Conocida como la fruta de la inmortalidad, estas pequeñas "pasas" alargadas son una muy buena fuente de proteína vegetal completa (el 15% de su composición), ya que aportan los ocho aminoácidos esenciales.
Contienen, además, un 10% de fibra, un 65% de carbohidratos y solo un 10% de grasas, en su mayoría insaturadas, y principalmente ácido linoleico.
Las bayas de goji proporcionan también una lista interminable de micronutrientes, como vitaminas del grupo B (tiamina o B1 y riboflavina o B2), vitamina C y potentes antioxidantes carotenoides como el licopeno, la luteína y la zeaxantina; estos dos últimos, conocidos por sus beneficios para mejorar la visión.
Contienen asimismo minerales como potasio, magnesio, calcio, hierro y zinc.
Bayas de goji: disfruta de una eterna juventud
Debido a su elevado contenido en carotenoides, polifenoles, polisacáridos y trazas de minerales que ralentizan el envejecimiento celular, las bayas de goji reducen el estrés oxidativo en el cuerpo, una de las mayores causas del envejecimiento. Su licopeno protege el corazón contra el estrés oxidativo de los radicales libres.
Además, las bayas contienen esteroles vegetales –betasitoesteroles y kukoaminas– que ayudan a reequilibrar el colesterol y a reducir la presión arterial, respectivamente.
Su contenido en zinc estimula el sistema inmunitario. Otros componentes antioxidantes, como la vitamina C y los carotenos, ayudan a combatir infecciones y enfermedades, y a prevenir mutaciones que pueden afectar al sistema inmunitario.
Las bayas de goji previenen la ceguera nocturna, pues ayudan a reducir el tiempo necesario de adaptación de la visión a la oscuridad. Debido a su elevado contenido en antioxidantes, sobre todo luteína y zeaxantina, nos protegen de la exposición a los rayos ultravioletas y a prevenir el daño provocado por el estrés oxidativo, como cataratas y degeneración macular.
Conjuntamente con la vitamina A, contribuyen a la mejora de la agudeza visual.
La combinación de sus acciones terapéuticas en el cuerpo humano convierte a estas bayas en un alimento adaptógeno. Vigorizan y fortalecen el organismo al tiempo que ayudan a gestionar mejor el estrés al reforzar las glándulas suprarrenales.
No pueden faltar en tus platos
Para experimentar los beneficios medicinales de las bayas de goji, se recomienda tomar dosis de unos 20-35 gramos al día. Así lo demostraron estudios realizados en la Universidad de Ningxia, China, donde sometieron a observación durante 28 días a pacientes con sobrepeso y afectaciones cardiovasculares que consumieron estas bayas.
En herboristerías y tiendas de alimentación se encuentran sobre todo las bayas secas, aunque también las podemos hallar en polvo. La mejor opción son las bayas orgánicas y un poco húmedas, porque llevan menos tiempo recolectadas.
Las podemos utilizar para enriquecer nuestros batidos, ensaladas, platos principales y postres. Otra opción muy original es infusionarlas y tomarnos una potente y dulce tisana con ellas.
Bayas goji: desde el Tíbet a la Península Ibérica
por Jordi Cebrián
A las bayas goji se las conoce como "bayas de la larga vida" y se cuenta que algunos pueblos de la cordillera del Himalaya pueden presumir de una salud de hierro y una longevidad asombrosa; son un remedio tradicional del Tíbet.
El hecho de que se vendan como bayas del Tíbet y el Himalaya alimenta la aureola que las envuelve y que ha contribuido sin duda a su fama. También se conocen como bayas del zorro chino o liana del matrimonio y desde hace un tiempo se encuentran ya en herbolarios y tiendas de dietética de nuestro país.
El goji (Lycíum barbarum) procede del centro y sur de China, pero no es una planta extraña en nuestro país. Se usa con frecuencia en jardinería y para formar setos y barreras contra el viento en huertos y sembrados. A veces incluso crece de forma subespontánea.
Esta planta de la familia de las solanáceas es un arbusto espinoso, de hasta dos metros de alto, muy ramificado, con hojas lanceoladas y flores violetas. Con fines terapéuticos se emplean las bayas, carnosas, alargadas y de color rojo vivo, y en menor medida la raíz.
La mayoría de sus excelencias terapéuticas se basan en los datos que aportan la medicina tradicional tibetana y china. En el Tíbet se tiene por una planta adaptógena y defatigante, muy útil para enfrentarse a los cambios bruscos del clima o las duras condiciones de vida de las impresionantes alturas del Himalaya. También se emplea como ayuda para demorar el envejecimiento celular y alargar la vida.
¿Cómo tomar las bayas de goji?
Las bayas goji, de sabor agridulce y textura gomosa, se pueden comer crudas, desecadas o cocidas. Con ellas se elaboran exquisitos zumos de frutas y batidos, y se incorporan a mueslis y barras energéticas para deportistas por su efecto tonificante.
En China las usan en sopas, cremas y ensaladas, y elaboran con ellas un vino dulce muy apreciado. Se recomienda un zumo de hojas de aloe, mango, lima, naranja, limón y goji que promete ser un cóctel de vitaminas ideal para el desayuno.
Las bayas de goji se consideran hasta cuatro veces más efectivas como antioxidante que el té verde.
