En primavera, amapolas, caléndulas, borrajas o lavandas, y en verano, agrimonias, hipéricos, malvas, llantenes, artemisas y oréganos... En estos meses del año es un placer pasear por el campo e ir encontrando todas estas plantas a nuestro paso.

También es el mejor momento para, con mesura, recolectarlas y así preparar un eficaz botiquín de remedios caseros a base de plantas medicinales y una despensa de especias aromáticas.

Para conseguirlo casi basta con fijar la atención en los márgenes de los caminos y observar los campos y herbazales cuajados de flores, así como los floridos setos y zarzales. Te contamos los mejores trucos y consejos para hacerlo y disfrutar así de un surtido y práctico botiquín natural en casa.

A continuación detallamos toda una serie de consejos básicos sobre cómo cosechar, conservar y procesar las plantas y poder estar en disposición de crear nuestro propio botiquín casero de plantas medicinales y una despensa de hierbas de uso culinario. Crearlos puede resultar una enriquecedora experiencia que acercará a la naturaleza al salir al campo.

En este vídeo puedes ver algunas de las mejores plantas medicinales que puedes recoger e incluir en tu botiquín de remedios caseros:

 

 

¿Se pueden recoger plantas medicinales para hacer remedios caseros?

Si se quieren recoger plantas para hacer remedios caseros, es muy útil contar con una guía botánica que ayude a acabar de identificar cada una de las plantas medicinales con más seguridad. La mayoría de plantas que se encuentran en una salida al campo o a la montaña tienen aplicaciones medicinales o bien culinarias que la gente del lugar conoce muy bien y utiliza. Pero todo el mundo puede llegar a beneficiarse de ello poniendo un poco de interés.

Incluso la mayoría de plantas medicinales pueden cosecharse fácilmente en casa si se dispone de un pequeño espacio donde cultivarlas, teniendo en cuenta una serie de consideraciones.

También será muy importante tener unas nociones básicas de botánica, además de un medio para tratar de identificarlas, ya sea un libro como antes mencionábamos o la compañía de un amigo experto. Muchas plantas de aspecto similar pueden ser en un caso medicinales y en otro venenosas.

Por otra parte, se aconseja cosechar con mesura y recoger solo lo que interese realmente, respetando el entorno y evitando tocar cualquier otra planta sobre la que se tenga la más mínima duda acerca de su estado de conservación. El acaparamiento sólo conduce al despilfarro.

Cómo recolectar las plantas silvestres para usar en el botiquín

El primer consejo es evitar arrancar plantas a mansalva y volver a casa cargados de ramilletes, la mayor parte de los cuales ya se habrán marchitado en el camino. Es mucho mejor contentarse con unas pocas y bien elegidas, y tener la idea clara de qué vamos a hacer con ellas.

Algunas plantas son muy escasas, aunque en ocasiones pueda darnos una impresión contraria. Otras están amenazadas y gozan de algún tipo de protección legal a nivel estatal, autonómico e incluso a nivel internacional como el convenio de Berna. Un manual o guía de plantas también será de gran utilidad en este sentido.

A continuación ofreceremos una lista de plantas para conocer mejor cada una de ellas, saber el mejor momento para recolectarlas y cómo actuar en cada caso.

Recordamos que para las bayas se debe esperar al final del estío y para las raíces, que esté entrado el otoño, cuando la parte aérea de la planta se ha secado. Pero existen muchas excepciones, porque la naturaleza es rica en matices.

Plantas de primavera

  • Amapola: Se recogen las flores. Mejor utilizar guantes, pues es algo tóxica. Tranquilizante infantil.
  • Bolsa de pastor: Se recolectan las partes aéreas desde finales de invierno. Normaliza la regla. Antihemorragias.
  • Borraja: Hojas y flores se cosechan en primavera y las semillas en verano. Contra hinchazones y picaduras.
  • Caléndula: Se cosechan los botones florales a mediados de primavera. Heridas, quemaduras y contusiones.
  • Diente de león: Es de las pocas raíces que se arranca en primavera. Las hojas se cosechan en esta misma estación. Diurético, depurativo, digestivo.
  • Espino albar: Se recolectan las hojas y las flores al principio de su floración. Las bayas se cosechan al final del verano. Hay que prestar atención a las espinas. Tónico cardiaco, regula la tensión.
  • Hipérico: Las puntas floridas se cosechan al final de la primavera o a principios del verano, coincidiendo con el solsticio. Antidepresivo, antiséptico.
  • Malva: Hojas y flores se recogen a lo largo de la primavera, cuando están bien abiertas. Resfriados, gripe, laringitis.
  • Manzanilla: Se recolecta toda la planta en flor cuando los botones florales están bien abiertos. Digestiva, antiséptica, tranquilizante, antialérgica.
  • Saúco: Se recolectan las flores, a mediados de primavera. Más adelante las bayas y la corteza. Gripe, conjuntivitis.

Plantas de verano

  • Agrimonia: Se cosecha la parte aérea florida y hay que cuidar el transporte, porque se marchita. Antidiarreica.
  • Artemisa: Se recolectan las hojas y sumidades floridas a mediados y finales de estío y la raíz en otoño. Digestiva.
  • Cola de caballo: Los tallos estériles se cosechan a partir de principios del verano, descartando las partes más descoloridas. Cicatrizante, diurética.
  • Eufrasia: Se cosecha la parte aérea florida. Conjuntivitis, alergias, heridas.
  • Eupatorio: Se cosecha la parte aérea en plena floración a mediados del estío. Digestiva, antigripal, vermífuga.
  • Gordolobo: Hojas y flores se recolectan en verano. El polvo puede producir estornudos. Catarros, quemaduras.
  • Hinojo: Las semillas se recogen a finales del verano o entrados ya en otoño. También se cosechan un poco antes los ramilletes fructificados y se dejan colgados para que caigan las semillas. Digestivo, carminativo, expectorante.
  • Orégano: Se recogen las sumidades floridas a lo largo del verano. Otitis, sinusitis, dolores articulares, inapetencia.
  • Vara de oro: Se cosecha la planta en flor. Es muy frágil y debe transportarse con cuidado. Cistitis,  micosis, eccemas.

