La ciencia actual ha descubierto en las setas una serie de compuestos que refuerzan la inmunidad. Los más destacados son los betaglucanos, unos polisacáridos (un tipo de fibra) que estimulan la formación de macrófagos, los glóbulos blancos que se encargan de reconocer y atacar a los virus, las bacterias y los patógenos. Se hallan en otros alimentos aunque las setas son su principal fuente.
Estos polisacáridos actúan sobre el sistema inmunitario pero a diferencia de otros compuestos químicos estimulantes lo hacen de forma controlada para que no se vuelva hiperreactivo.
Según los últimos estudios, los más efectivos son los 1,3/1,6-beta-D-glucanos. Este tipo concreto potencia la inmunidad de forma muy superior a otros betaglucanos.
¿Cómo actúan los betaglucanos?
Estos betaglucanos, una vez ingeridos, llegan al intestino y se ponen en contacto con células epiteliales especializadas, llamadas "células M", que captan y facilitan su paso a través de la pared intestinal.
Luego llegan a las placas de Peyer –órganos linfoides de la mucosa del intestino– y los transfieren uniéndose a receptores inmunológicos específicos, localizados en los macrófagos y linfocitos ("células NK y T"), facilitando así la respuesta inmunitaria natural del organismo, que responde como si estuviera siendo atacado y sin efectos secundarios negativos.
Prepárate y acorta los resfriados
Investigadores de la Universidad Comenius de Bratislava (Eslovaquia) han probado la eficacia de los betaglucanos en la prevención y el tratamiento del resfriado, las gripes y otras infecciones respiratorias.
Son inmunomoduladores naturales con una acción muy potente sobre la inmunidad sistémica y de las mucosas, según los doctores Jesenak, Urbancikova y Banovcin. Además, los betaglucanos mejoran el estado de salud y el bienestar general.
En niños que sufren infecciones recurrentes del tracto respiratorio, los betaglucanos son especialmente eficaces para tratarlas y prevenirlas. En el estudio los betaglucanos que se utilizaron fueron el de la seta de ostra y el de la levadura.
La dosis terapéutica empleada fue de 10 mg/kg de peso del niño durante 3 meses. En el caso de los betaglucanos derivados de la levadura nutricional se necesitan 100 mg/día.
En adultos, según los datos recogidos por la Universidad Comenius y publicados en 2017 en la revista Nutrients, las dosis usadas en diferentes países como prevención gripal varían entre 250 y 900 mg de betaglucanos derivados de la levadura nutricional.
Controlan el colesterol
Los 1,3/1,6 beta-D-glucanos actúan principalmente sobre la inmunidad innata (general) pero también sobre la adquirida (anticuerpos específicos). Además, los betaglucanos, como son un tipo de fibra, absorben el colesterol y tóxicos en el tracto intestinal y favorecen su eliminación antes de que pasen al torrente sanguíneo. Podemos decir que completar nuestro plato con alimentos ricos en betaglucanos sirve para controlar el colesterol y la entrada de tóxicos.
Por su efecto sobre el colesterol, los alimentos enriquecidos con betaglucanos pueden mostrar en su etiqueta una declaración sobre su poder para mantener los niveles normales de colesterol sanguíneo.
Actividad antioxidante
Y por si fuera poco, los betaglucanos también tienen actividad antioxidante. Al ser una fibra fermentable, las bacterias del intestino se benefician de ella y producen ácidos grasos de cadena corta con múltiples acciones beneficiosas en el organismo.
La fermentación de las fibras influye sobre la expresión de genes en el intestino grueso que actúan sobre la digestión, el metabolismo del colesterol y de la glucosa, el funcionamiento del sistema inmunitario y otras funciones.
Con todos estos beneficios, queda claro que son unas sustancias imprescindibles siempre, y más en estos meses en que nuestro organismo es puesto a prueba a diario.
Las mayores fuentes entre las setas
Puesto que donde más abundan estos betaglucanos es en las setas, veamos cuáles son las que más pueden ayudarte.
- Shiitake, estimula las defensas
Una de las setas con mayor capacidad para tonificar el sistema defensivo es la shiitake (Lentinula edodes). Esta seta es rica en un betaglucano llamado lentinano, con destacadas propiedades antivirales y antitumorales, pues estimula la formación de leucocitos y la renovación celular.
Según un estudio realizado por la Universidad de Florida, es suficiente una pequeña ración diaria de shiitakes (5 g desecados o unos 30 g frescos) para incrementar el número de células inmunitarias.
- Maitake, contra los virus
Además de betaglucanos y cobre, el maitake (Grifola frondosa) contiene zinc, un mineral que contribuye al metabolismo de los macronutrientes y activa las defensas contra los virus.
Si se toma cuando aparecen los primeros síntomas es capaz de frenar el avance del resfriado o acortarlo.
Es uno de los hongos más empleados para regular el sistema defensivo y el hígado (metabolismo de los lípidos y de la glucosa). De ahí que se use también como complemento en dietas para perder peso y cuando los triglicéridos están elevados.
- Setas de ostra, nutritivas y eficaces
Las setas de ostra (Pleurotus ostreatus), gírgolas o setas de chopo se encuentran fácilmente en las tiendas, ya que se cultivan, resultan deliciosas y presentan excelentes propiedades: pocas calorías, proteínas con todos los aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B, vitamina C… Y minerales como selenio antioxidante, fósforo, magnesio, cobre y zinc. Son ricas en fibra y bajas en grasa.
También son ricas en los betaglucanos más activos a nivel inmunitario. Un estudio dirigido por la doctora Mireia Morera Inglés comprobó que un suplemento de betaglucanos de la seta de ostra, combinado con vitamina C, reducía la incidencia de infecciones respiratorias (otitis, resfriado, faringitis, bronquitis…) en los niños participantes en la investigación.
Las setas, protectoras
Además de betaglucanos, las setas tienen sustancias que refuerzan nuestra capacidad de defendernos de enfermedades graves como el cáncer.
- La ergotioneína y el glutatión
Unos antioxidantes que penetran en las células para combatir a los radicales libres desde dentro. "Las setas son la mejor fuente dietética de estos dos antioxidantes juntos”, según Robert Beelman, director del Penn State Center for Plant and Mushroom Products for Health.
Destacan especialmente el humilde champiñón, los boletos y el maitake.
Las setas son generosas, además, en un mineral, el zinc, cuya deficiencia aumenta las probabilidades de sufrir infecciones. Tiene propiedades antivirales y algunos estudios indican que un correcto suministro de zinc a través de la alimentación podría reducir en un 50% la duración de un resfriado.
Entre las setas destacan por su contenido en zinc los shiitakes (96 mg/ 100 g) y los champiñones (65 mg/100 g). Las necesidades diarias son 12-15 mg.
Otros alimentos ricos en zinc son eltofu, las semillas de cáñamo, las lentejas y la avena.
El sistema inmunitario es muy complejo. Los betaglucanos y el zinc actúan como estímulos específicos, pero son necesarios muchos otros nutrientes, que debemos obtener diariamente de los alimentos que ingerimos, para que el funcionamiento de la inmunidad sea óptimo.
Entre estos nutrientes que contribuyen a tu protección se hallan las vitaminas C y A, el magnesio y el calcio.
Algunos alimentos poseen además un efecto antivírico, como el ajo y la cebolla, el jengibre o probióticos como el umeboshi, el chucrut, el tempeh, el kéfir o el tamari, entre otros. Estos alimentos son también convenientes para prevenir o tratar los resfriados y los estados gripales propios de estos meses.