Fuera de China es difícil encontrar las bayas frescas. Lo más usual es comprarlas secas en paquetes de 250 gramos o bien en botellines de zumo. Para cada presentación se aconseja tomarlas de la siguiente manera:
- Bayas secas: unas 15-20 unidades, solas o en el yogur o muesli.
- En polvos: mezcladas a veces con otros ingredientes, como semillas de lino.
- Decocción de bayas secas: alrededor de 20 unidades por medio litro de agua.
- Decocción de la corteza de la raíz: se hierven 100 gramos por litro de agua, endulzado con miel o anís.
- En zumo o concentrado líquido: entre unos 20 y 40 ml al día, preferentemente por la mañana.
¿Tienen alguna contraindicación?
Se han detectado casos aislados -como el de una mujer mayor en China, consumidora habitual del zumo de goji- de interacción negativa con tratamientos anticoagulantes con wafarina.
Y el consumo de la raíz ha provocado casos de rechazo en forma de vómitos y náuseas.
Propiedades de las bayas de goji: un gran antioxidante
Como en el caso del arándano o el escaramujo, nos hallamos ante un alimento que crece silvestre, puede secarse fácilmente y aporta una dosis elevada de vitamina C, junto a otros nutrientes valiosos... pero que además presenta numerosas virtudes medicinales. Hasta qué punto son ciertas el tiempo lo irá diciendo poco a poco.
Las bayas goji son ricas en betacarotenos, vitamina C, minerales y polisacáridos. Además, contienen los esteroles betaína y betasitosterol, principios activos útiles para reducir el colesterol y evitar el hígado graso, pero destaca la presencia de sustancias antioxidantes como carotenoides, zeaxantinas y xantófilos.
Se les atribuye numerosas propiedades medicinales; entre sus principales indicaciones cabe destacar:
- Para fatiga, debilidad y desmotivación. O bien tras un sobreesfuerzo deportivo, como reconstituyente.
- Para incrementar la resistencia orgánica a las enfermedades.
- En situaciones de tensión nerviosa y estrés.
- Para prevenir infecciones respiratorias, combatir gripes, alergias y bronquitis, y como apoyo en procesos asmáticos leves.
- Como vasodilatador, para prevenir accidentes coronarios y ayudar a controlar la tensión sanguínea.
- En afecciones neurodegenerativas relacionadas con el envejecimiento.
- Como tónico para favorecer la digestión y evitar infecciones gástricas.
- Se le atribuye una acción protectora sobre el hígado.
- Como antiinflamatorio, para reducir el dolor en artritis y artrosis.
- Corno apoyo para fortalecer los músculos y los huesos.
- La decocción de su raíz, para reducir los niveles del colesterol LDL.
No obstante, la mayoría de los datos se basan en las referencias de la medicina tradicional china o son una extrapolación de estudios de laboratorio con ratones, pero todavía no existen estudios concluyentes sobre humanos.
Los estudios efectuados hasta la fecha con pacientes humanos solo han aportado mejoras significativas en el caso de la fatiga, el insomnio y el bienestar general, como tónico digestivo y hepático, y como antioxidante por su capacidad para destruir los radicales libres. Se está a la espera de estudios de mayor alcance.
La medicina tradicional china las recomienda desde hace más de dos mil años para recuperar el chí o energía vital y en Asia central protagoniza tradiciones como la fiesta anual de la cosecha de Ningxia.
Las propiedades de las bayas goji según la medicina china
por Wen-Hsiu Hu Wen
La baya goji (Gou Ji) es una fruta roja. Se encuentra muy ampliamente en todo el territorio chino. Las bayas goji en fitoterapia china se combinan con otras plantas medicinales para potenciar su acción terapéutica.
Su naturaleza es neutra, tiene un sabor dulce y se usa en muchas fórmulas magistrales chinas, especialmente para tonificar el yin del Hígado y Riñón ya que su acción terapéutica se dirige a los meridianos de estos dos órganos.
Al tonificar el yin del hígado ejerce una acción especial sobre la vista. La medicina china considera los ojos el orificio externo del hígado. Así pues, toda la función visual está relacionada con el estado energético del hígado: al mejorar el yin y la sangre del hígado, se aclara y agudiza la visión.
En cuanto a lo emocional, el hígado es muy sensible a los estímulos negativos, que bloquean su chi (energía) provocando disfunciones como distensión abdominal, suspiros, digestión lenta, boca amarga, cefalea, estreñimiento, insomnio, irritabilidad, malhumor y reglas dolorosas.
Tanto la acupuntura como la fitoterapia china actúan sobre un principio terapéutico, se enfocan hacia el órgano o sistema deficiente o desequilibrado regulando el resto de los órganos y sistemas para corregir el desequilibrio.
Ahora bien, como el organismo funciona por un conjunto de sistemas e interacciones, cuando se bloquea el chi del hígado, las bayas goji cumplen su función si se combinan con otras plantas.
Esta baya está de moda. En parte me alegro porque puede ser una introducción eficaz a los productos de la medicina china, pero no hay que caer en la rueda de productos de moda que en poco tiempo desaparecen. Las bayas son buenas, medicinales, con mucha capacidad curativa pero siempre que se combinen adecuadamente con otras plantas y el diagnóstico sea adecuado.
Una sola planta no tiene la misma fuerza terapéutica que un "ejército" bien coordinado.