La aparición de deposiciones o diarrea amarilla suele ser un motivo de preocupación para los padres y madres de bebés y niños pequeños. Cuando aparece en adultos su significado puede ser diferente.

Con frecuencia confundimos deposiciones blandas con diarrea. Las deposiciones blandas y amarillas son normales en los bebés de corta edad. 

En los bebés y niños de mayor edad y en los adultos las heces amarillas pueden tener diferentes significados que explicaremos en este artículo, ya que no siempre son un signo de un problema sino algo normal.

Heces amarillas en bebés de corta edad

Las deposiciones o heces de los recién nacidos o bebés durante la lactancia materna o biberón suelen ser de coloración amarilla o de color ocre o mostaza. Este tono o color es normal. 

Por otra parte, durante los primeros días la sangre del bebé está actuando sobre la sangre materna aún presente y la acumulación de la bilirrubina en el organismo, que tiñe de amarillo las heces. Los bebés recién nacidos necesitan recibir luz solar para evitar la ictericia (tono amarillento de la piel y los ojos) que se puede producir por demasiada o lenta eliminación de la bilirrubina. 

Además, las deposiciones suelen ser blandas o pastosas, no tienen forma. A medida que se van incorporando otros alimentos en la dieta cuando van siendo más mayores las heces se vuelven más duras.

Las deposiciones amarillas no están provocadas por los cólicos del lactante. La mayoría de las veces, los cólicos son “simplemente” consecuencia de que el sistema digestivo no está maduro y los bebés sufren espasmos gastrointestinales normalmente por la tarde-noche durante un periodo de tiempo. Pero no es signo de infección.

Cuando comienzan a salir los dientes, la saliva es muy ácida y provoca cierta irritación en el intestino, por eso las deposiciones también pueden ser amarillas.

Diarrea amarilla

Es importante no confundir deposiciones o heces amarillas blandas, que son normales en los bebés de corta edad, con diarrea amarilla.

La diarrea se refiere a deposiciones líquidas. Suele tener una causa alimentaria, microbiana o metabólica y se acompaña con otros síntomas que indican malestar. Puede ser “explosiva”, es decir, que parece que sale con fuerza, como con salpicaduras.

En los bebés se nota inquietud por su malestar gastrointestinal, llanto inconsolable, irritación en la zona del pañal, puede haber fiebre, incluso vómitos. Puede aparecer al poco tiempo de las tomas, sea de lactancia materna o del biberón. En estos casos, lo normal es que sean asimismo de color amarillo, pero lo importante es acudir al pediatra.

En los niños, jóvenes y adultos unas heces o diarrea amarilla se acompañará con otros síntomas si es patológica, ya que como veremos puede que unas heces amarillas sean normales y no impliquen ninguna preocupación.

Heces amarillas asociadas a algún problema de salud

Entre las razones que pueden provocar heces amarillas con molestias que nos pueden hacer pensar en un problema están:

heces amarillas e Intolerancia o alergia a la leche

Cuando un bebé tiene dificultad para digerir la leche, una razón puede ser la lactosa, que es el azúcar presente de manera natural en la leche. Esto puede resultar en heces amarillas, espumosas y líquidas o diarreicas, acompañadas de gases e hinchazón del vientre y molestias como cólicos. La falta o insuficiencia de enzima lactasa provoca que no se pueda digerir la lactosa. 

No se debe confundir la intolerancia a la leche con la alergia a la leche: en el segundo caso el problema son las proteínas de la leche, habrá otros síntomas en la piel, el peso se verá afectado. 

Un cambio de leche o de fórmula, incorporar lactasa serán ayudas en estos casos, acordados con tu pediatra.

Esto mismo puede ocurrir en un niño, joven o adulto si tiene intolerancia a la lactosa o alergia a la leche. La diferencia estriba en que las deposiciones normales “con forma” pasan a ser blandas o diarreicas y amarillas.

heces amarillas y Virus gastrointestinales 

Las infecciones víricas gastrointestinales son frecuentes en los bebés y niños de corta edad. En estos casos las heces se vuelven más amarillas y líquidas

En los niños, jóvenes y adultos las deposiciones normales se pueden volver amarillas y líquidas o muy blandas, es decir, tienen diarrea. En estos casos además habrá inapetencia, malestar general, fiebre.

heces amarillas y Malabsorción de grasas

Cuando no se digieren bien las grasas, las deposiciones se vuelven más blandas, o hay diarrea con coloración amarilla e incluso verdosa. 

Esto puede estar asociado con una deficiencia hepatobiliar cuando el organismo no puede crear y liberar suficiente cantidad de bilis. 

Podemos encontrar esta situación en niños, jóvenes y adultos

heces amrillas e Intolerancia al gluten o celiaquía

Una dificultad para digerir el gluten puede provocar acidez e inflamación intestinal y las heces pueden volverse amarillas.

heces amarrilas e Ictericia por afección hepática

Ya hemos comentado la posible ictericia del recién nacido.

En jóvenes y adultos la ictericia o coloración amarillenta de la piel, conjuntiva de los ojos y deposiciones blandas o diarreas se relacionan con un problema del hígado. Generalmente puede ser una infección vírica o hepatitis vírica. En cualquier caso, requiere atención profesional sanitaria

heces amarillas normales: causas 

Las heces amarillas pueden no estar asociadas a ningún problema de salud. Las causas más habituales en este caso son:

Alimentación

Algunos alimentos son ricos en pigmentos como xantofilas que dan colores amarillos o naranjas que pueden simplemente “teñir” las heces normales de color amarillo.

Entre los alimentos más frecuentes están las zanahorias, las calabazas, la batata (naranja) y especias como la cúrcuma o el curry… que puede dar lugar a heces amarillas. 

La dieta puede ser una causa normal de deposiciones, heces o cacas amarillas. Una vez que se ha eliminado ese alimento, la coloración vuelve a la normalidad

Estrés

Aunque no debería ir en el apartado de causas “normales”, queremos llamar la atención sobre el hecho de que muchas personas normalizan el estrés excesivo.

Un momento estresante o etapa de mucho estrés puede afectar a la función hepatobilar y al sistema digestivo y ello redundar en inflamación intestinal, alteraciones de la digestión, acidez gástrica y por ello las heces se vuelven amarillentas

Es una causa común, pero no debería considerarse normal. El estrés está detrás de alteraciones inmunológicas, intolerancias alimentarias, espasmos gastrointestinales, etc.

Cuidar nuestro estado psicoemocional es esencial. No tomemos el estrés excesivo o mantenido como algo normal, no nos jactemos de “tener mucho estrés”. No es saludable.