Cuándo y cómo cosechar las hierbas si las plantas en casa

Muchos herboristas, profesionales o aficionados, cuentan con sus propios huertos, donde además de plantas de uso frecuente como la caléndula, el regaliz, el anís, la lavanda o la salvia, cultivan especies más escasas o exóticas como la equinácea, el jengibre o el ginseng. Puede ser una buena opción también para nosotros.

Es muy agradable disponer en casa de un espacio donde recoger tus plantas. He aquí consejos para conseguirlo:

  • Son particularmente útiles para tener en casa: caléndula, hinojo, hisopo, manzanilla, melisa, romero, salvia morada y tomillo.
  • La mayoría de plantas de temporada deben sembrarse en primavera y se aconseja replantarlas anualmente.
  • Para la tierra se utiliza turba mezclada con una parte de arena.
  • Las plantas más altas se sitúan en la parte posterior de la jardinera y las que cuelgan cerca del borde.
  • Hay que optar por especímenes sanos con muchos brotes.
  • La hierba se recoge al principio de la floración, las raíces cuando están desarrolladas, las hojas también y los frutos bien maduros.

Cómo conservar las plantas

Las hojas, flores y frutos destinados a la alimentación, tanto para degustar en ensaladas o elaborar cremas o zumos, conviene consumirlas en seguida o perderán su aroma y sabor.

Pero si se quieren conservar durante unos días, se pueden guardar en el frigorífico dentro de bolsas de plástico llenas de aire.

Para utilizar las plantas un tiempo después de su recogida, ya sea como remedio medicinal o para aprovecharlas como especias o aromatizantes en la cocina, conviene secarlas en unas condiciones adecuadas. Generalmente se deben elegir lugares secos y templados, que estén bien ventilados, lo que evita la fermentación, y alejados de toda fuente de humedad, calor y polvo.

Pero antes, cada parte de la planta necesita unos cuidados particulares:

  • Las partes aéreas, con hojas y flores de pequeño tamaño como las del orégano, la menta, la agrimonia o la artemisa, se dejan a secar colgadas hacia abajo en ramilletes de una docena de tallos. También se pueden cubrir con un paño seco. A la semana o diez días están completamente secos. Se sabe porque al tocarlas se quiebran con facilidad. Se desmenuza cuidadosamente la hierba y se vierte en un tarro o bolsa.
  • Las flores grandes, como las de la amapola, la malva, el hipérico o los botones florales de la caléndula o la manzanilla se separan de los tallos y se limpian con cuidado para eliminar brozas y la frecuente presencia de minúsculos insectos en su interior. Se disponen sobre una superficie secante para que pierdan la humedad y, una vez secos, o bien se trituran o se conservan tal cual en recipientes herméticos.
  • Las bayas se recolectan cuando están maduras, desde finales del verano. Se disponen en bandejitas, retirando aquellas que presentan irregularidades o están podridas y se dejan a secar espaciadas unas de otras en un ambiente libre de humedad pero aireado. Para acelerar el secado también se pueden poner unos minutos en el horno precalentado, pero apagado. Una vez secas se conservan en tarros de cristal o de porcelana o bien en bolsas selladas.
  • Las semillas, como las de hinojo, cilantro o eneldo, se recogen en otoño o al final del verano. Lo usual es colgar los ramilletes atados de un gancho y dejar que las semillas caigan por su propio peso. Las más grandes se cogen con las manos.
  • Las raíces no son siempre fáciles de arrancar y antes de cometer un estropicio con la planta es mejor desistir en el intento. Algunas raíces, como las de la genciana amarilla, pueden alcanzar dimensiones enormes y su recolección hay que dejarla a expertos con los permisos pertinentes. A menudo con un trozo de raíz basta y se puede enterrar el resto. Una vez en casa, la raíz se limpia a fondo en agua tibia y se eliminan impurezas. Se corta en trozos pequeños y se deja a secar unas horas sobre una bandeja con papel absorbente. Una vez seca, se deposita en un frasco o bolsa herméticos.

La siguiente lista de recomendaciones ayudará a mantener las plantas recogidas en buen estado:

  • Las plantas recolectadas deben guardarse en un lugar seco y aireado, con poca luz. No les debe dar la luz del sol.
  • Conviene utilizar tarros de vidrio o porcelana y descartar los de metal o los que sean de plástico.
  • Es importante etiquetar siempre los recipientes para evitar confusiones y posibles errores de identificación.
  • No se deben guardar nunca plantas mezcladas.
  • Si se detecta la presencia de insectos, hay que desprenderse de toda la hierba almacenada y esterilizar el frasco.
  • Se considera que las partes blandas de las plantas se pueden conservar un año si están bien guardadas en recipientes de cristal, bolsas selladas y potes de porcelana. Pasado este tiempo pierden sus principios activos. Para las partes duras, como cortezas, rizomas y raíces, el plazo medio de conservación es de 2 años, pero hay excepciones, como la raíz de la genciana amarilla, que puede guardarse 15 años sin que pierda sus propiedades curativas.