La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o peligro. Sin embargo, muchas personas experimentan niveles de ansiedad muy altos que interfieren con su vida diaria. En busca de alivio, muchos adoptan hábitos que creen que les ayudarán a combatir esta sensación. Pero, ¿y si el hábito que has adoptado para lidiar con la ansiedad en realidad empeora las cosas? Según un reciente artículo publicado por Harvard, hay prácticas que, aunque parecen útiles a corto plazo, pueden ser contraproducentes a largo plazo.

Según el psicólogo de la Universidad de Harvard, David H. Rosmarin – que ha publicado el libro Thriving with Anxiety: 9 Tools to Make Your Anxiety Work for Youarroja–  uno de estos hábitos comunes que muchas personas adoptan con la esperanza de reducir su ansiedad es especialmente contraproducente.

El hábito más contraproducente contra la ansiedad

El experto de Harvard considera que el acto de "luchar" o "resistirse" activamente a la ansiedad puede ser la peor estrategia contra este mal de la sociedad actual. A primera vista puede parecer lógico que, si sientes ansiedad, debas hacer todo lo posible por resistirte a ella o luchar contra ella. Sin embargo, las investigaciones de este especialista sugieren que este enfoque puede ser más perjudicial que beneficioso.

¿Por qué luchar contra la ansiedad no es la solución? La resistencia activa a la ansiedad, según Rosmarin, puede crear un ciclo de retroalimentación negativa. Al intentar luchar contra la ansiedad, en realidad estás dándole más atención y energía, lo que puede intensificar la sensación. Además, luchar activamente contra esta sensación puede enviar un mensaje a tu cerebro de que hay algo "malo" o "peligroso" en lo que estás sintiendo, lo que puede aumentar la respuesta de ansiedad.

La alternativa propuesta: el enfoque de aceptación

En lugar de luchar contra la ansiedad, el experto de Harvard sugiere adoptar un enfoque de aceptación. Esto no significa resignarse a sentir ansiedad, sino más bien reconocerla y permitirte sentir sin juzgar o resistirte a la sensación.

En el artículo publicado en la revista de información de Harvard, el psicólogo de esta prestigiosa universidad ofrece algunas estrategias para abordar la ansiedad de manera efectiva.

1. No intentar negar la ansiedad

La ansiedad es una sensación inquietante y a menudo abrumadora pero es una respuesta natural del cuerpo a situaciones de estrés o peligro. Lo malo es que esta reacción evolutiva diseñada para protegernos ha evolucionado en el mundo moderno. Las "situaciones de estrés" que identifica nuestro cerebro se han diversificado y casi nunca responden a una situación de peligro real.

Al resistirte a sentir la ansiedad envías un mensaje a tu cerebro que le confirma que sí, que hay algo "malo" o "peligroso" en lo que estás sintiendo, lo que puede aumentar la respuesta de ansiedad.

¿Qué puedes hacer entonces? Reconocer y permitirte sentir la ansiedad sin juzgarla o resistirte a la sensación puede ser una herramienta poderosa. Al hacerlo, puedes reducir la intensidad y duración de la respuesta ansiosa. La aceptación no significa resignarse, sino más bien observar tus emociones sin quedar atrapado en ellas.

2. Hablar abiertamente sobre cómo te sientes

Hablar sobre tus sentimientos y preocupaciones con alguien de confianza puede ser increíblemente terapéutico.

Un confidente, ya sea un amigo cercano, un familiar o un profesional, puede ofrecer una perspectiva externa, apoyo emocional y, a veces, soluciones o estrategias que no habías considerado.

3. Tratar de comprender por qué te sientes así

La ansiedad, en su esencia, es una respuesta evolutiva. Sin embargo, en la sociedad contemporánea, las "amenazas" han evolucionado desde peligros físicos inmediatos a preocupaciones más abstractas, como el estrés laboral o las presiones sociales. Comprender cómo se manifiesta la ansiedaden el contexto moderno puede ayudarte a abordarla de manera más efectiva.

5. Evitar soluciones rápidas

A menudo, buscamos soluciones inmediatas para aliviar la ansiedad. Sin embargo, según explica David H. Rosmarin, es esencial comprender que no hay una "cura mágica" contra este mal común. En lugar de buscar soluciones rápidas, es más beneficioso desarrollar una comprensión profunda de tus emociones y trabajar en estrategias a largo plazo para manejarlas.