El uso de "sal baja en sodio" no cuesta ningún esfuerzo ni mucho dinero, pero podría salvar miles de vidas al año. Este pequeño cambio en un ingrediente común garantiza una reducción significativa en el riesgo de infarto o de accidente cerebrovascular en personas con la presión arterial alta.
Este hallazgo se ha revelado en un estudio a largo plazo realizado en China, que se presentó en el Congreso ESC 2021 de la Sociedad Europea de Cardiología, que se celebró entre el 27 y el 30 del pasado mes de agosto en Francia. La investigación ha sido publicada en el New England Journal of Medicine.
La sal baja en sodio reduce la presión arterial
En la dieta, demasiado sodio combinado con muy poco potasio puede hacer que la presión arterial se dispare, sobre todo en personas vulnerables a este desequilibrio. Y, como es bien sabido, la hipertensión aumenta el riesgo de todas las enfermedades cardiovasculares.
La sal es por definición cloruro de sodio. En la sal baja en sodio se reemplaza una parte del cloruro de sodio por cloruro de potasio. Según el último comunicado de prensa de la ESC, su efecto antihipertensivo ya ha sido probado en numerosos estudios.
600 pueblos chinos participaron en el estudio de la sal
La investigación se llevó a cabo en 600 aldeas rurales de cinco provincias de China. Se reclutaron alrededor de 35 adultos de cada aldea hasta un total de 20.995 participantes. Todos ellos habían sufrido un infarto cerebral o tenían más de 60 años y la presión arterial alta.
Los participantes se volvieron a dividir en dos grupos. Los miembros de uno de los grupos de las aldeas recibieron sustitutos de la sal gratuitos compuestos por un 75 % de cloruro de sodio y un 25% de cloruro de potasio.
Los investigadores les aconsejaron que lo usaran para cocinar, condimentar y conservar alimentos. También alentaron a los sujetos de prueba a usar su nueva sal con la mayor moderación posible.
Por otra parte, los participantes de las aldeas de control mantuvieron sus hábitos normales. Su sal consistió en cloruro de sodio al 100%.
¿Qué sucedió cinco años después?
Casi cinco años después, los investigadores evaluaron el estado de salud de los participantes. Resultó que 3.000 personas habían sufrido un derrame cerebral durante este tiempo, más de 4.000 habían muerto y otras 5.000 habían padecido otra enfermedad cardiovascular.
Esas cifras parecen aterradoras al principio, pero no es sorprendente a la vista de que los sujetos tenían un promedio de 65 años y casi todos tenían una enfermedad previa.
Sin embargo, resultó que quienes tomaron siempre la sal baja en sodio tuvieron un riesgo 14% menor de accidente cerebrovascular o ataque cardíaco. Un efecto enorme si se tiene en cuenta que no se modificó ni la dieta ni el estilo de vida, solo el tipo de sal.
Los científicos están convencidos de que han descubierto una forma eficaz y económica de evitar miles de muertes cada año.
"El resultado del estudio es interesante porque cambiarse a sal con bajo contenido de sodio es una de las pocas formas prácticas de limitar el consumo de sal", explica el jefe del estudio, el profesor Bruce Neal.
Conversión de sal
Fue fácil para la gente de la provincia china cambiarse a la sal baja en sodio. Los alimentos ultraprocesados rara vez están presentes en sus mesas y cocinan todos los días.
Sin embargo, el cambio puede ser más difícil para los habitantes de la ciudad que comen fuera o recurren a platos preparados, a menudo ultraprocesados con mucha sal (y con aditivos que contienen sodio).
Además de sustitur la sal normal por sal con cloruro de potasio, se puede reducir la sal combinándola con sésamo tostado para preparar gomasio (diez partes de sésamo por cada una de sal) o condimentar con plantas aromáticas y especias en lugar de con sal.
Referencias científicas:
Neal B. et al. Effect of Salt Substitution on Cardiovascular Events and Death.New England Journal of Medicine.