Cuando tenemos que comer fuera, cosa bastante habitual con los horarios de trabajo que tenemos, podemos optar por ir a un restaurante (opción poco económica y en muchos casos poco sana), tirar de comida rápida y precocinados (poco saludable y tampoco muy económica) o bien llevarnos el táper con comida casera.

Muchas veces la gente me pide ideas y recetas “para comer de táper” porque no saben qué hacer o qué llevarse. Deseas recetas muy sabrosas, que se puedan calentar posteriormente y para las que no tengamos que invertir demasiado tiempo en casa.

Las 4 claves para preparar tápers sanos y deliciosos

Con los años he ido inventando tápers y comida para llevar de lo más curiosa, harta de la tartera de pasta y de la ensalada calentorra, así que te daré unas cuantas ideas para desterrar para siempre la imagen del táper triste.

Ideas que no fallan

Hay comidas que soportan muy bien los cambios de temperatura y el recalentado. Por ejemplo, las patatas cocidas al vapor (con piel), los potajes y estofados con poco caldo, las verduras al vapor, a la plancha o asadas, las legumbres salteadas, las lasañas y moussakas, los patés vegetales, etc.

Algunas verduras ni siquiera necesitan cocción previa, las puedes echar tal cual, crudas, al táper para complementar tu comida, y calentarlo después o dejarlas crudas. Por ejemplo, unos floretes de brócoli o de coliflor.

Lo bueno de esta idea es que puedes guardar lo que sobra de las comidas en casa para el táper, que no tiene por qué ser para el del día siguiente. Las lasañas, por ejemplo, se guardan muy bien por porciones, y una vez en el táper se pueden añadir unas verduras frescas, asadas o cocidas, un puñado de cereales ya cocinados (por ejemplo, arroz integral o mijo), un puñadito de frutos secos (nueces, almendras, pipas de calabaza…), unas cucharadas de paté vegetal (hummus por ejemplo, que es el más fácil), etc.

Elige recipientes de varios tamaños y alguno que cierre herméticamente, así podrás llevarte cremas caseras de verduras y preparaciones con caldo, como guisos y potajes

Una tartera bien surtida

Cuando me tengo que hacer comida para llevar pienso en lo que tengo en la nevera y lo que puedo preparar en un momento si fuese necesario. En general, siempre pongo verduras, algún cereal, legumbres y frutos secos. Por ejemplo:

  • Verduras asadas + lentejas garam masala + mijo con nueces.
  • Hummus con pan integral + brócoli a la parrilla + tomates cherry con pipas de calabaza (y aliño aparte).
  • Pasta con garbanzos + salsa de tomate (aparte) + arroz con coco y almendras.
  • Ensalada de patata con manzana y tofu + salsa veganesa (aparte) + coliflor con cacahuete.

¿Y de dónde he sacado todo esto?

Un día compré un montón de verduras con la intención de asarlas (3 puerros, 8 pimientos, 4 berenjenas, 4 tomates, 3 calabacines, 2 cebollas…). Una vez hechas, las pelé y las guardé para otros platos.

Otro día hice lentejas garam masala y guardé un táper con lo que sobró. Lo mismo con el mijo, que lo hice para acompañar un curry de berenjenas (de haber sobrado, podría haber hecho otro táper con ello).

El hummus se hace en 5 minutos, así que teniendo garbanzos cocidos no me preocupa. ;)

El arroz con coco me encanta: cuando lo preparo procuro hacer de más y que sobre para otros días.

Otra de las cosas buenas de introducir variedad en nuestras tartera es que cuando la abras no parecerá que vas a comer “el rancho”, sino algo variado, colorido y apetecible. Juega con los colores, los sabores y las texturas.

Se acabó la comida apegotonada

Uno de los errores que cometemos más frecuentemente es meter cualquier tipo de comida en el táper y esperar que al día siguiente y tras recalentarlo tenga el mismo aspecto maravilloso, la misma textura y el mismo sabor.

Los arroces y las pastas tienden a seguir absorbiendo líquidos si los dejamos en caldos y salsas. Después, claro, queda hecho todo un "pegotón". Para evitarlo, pon la pasta o el arroz por un lado y la salsa por otro. Puedes usar un táper pequeñito y meterlo dentro del grande con la pasta o el arroz. Por suerte, ahora venden multitud de tamaños y con los más pequeños podemos llevar salsas, aliños, especias, etc.

  • Para que la pasta no se pegue, ponle un poco de aceite de oliva (1 cucharada) y remuévela muy bien. No la metas en el táper hasta que no se enfríe.
  • En el caso del cuscús y las pastas secas, puedes ponerlas tal cual, pero siempre dejando que se enfríen primero y separando los granos con un tenedor antes de recalentar.
  • Para llevar arroces es mejor elegir aquellos que queden sueltos pero no secos. También nos sirven preparaciones como arroces salteados, paellas, pilaf, etc.
  • Los guisos con caldos densos también pueden acabar apegotonándose, pero suele ser más por el frío y algo de deshidratación. La solución es fácil: antes de recalentarlos añade una pizca de agua y remuévelo bien.

Las ensaladas y las frutas, aparte

  • Si vas a llevar un táper caliente y otro frío, no los lleves juntos. Mi consejo es que ambos sean fríos, ya calentarás lo que quieras.
  • Lleva siempre las ensaladas en un recipiente aparte, y el aliño en un botecito o un táper pequeñito.
  • Lleva también la fruta en otro envase o fuera del táper. No es necesario que la cortes en casa, puedes llevar la pieza entera o elegir frutas con piel comestible como manzanas, peras, ciruelas, fresas, etc.
  • Si dispones de nevera, guárdalo todo en ella hasta la hora de comer. Aliña tu ensalada mientras se calienta el otro plato y ¡te quedará como recién hecha!