayudar según las características de la afección y la constitución particular de la persona afectada.

Aunque el hirsutismo tenga una base física, a un nivel más sutil hay que ver qué pasa con la identidad femenina. Para estos aspectos podrían ser útiles algunos remedios homeopáticos como la pulsatilla o la sepia, y también un tratamiento con flores de Bach.

Relajación e introspección

Por último, no hay que olvidar que todos los trastornos tienen una base psicosomática. La meditación y las técnicas de relajación e introspección pueden ser de ayuda.