Tomar una copa es un ritual social, pero tiene muy poco que ver con la salud: el alcohol es básicamente una sustancia tóxica para el organismo. Y cualquier cantidad consumida, por pequeña que sea, entraña riesgos.
Si descartamos las bebidas alcohólicas, es cierto que a la hora de pedir una bebida u ofrecer algo en casa las opciones se reducen. Pero existen alternativas sin alcohol, naturales, deliciosas y mucho más saludables para cualquier tipo de ocasión. Todas ellas son preferibles tanto a corto como a largo plazo.
Bebidas sin alcohol... ¡y saludables!
Los típicos café, tés o infusiones se pueden tomar calientes o con hielo. El poleo con limón frío, por ejemplo, está muy rico.
Con la comida, una gaseosa o agua (con o sin gas) y una rodaja de limón son opciones razonables.
El zumo de tomate también es un recurso saludable, aunque no está disponible en todos los bares.
Las cervezas "sin alcohol" o las "0,0" son muy socorridas, pero ojo, no siempre están totalmente libres de alcohol. La cerveza "sin alcohol" contiene una pequeña cantidad que no supera el 1% (una cerveza normal ronda el 5%), mientras que la cerveza "0,0" no llega al 1% pero puede contener, por ejemplo, un 0,07%. Son cantidades tan pequeñas que son bebidas a tener en cuenta.
Sorprende a los amigos preparando copas sin alcohol
Con un poco de imaginación podemos elaborar en casa bebidas apetecibles sin una gota de alcohol, desde refrescos caseros a aguas aromatizadas o auténticos cócteles vegetales. Será toda una sorpresa en nuestras reuniones con amigos o familiares.
Los refrescos caseros hechos con infusiones, frutas o plantas aromáticas, transmiten al agua sabores y efectos antioxidantes.
Puedes preparar una copa deliciosa dejando unas hojas de hierbabuena y cáscara de naranja en una jarra con agua toda la noche en la nevera.
También puedes elaborar limonadas caseras, batidos de frutas (siempre con la fruta entera, incluyendo la fibra) o un granizado de sandía (solo tienes que congelarla y triturarla).
El agua de coco también es una bebida muy recomendable, refrescante y de agradable sabor. Busca siempre agua pura de coco sin edulcorantes ni otros aditivos.
Cero alcohol, la única cantidad segura
"No hay un nivel de consumo de alcohol libre de riesgos", ha sentenciado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el informe "Consumo de alcohol y salud en el mundo".
La OMS ha señalado que favorece más de 200 enfermedades, entre las que destacan la cirrosis hepática, el cáncer, los trastornos mentales, los trastornos cardiovasculares y por supuesto el alcoholismo. La única cantidad segura de alcohol es "cero".
La misma OMS añade, además, que el alcohol es teratogénico, es decir, causa malformaciones fetales. Además es adictivo e inmunosupresor.
El alcohol aporta un exceso de calorías: 7 kcal por gramo. Una copa de vino tiene las mismas calorías que un pan de 40 g. Y son calorías vacías, calorías que no van acompañadas de ningún nutriente.
El consumo de alcohol, incluso en dosis bajas, altera la conducta. A las consecuencias físicas de tomar alcohol hay que sumar los accidentes de tráfico y las situaciones violentas propiciadas por su consumo.
Hombres y mujeres no toleran el alcohol de la misma manera
Las mujeres metabolizan peor el alcohol que los hombres. Por eso, presentan daños cerebrales antes y su hígado y su sistema cardiovascular se ven más afectados.
Sin embargo, aunque los hombres tienen una mayor tolerancia a las bebidas alcohólicas, no se les debe enviar un mensaje tranquilizador. Los hombres son los mayores consumidores y los más afectados por patologías derivadas de su consumo en números totales.
Dicen que el alcohol es bueno para el corazón, ¿es cierto?
A pesar del interés de los lobbies de bebidas alcohólicas por promover esta idea, que incluso se difunde desde el personal sanitario, el consejo no se sustenta a la luz de la evidencia científica.
El alcohol es un tóxico cardiovascular y los posibles efectos antioxidantes atribuibles al vino tinto por su contenido en polifenoles pueden obtenerse fácilmente de otros alimentos o de la uva al natural, sin necesidad de incluir el alcohol en la ecuación.
El informe de la OMS sobre el alcohol en la Unión Europea concluye que los estudios que sugieren un posible beneficio de una dosis baja no han tenido en cuenta factores como el mayor poder adquisitivo y la posición social de los consumidores frecuentes de vino, circunstancias que se asocian a mejores condiciones de vida y mejor asistencia sanitaria.
Por otra parte, los posibles efectos beneficiosos del alcohol son irrelevantes comparados con los de una alimentación y estilo de vida saludables. En el caso de los jóvenes ni siquiera existe la sospecha de esos beneficios.
En pequeñas cantidades no solo no es bueno para el corazón, sino que aumenta el riesgo de desarrollar un cáncer. Un interesante metaanálisis de la revista Annals of Oncology, de 2012, titulado "Consumo de alcohol en pequeñas cantidades y cáncer", concluye que aumenta el riesgo de padecer tumores en la cavidad oral, la faringe, el esófago y la mama.