El estrés se supera mejor con una dieta equilibrada y que podemos encontrar en la alimentación una buena ayuda a la hora de relajarnos y combatir el estrés o la ansiedad.

Aminoácidos como el triptófano, grasas como los omega-3, antioxidantes como los polifenoles, vitaminas como la C, la E, la D o las del grupo B, o minerales como el selenio, el zinc, el magnesio, el cobre o el manganeso, tienen un efecto protector del funcionamiento de nuestro sistema nervioso. El triptófano es, concretamente, un precursor de la serotonina y la dopamina, asociadas con sensaciones de bienestar.

Por su parte,  los carbohidratos complejos liberan glucosa e insulina de forma paulatina, ayudándonos a mantener unos niveles de energía estables que nos ayudan en situaciones de estrés. 

 Incluir en tu alimentación cotidiana alimentos ricos en estos nutrientes o que los combinen en proporciones adecuadas es una buena manera de cuidar tu sistema nervioso y tu estado de ánimo.

Alimentos relajantes para ganar serenidad

A continuación, te mostramos 7 alimentos ricos en estos nutrientes que favorecen la relajación del sistema nervioso

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alimentos relajantes: garbanzo

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Garbanzos

Los garbanzos son una excelente fuente de triptófano, precursor de neurotransmisores reguladores del estado de ánimo. Su riqueza en carbohidratos de combustión lenta y fibra proporciona energía y tranquilidad durante horas. Son ricos en vitaminas del grupo B y en minerales como magnesio, potasio, zinc, selenio, manganeso, cobre y sales de litio.

alimentos relajantes: arándanos

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Arándanos

Igual que cerezas, uvas negras, frambuesas y moras, los arándanos deben su color morado a las antocianidinas, pigmentos con un gran valor antioxidante. Son ricos en vitamina C, calcio, potasio y manganeso.

Actúan sobre el cerebro y facilitan la formación de los neurotransmisores serotonina y dopamina, que protegen frente al estrés y mejoran el estado de ánimo.

alimentos relajantes: cacao

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Cacao

El cacao es rico en triptófano, minerales relajantes como magnesio, calcio, fósforo y potasio, y oligoelementos como zinc, cobre, manganeso y selenio, que favorecen la producción de serotonina y dopamina.

La teobromina estimula las funciones del sistema nervioso. Para el estrés convienen chocolates con un 80% mínimo de cacao, sin azúcares añadidos.

alimentos relajantes: pipas de girasol

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Pipas de girasol

Las pipas de girasol aportan un alto porcentaje de muchos nutrientes antiestrés: ácidos grasos omega 3, 6 y 9; proteínas altas en triptófano; vitaminas E y B, como tiamina y niacina, óptimas para la salud mental; protectores del sistema nervioso como magnesio, fosforo, calcio y potasio; y los antioxidantes zinc, cobre y selenio.

  • Tómalas peladas y sin sal, en ensaladas, salsas y rellenos.

alimentos relajantes: huevo

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Huevos

Los huevos son el referente de la proteína completa, rica en triptófano. Proporcionan vitamina D, clave para el estrés, la antioxidante vitamina A y lecitina, esencial para las conexiones neuronales. También aportan vitamina B12, ausente en los alimentos vegetales y esencial para el sistema nervioso; así como fósforo, magnesio, calcio, potasio, zinc, yodo y selenio.

  • Puedes tomaros cocidos, en tortilla o salteados, acompañando verduras y cereales.

alimentos relajantes: avena

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Avena

La avena en copos aportan energía de forma gradual, sin crear picos de ansiedad, y un 12% de proteínas ricas en triptófano. Son fuente de vitaminas B1, B6 y B9, magnesio, calcio, fósforo, potasio, zinc y selenio. Su alcaloide avenina tiene propiedades relajantes.

  • Se toman en sopas y guisos, hervidos y tostados en mueslis y en forma de porridge. Tras una noche de remojo, son un desayuno muy sano.

alimentos relajantes: plátanos

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Plátano

Al aportar carbohidratos de combustión lenta, el plátano hace que la producción de insulina sea equilibrada, sacia y mantiene el ánimo en calma. Sus proteínas contienen L-triptófano, un precursor de la serotonina en presencia de vitaminas B6 y B9.

También es rico en las vitaminas A y C, así como en potasio y magnesio, que relajan el sistema nervioso. Y su fibra beneficia a la microbiota.