Pocas cosas producen más orgullo y satisfacción que recoger la cosecha en el propio huerto. Ver que las horas y el esfuerzo empleado dan sus frutos tiene algo de magia. Sin embargo esto no suele pasar gracias a la improvisación o al azar. Un huerto hay que cuidarlo con cariño. Te ofrecemos tres consejos para que las plantas crezcan más felices.

1. Junta las plantas que se llevan bien

El huerto ecológico es un ecosistema en el que se da una continua interacción entre todos los organismos, sobre todo entre las plantas que crecen juntas o cerca unas de otras.

Se ha comprobado que estos cultivos asociados mejoran el rendimiento y salud de las plantas: algunas se sienten mejor creciendo junto a otras y a otras les molestan ciertas compañeras. La actividad bioquímica de las raíces de cada planta resultará estimuladora o inhibidora para otras.

Las siguientes parejas son ejemplos de amistad:

  • Zanahoria con cebolla, lechuga y tomate
  • Fresa con lechuga
  • Judía verde con calabacín o berenjena
  • Pepino con col, lechuga, ajo, cebolla o judía verde.
  • Pimiento y berenjena.
  • Tomate con espárrago.

2. Pon color en el huerto con flores

Un huerto también es un jardín y las flores contribuyen a embellecerlo. Además atraen a las imprescindibles abejas y a otros insectos que protagonizan la fertilización de las plantas.

  • Mirabilis jalapa. Es una vivaz tuberosa que puede usarse como anual. Forma macizos naturalmente.
  • Tagetes. Es una planta anual con un largo periodo de floración (verano y otoño) y de fácil reproducción por semillas.
  • Clavelina. De finales de primavera a principios de otoño ofrece una intensa floración rosa roja o blanca.
  • Prímula. De floración de colorido variado y muy temprano (de mediados de noviembre hasta marzo).
  • Alyssum. Tendrás un tapiz de pequeñas y delicadas flores blancas o doradas para la rocalla.
  • Fresquillas. Este melocotonero se llena de flores rosadas en primavera y da melocotones tempranos de piel fina y muy jugosos.

3. Protege las plantas con ajos

Olvídate de los pesticidas. Cuida los cultivos más sensibles con un preparado a base de ajo que los protegerá de hongos, pulgones y ácaros. Los principios activos del ajo penetran en las plantas y ejercen un efecto repelente y protector.

Para hacer la preparación, tritura tres dientes de ajo y ponlos en 1 litro de agua. Deja que repose unas horas y filtra la preparación. Ponla en un pulverizados y rocía las plantas. Puedes repetir el tratamiento cada tres días si las plantas están afectadas.