Aunque botánicamente no tienen nada que ver entre sí, estos dos anises poseen un compuesto fenólico en común, llamado anetol, responsable de su aroma y de sus propiedades. Por eso, pese a que visualmente son muy diferentes, pueden confundirse. En las recetas, además, encontramos a veces que nos indican utilizar uno y otro.

El anís verde son las semillas de una pequeña planta originaria de Europa (Pimpinella anisum). Son pequeñas y verdosas.

En cambio, el anís estrellado procede de un árbol (Illicium verum), procedente del sur de China y Vietnam. Su nombre alude a su forma, en forma de estrella.

El anís verde y el anís estrellado en la cocina

El anís verde tiene un sabor dulzón, con aroma a regaliz y un leve toque picante, ideal para utilizar en repostería o en compotas de manzana o ciruela. Pero también se puede emplear para dar personalidad a verduras, sobre todo zanahoria, nabo, puerros y calabaza.

El sabor del anís estrellado es un poco más punzante, y en China forma parte de la tradicional mezcla de "las cinco especias", que utilizan con frecuencia para cocinar platos de carne y ave.

El anís estrellado se puede emplear en las mismas recetas que nuestro anís verde, pero con un poco más de moderación, porque su sabor es más intenso.

Otras propiedades

Las dos tienen propiedades expectorantes y antisépticas, pero sobre todo ambas son excelentes para favorecer la digestión y evitar flatulencias molestas.