El cabello puede ser un aspecto importante de nuestra imagen: tanto su aspecto, como también su ausencia. Es uno de los primeros rasgos físicos que nos identifican y por este motivo supone para muchos una preocupación.

Pero lo cierto es que mantener el cabello sano y, en la medida de lo posible, evitar su caída trasciende lo puramente estético y constituye un hábito esencial de salud.

Estar expuestos a una tensión nerviosa excesiva y prolongada, las preocupaciones, el estrés, el consumo de determinados medicamentos y la adopción de dietas extremas pueden explicar en parte la propensión a la calvicie, un proceso en el que sin embargo pesan más los factores hormonales y la herencia genética.

Desde la antigüedad se ha intentado evitar la calvicie y se han aplicado remedios caseros para tratar de frenarla.

Las plantas medicinales han ayudado en este punto, porque aportan minerales y vitaminas indispensables para su fortalecimiento, porque evitan la excesiva descamación y porque pueden devolver al cabello la suavidad y flexibilidad que necesita.

4 ayudas naturales para un pelo sano

Estas plantas pueden combinarse con otras que aporten su poder depurativo, estimulante del riego sanguíneo e incluso tranquilizante.