Si ya eres fan de las castañas comestibles, vale la pena que le eches un vistazo más de cerca a los frutos del castaño de Indias, que sorprenden por sus propiedades y variedad de usos.  

El castaño de Indias (Aesculus hippocastanum) no pertenece a la familia de nuestro castaño (Castanea sativa), pero sus frutos son muy parecidos. En el caso del castaño de Indias, los frutos tienen una cascara espinosa que contiene hasta tres semillas marrones en su interior.

Propiedades de la castaña de Indias

Entre sus principios activos se encuentran:

  • Saponinas. Son compuestos activos similares al jabón, que también se encuentran en las hojas de hiedra y algunas otras plantas.
  • Escina. Es una mezcla de varias saponinas que se utiliza para los problemas venosos y la inflamación, por ejemplo, venas varicosas, edemas, hinchazón y hematomas. Existen productos para uso externo e interno que la incluyen.
  • Flavonoides. Sus sustancias que provocan en el organismo una respuesta antioxidante y antiinflamatoria. 
  • Cumarinas. Estas sustancias poseen una actividad biológica muy amplia. Se relacionan con efectos antitumorales, antiinflamatorios, antisépticos, analgésicos, etc.​
  • Taninos. Son compuestos fenólicos con propiedades antioxidantes y astringentes, entre otras.   

Cómo conservar las castañas de Indias

Para casi todos los usos de la castaña, tiene sentido acumular un pequeño suministro en el otoño. Dado que las semillas se enmohecen fácilmente, se recomienda secarlas bien y convertirlas en polvo. Para un tarro grande de castaña en polvo de aproximadamente 500 gramos necesitas:

  • 1 kg de castañas recién recolectadas
  • 1 tarro grande
  1. Si  quieres utilizar el polvo de castaña como producto de cuidado, te recomendamos limpiar las semillas con un poco de agua y bicarbonato de sodio. Utiliza una cucharada de bicarbonato de sodio por litro de agua.
  2. Corta las castañas limpias en cuartos con un cuchillo grande y, según el uso previsto, retira la cáscara con un cuchillo pequeño. Si el polvo se va a utilizar para lavar ropa blanca o para la producción de cremas, ungüentos y limpiadores corporales que deben ser lo más ligeros posible, es mejor pelar los frutos. La cáscara se puede conservar para tratar ropa de color o para hacer gel de ducha.
  3. Coloca las castañas cortadas en cuartos y, si es el caso, peladas, en una batidora robusta o en un robot de cocina con función de triturador de hielo. Pica hasta que no queden trozos de más de tres milímetros. Si utilizas un procesador de alimentos, prueba primero a picar una pequeña cantidad de castañas a velocidad baja, ya que no todas las máquinas tienen potencia suficiente.
  4. Extiende las castañas picadas sobre un paño o bandeja de horno y déjalas secar bien en un lugar cálido durante varios días para que luego no se enmohezcan. Voltea los trozos de castaña de vez en cuando y asegúrate de que la capa de trozos de castaña no tenga más de un centímetro de espesor.
  5. El secado es un poco más rápido en el horno: a 40-50 °C con aire circulante y la puerta ligeramente abierta, estarán lo suficientemente secas después de unas tres o cuatro horas. Muchos hornos alcanzan una temperatura de secado adecuada con solo encender la luz. Así no se consume demasiada electricidad. Pero también puedes aprovechar el calor residual después de hornear.
  6. Según las necesidades, también se puede moler mucho más fino, por ejemplo con un molinillo de café.
  7. Completamente seco y almacenado en un recipiente hermético, el polvo durará fácilmente hasta la próxima temporada de castañas o incluso más allá.

1. cómo hacer detergente con castañas de indias

En lugar de los costosos detergentes del supermercado, la naturaleza nos proporciona este detergente gratuito. Basta con poner de dos a cuatro cucharadas de castaña en polvo en un vaso y verter 300 mililitros de agua por encima. Después de unos 30 minutos, el detergente estará listo para usar.

Para agua dura, se recomienda añadir de una a dos cucharaditas de bicarbonato de sodio (excepto para fibras animales como lana y seda, ya que hace que las fibras se hinchen). La soda actúa como ablandador de agua y mejora el efecto limpiador.

2. Líquido limpiador y lavavajillas a base de castañas

Al igual que el detergente de castañas, se puede preparar un limpiador doméstico natural con castañas de indias. Es adecuado para la limpieza de la cocina, el baño y el salón y también puede utilizarse como detergente lavavajillas respetuoso con el medio ambiente.

Ingredientes:

  • 8 castañas
  • 500 ml de agua hirviendo
  • La cáscara de un limón

Elaboración:

  1. Corta las castañas en trozos pequeños o utiliza harina de castañas.
  2. Coloca en un vaso y vierte agua hirviendo por encima.
  3. Agrega la ralladura de limón.
  4. Cierra el frasco y déjalo reposar durante 24 horas, agitando de vez en cuando.
  5. Vierte el líquido para lavar platos terminado a través de un colador en un tarro.

3. Mascarilla con castaña para la piel grasa

Para limpiar y calmar la piel tensa y grasa, puedes hacer una mascarilla con castañas. Para ello, usa unas dos cucharadas de polvo de castaña y muélelo hasta obtener harina fina con un molinillo de café o un mortero.

Mezcla la harina con un poco de agua, aplica la mascarilla y deja actuar unos 10 minutos antes de enjuagar con agua tibia.

4. Polvo dentífrico de castaña

Las castañas limpian, desinfectan y tienen un efecto antiinflamatorio y fortalecedor de los tejidos. Para conseguir una pequeña porción de polvo dentífrico sólo necesitas:

  • 3 cucharadas de castaño de Indias en polvo (de castañas peladas)
  • 1 cucharada de bicarbonato de sodio
  • 10-15 hojas secas de salvia (aproximadamente 5 g)
  • 1 recipiente, por ejemplo un frasco pequeño con tapa de rosca
  • Puedes añadir opcionalmente xilitol, sal, plantas aromáticas y especias

Elaboración:

  1. Coloca todos los ingredientes en un mortero o molinillo de café y muele bien hasta formar un polvo muy fino y de consistencia casi harinosa. Es importante que los ingredientes queden molidos muy finos. De lo contrario, las partículas pueden ser demasiado gruesas y dañar los dientes y las encías durante el cepillado.
  2. El polvo dentífrico se guarda en un frasco pequeño. Si todos los ingredientes se han secado lo suficiente y la preparación se ha realizado con utensilios libres de gérmenes, el polvo durará varios meses.
  3. Para cepillarse los dientes basta con retirar un poco de polvo con una espátula pequeña o similar, ponerlo en un cepillo de dientes húmedo y cepillar como de costumbre. Puede que sea necesario acostumbrarse a la falta de espuma y al sabor amargo y ligeramente jabonoso, pero el resultado es muy convincente.